¿Más participación igual a mejor democracia? Acerca de la crítica a la democracia participativa
DOI:
https://doi.org/10.5944/rdp.94.2015.15741Palabras clave:
Democracia participativa, representación, crisis, crítica, populismo, Participatory democracy, representation, critic, populism.Resumen
Resumen,
En el presente, y en países como España, la crítica a la democracia representativa tal y como ésta se concibe actualmente parece ir más allá de la recurrente reflexión sobre la crisis de la representación para alcanzar niveles de enmienda a la totalidad en los que se aboga no ya por reformar aspectos concretos del modelo representativo, sino por replantear el modelo en su conjunto. No se propone un modelo político distinto que el democrático, pero sí se plantea una democracia distinta que, especialmente, y junto con la reforma de las instituciones y elementos representativos más característicos (siendo los partidos políticos el eje de estas reformas), busque una mayor participación de los ciudadanos en la vida pública en general y en la toma de decisiones políticas en particular encontrando en la democracia participativa uno de los pilares del nuevo modelo democrático propuesto. La cuestión surge al plantear si esta mayor participación de los ciudadanos es compatible con el modelo representativo y puede contribuir a cambiarlo mejorándolo o si, por el contrario, una mayor participación política de los ciudadanos puede conllevar efectos perniciosos, ya sean estos involuntarios y causados por limitaciones materiales de los instrumentos participativos, ya sean estos voluntariamente buscados por gobernantes y operadores políticos que, en nombre de una mejora democrática materializada mediante una mayor participación, no busquen otra cosa que alcanzar, mantener y aumentar su poder aun y a costa de un debilitamiento democrático materializado en un empeoramiento de la calidad de las instituciones representativas del Estado. Resulta, por tanto, relevante plantear si una mayor democracia participativa lleva necesariamente a una mejor democracia, o si sucede lo contrario. En este artículo, partiendo del rol de la democracia participativa como posible complemento que ayude a la mejora de la democracia representativa, se plantean las críticas a la democracia participativa y se trata de aportar una propuesta de respuesta a la pregunta de si una mayor participación es compatible con una mejor democracia, proponiéndose que no necesariamente y que dicha compatibilidad dependerá en gran medida no tanto de los instrumentos participativos en sí, sino de los sujetos políticos que los activen y de la voluntad e intenciones políticas que los mismos tengan.
Abstract,
Nowadays, and in countries as Spain, the critic to the representative democracy as it is conceived in the present seems to go beyond the usual thought about the representation crisis to reach amendment to the whole levels where it is not any more asked to reform specific aspects of the representative model, but to rethink the whole model. It is not proposed a different political model than democratic one, but it is proposed a different democracy that, specially and together with the reform of the more characteristic representative institutions and elements (being the political parties the axis of these reforms), looks for a bigger participation of the citizens in public life in general and in the political decision making in particular finding in participatory democracy one of the pillars of the new proposed democratic model. The question arises when posing if this bigger citizens´ participation is compatible with the representative model and can contribute to change it improving it or if, conversely, a bigger citizens´ political participation can lead to pernicious effects, both involuntary and caused by material limitations of participatory tools, both voluntary wished by rulers and political operators than, in the name of a political improvement materialized through a bigger participation, don´t look for another thing but to reach, to keep and to increase their power even at the cost of a democratic weakening materialized in a worsening of the quality of the representative institutions of the State. It is, therefore, relevant to pose if a bigger participatory democracy necessarily leads to a better democracy, or if contrary happens. On this paper, starting from the role of participatory democracy as possible complement that helps to the improving of representative democracy, the critics to the participatory democracy are exposed and it is tried to give a proposal of answer to the question if a bigger participation is compatible with a better democracy, proposing that no necessarily and this compatibility will depend in a great way not so much on the tools themselves, but on the political subjects that activate them and on the will and political intentions that they have.Descargas
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