El humanismo simbólico en la escultura de Gustav Vigeland
DOI:
https://doi.org/10.5944/etfvii.2.1989.2139Resumen
El 11 de abril de 1869 vio la luz cerca de Mandal, al sur de Noruega, el gran escultor Gustav Vigeland, hijo de un ebanista. Su padre era de carácter violento y desenfrenado, lúgubre ideología y religiosidad, y con un insaciable placer por el alcohol que imprimieron en el hogar una atmósfera opresiva. La gran mezcla de melancolía, pasión y frecuentemente también de fanatismo en el carácter de Vigeland fueron, con toda seguridad, herencia de la estirpe paterna. Por otro lado, sin embargo, delicadas cuerdas vibraron en su alma a lo largo de su vida heredadas, sin duda, del lado materno. Precisamente, estos grandes contrastes y enormes convulsiones fueron la fuerza motriz de su creación artística.Descargas
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Publicado
1989-01-01
Cómo citar
D´Ors Fuhrer, C. (1989). El humanismo simbólico en la escultura de Gustav Vigeland. Espacio Tiempo y Forma. Serie VII, Historia del Arte, (2). https://doi.org/10.5944/etfvii.2.1989.2139
Número
Sección
MISCELÁNEA