Metateoría constructivista: implicaciones para la psicoterapia
DOI:
https://doi.org/10.33898/rdp.v1i2-3.666Palabras clave:
proceso psicoterpéutico, constructivista, metateoríaResumen
En este artículo se pasa revista brevemente a las implicaciones de la metateoría constructivista para la conceptualización y la práctica de la psicoterapia. Se sostiene que el terapeuta constructivista construye a su cliente como un proceso activo y en continuo desarrollo, y que los problemas psicológicos se enfocan no como fallos fragmentarios o deficiencias, sino como expresiones de las discrepancias normales entre las capacidades de adaptación del individuo y los retos a que tiene que enfrentarse. De esta forma, el proceso psicoterapéutico se considera como un experimento de ensayo y error sobre diferentes (nuevas) formas de "estar en el mundo". Desde un punto de vista ideal, terapeuta y cliente crean una alianza terapéutica íntima y emocionalmente densa, en la que y a través de la cual puede el cliente experimentar y explorarse a sí mismo y al mundo que le rodea. Estos aspectos prácticos encajan perfectamente con gran parte de los presupuestos de las principales metateorías psicoterapéuticas, por lo que se considera que la metateoría constructivista puede ser útil solamente en la medida en que facilita los intentos de integración conceptual.