La violencia estructural en torno al poder soberano del Estado y la transformación del ciudadano en un sujeto sin atributos

Resumen

 La violencia estructural es un fenómeno multidimensional, cuyo análisis e interpretación se enmarcan dentro del uso instrumental que se hace de ella a través de los dispositivos de poder inmunitarios. Estos dispositivos inmunitarios representan esa forma soberana biopolítica de protección y conservación de la vida, pero cuando sufren la degradación de su función inmunitaria emerge una fuerza invisible, en forma de violencia estructural, que discurre a través de una red de dispositivos que constituyen la lógica de la tanatopolítica o política de la muerte inscrita en el poder soberano. Es decir, que la política de conservación de la vida, al sufrir un proceso de degradación, se trasmuta en tanatopolítica o campo de exclusión, una política mortífera que deja en suspensión la protección de la vida y la expone a la muerte. 

En este artículo se trata de exponer, a través de la producción intelectual de los autores del biopoder, cómo se articula la naturaleza mortífera de la violencia estructural, que niega sistemáticamente la vida del sujeto condenándolo a vivir en el campo de exclusión.