El ideal de humanidad y las humanidades. Dialogando con Kant, Fichte y Husserl
DOI:
https://doi.org/10.5944/rif.7.2018.29939Palabras clave:
Kant, Fichte, Husserl, idealismo alemán, humanidades, valores racionales, german idealism, humanities, rational valuesResumen
El papel de filosofía y humanidades en forjar un “ideal de humanidad” se refiere no sólo a las difíciles relaciones que éstas tradicionalmente han tenido con los poderes mundanos, sino, sobre todo, a su papel protagónico como guías de un ideal de humanidad y valores espirituales en tiempos de crisis. Kant defendió el papel de los ideales racionales de la “facultad de filosofía” a fines del s. XVIII, ante la teología, el derecho y la medicina. La reflexión de Fichte cuando la nación alemana luchaba por su existencia luego de su derrota por los ejércitos napoleónicos a inicios del s. XIX, da un impulso decisivo a los valores del idealismo alemán. Un siglo después, ante la misma nación alemana, nuevamente derrotada en la primera guerra mundial y sin hallar respuestas a su aflicción en las ciencias exactas ni en su cultura determinada por la técnica, Husserl ve en “el ideal de Humanidad de Fichte” la respuesta a aquello que puede darle su ultima satisfacción: la producción teleológica de un mundo humano, en el que pueda realizarse un orden mundial moral, único fin, fundamento y valor absoluto de la humanidad. Hoy nos hallamos en otro momento de peligro: no sólo el del positivismo naturalista desplazando desde el s. XIX a la formación humanística. El mayor de los peligros es ahora la alianza de ese naturalismo con el mundo globalizado del presente, bajo el imperio de la estan-darización burocrática y corporativa al servicio de la producción desenfrenada de dinero.
The role of philosophy and the human sciences in forging an “ideal of humanity” concerns not only the tensions that they traditionally have had with worldly powers. It mostly deals with their primal role as guides of an ideal of humanity and spiritual values in times of crisis. Kant defended the central role of the “Faculty of Philosophy”’s rational ideals by the end of the 18th century, as opposed to Theology, Jurisprudence and Medicine. Fichte’s reflection when the German nation was fighting for its survival after its defeat by the Napoleonic armies at the beginning of the 19th century, gives a decisive impulse to the values brandished by German Idealism. A century later, facing the same German nation newly defeated at World War I, and without any answers to its affliction either in exact sciences nor in its culture determined by technology, Husserl finds in “Fichte’s Ideal of Humanity“ the answer to that which can give it its lasting satisfaction: the teleological production of a human world, in which a world moral order may arise, as humanity’s sole goal, foundation, and absolute value. Today we find ourselves in another moment of danger: not only that of a naturalistic positivism displacing a humanistic education. The greatest of all dangers is currently the alliance of this naturalism with the Golden calf installed in the globalized world of today, under the empire of the bureaucratic and corporative standardization at the service of the frenzied production of money.