Giordano Bruno y la eternidad del mundo
DOI:
https://doi.org/10.5944/endoxa.31.2013.9378Palabras clave:
Giordano Bruno, eternidad del mundo, Aristóteles, memoria, diluvios, cambios en lenguajes y escrituras, Maquiavelo,Resumen
En el universo eterno de Giordano Bruno, los mundos particulares y la Tierra son también permanentes. La eternidad a parte ante de la Tierra —tesis en la que Bruno coincide con Aristóteles y se opone a la tradición cristiana— es defendida por el Nolano mediante una crítica de la cronología bíblica y del monogenismo adámico, además de mediante una teoría natural y local de los diluvios. Quedaba el problema, sin embargo, de explicar la limitada memoria histórica de la humanidad. En La cena de las cenizas, diálogo V, Bruno se apoya en el conocido pasaje aristótelico (Meteorologica, I, 14) de los cambios vicisitudinales que acontecen en la superficie terrestre. Mostramos que Bruno amplia la explicación aristotélica asumiendo otros factores de la pérdida de la memoria histórica puestos de relieve por Averroes en su comentario al pasaje aristótelico: la causa natural de los diluvios y la causa humana de «los cambios de lenguas y de escrituras». Este pasaje de Averroes podría ser a su vez la fuente del «effetto della oblivione delle cose» que trata de explicar Maquiavelo en Discorsi, II, 5.