La España de Franco desde el exterior: el inacabado camino hacia Occidente (1955-1975)
DOI:
https://doi.org/10.5944/etfv.25.2013.12195Palabras clave:
España de Franco, modernización económica, relaciones internacionales, potencias occidentales, Franco´s Spain, Economic Modernization, International Relation, Western PowersAgencias Financiadoras:
Proyecto de Investigación I D I (HUM 2006-05302), del Ministerio de Ciencia e InnovaciónResumen
Este artículo trata de combinar la ya bien conocida evolución política de la España de Franco con las percepciones que generó en las potencias occidentales. El bienio 1957-1959 (guerra de Ifni y colaboración con Francia; reorientación de la política económica) supuso un importante viraje hacia Occidente de la diplomacia de Madrid. El franquismo carecía ya de cualquier alternativa. La modernización socio-económica lo estaba consolidando, al tiempo que preparaba las bases de un futuro democrático tras la desaparición de Franco. Las potencias democráticas tenían que aceptar la realidad de una España nueva, que ya no era aquella quantité négligeable de los primeros tiempos, pero cuya naturaleza política impedía el pleno desarrollo de todas sus potencialidades exteriores. Entre tanto los poderes occidentales debían ir apostando por el momento de la sucesión.
This article tries to combine the wellknown political developments in Franco’s Spain and the perceptions generated by these in Western powers. The biennium 1957-1959 (War of Ifni and collaboration with France; reorientation of economic policy) was a major turning point in Madrid’s diplomacy towards the West. Franco´s regime was already a reality without choice. Socio-economic modernization was backing the dictatorship, while laying the foundations for a democratic future after the Caudillo´s demise. The western powers had to accept the reality of this New Spain, which was no longer the quantité négligeable of early days, but whose political hindrances prevented the full development of its international potential. Meanwhile, the democracies had to go betting on the succession.