El II Concilio de Zaragoza (592) y las últimas repercusiones de la crisis arriana en la Hispania visigoda
DOI:
https://doi.org/10.5944/etfiii.3.1990.3513Resumen
La celebración del III Concilio de Toledo —cuyo MCD aniversario acabamos de conmemorar— significó, por encima incluso del solemne refrendo a la previa conversión visigoda, el fin del tradicional distanciamiento entre las autoridades bárbaras y el clero hispano-romano. Un distanciamiento convertido en abierta hostilidad durante el reinado de Leovigildo a causa de su política religiosa, y de la actitud favorable al rebelde Hermenegildo (y en suma a Bizancio), de buena parte del episcopado católico. En ese sentido, el clima de «unanimidad y paz» que el reinado de Recaredo vino a inaugurar, y cuya mejor expresión es el propio III Concilio toledano, se caracterizarla por una progresiva integración de la Iglesia en el aparato de la nueva monarquía. Hasta el punto de alcanzarse una práctica simbiosis, ideológica como real, entre ambos poderes, que sólo la invasión musulmana pudo truncar.Descargas
Los datos de descargas todavía no están disponibles.
Descargas
Publicado
1990-01-01
Cómo citar
Beltrán Torreira, F. M. (1990). El II Concilio de Zaragoza (592) y las últimas repercusiones de la crisis arriana en la Hispania visigoda. Espacio Tiempo y Forma. Serie III, Historia Medieval, (3). https://doi.org/10.5944/etfiii.3.1990.3513
Número
Sección
Artículos