Covid 19 y arrendamiento de inmuebles. El reto de mantener el equilibrio contractual en las relaciones arrendaticias en tiempos de pandemia

Resumen

 Si existe un contrato exponente del funcionamiento de las relaciones sociales y económicas y de la dificultad de mantener el equilibrio contractual entre las partes contratantes, ese es, sin duda, el contrato de arrendamiento. Por medio de este contrato se proporciona el acceso a la vivienda a una parte de la población (arrendamiento residencial), o el espacio físico necesario para el desarrollo de distintas actividades (arrendamientos para uso distinto de vivienda). La crisis causada por la COVID 19 ha dado lugar a una intensa actividad normativa centrada en el ámbito del arrendamiento de vivienda y de uso distinto a la vivienda, y diseñada especialmente para proteger a determinados sujetos, calificados como vulnerables, de las circunstancias derivadas de la paralización de la actividad económica. No obstante, las dificultades de aplicación de esta normativa, la exclusión de su ámbito de protección de algunos sujetos y, sobre todo, la prolongación de la crisis sanitaria, económica y social han puesto de relieve la necesidad de plantear soluciones que, más allá de despejar la incertidumbre provocada por la pandemia en el mercado de alquiler, establezcan mecanismos que permitan restablecer el equilibrio contractual en situaciones excepcionales como la actual.