Las relaciones España-Cuba (1959-1970). Entre el internacionalismo revolucionario, las actividades de contraespionaje y el pragmatismo diplomático

Resumen

El triunfo de la Revolución en Cuba en 1959 fue un acontecimiento de gran repercusión internacional. La guerrilla castrista recibió apoyos de activistas y grupos de otros países de América Latina y de exiliados españoles. Durante los años siguientes, las autoridades cubanas reforzaron y extendieron sus vínculos internacionales defendiendo la expansión internacional de los movimientos revolucionarios. La política exterior de Castro suscitó recelo en otros países como España, que temía el auge del comunismo internacional. El franquismo se vio condicionado en sus relaciones con Cuba por la presión de su principal aliado, Estados Unidos, principal adversario del régimen cubano. Partiendo de la investigación y estudio crítico de bibliografía y documentación procedente de archivos españoles e internacionales, gran parte inédita o poco conocida hasta el momento, este artículo se propone analizar la evolución de las relaciones entre España y Cuba desde 1959 hasta 1970, desde diferentes perspectivas, centrándose en aspectos como la influencia del exilio español y sus nexos con el Castrismo; el internacionalismo revolucionario impulsado por Cuba, sus actividades encubiertas y su influencia sobre organizaciones armadas antifranquistas; la existencia de redes de contrainteligencia antisubversivas; y el dilema español entre sus propios intereses económicos y el bloqueo estadounidense contra Cuba.