Sobre la condición de los conversos y chuetas de Mallorca
DOI:
https://doi.org/10.5944/etfiii.10.1997.3609Resumen
El asalto a la judería mallorquína en 1391 provocó una conversión masiva de judíos al cristianismo, que tuvo su continuación en el año 1435, cuando en circunstancias singulares se cristianizó la totalidad de la aljama y se prohibió la residencia de judíos en Mallorca. Los conversos continuaron ejerciendo mayoritariamente actividades de carácter mercantil y artesanal, y mantenían estrechos lazos de solidaridad. Entre 1488 y 1516 sufrieron la acción de la nueva Inquisición, siendo muy elevado el número de reconciliados y relajados; pero entre 1517 y 1673 disminuyó considerablemente la actividad inquisitorial contra conversos acusados de judaizantes. A mediados del siglo xvii la comunidad conversa o chueta presentaba una gran cohesión, residía mayoritariamente en la parroquia de Santa Eulalia, en pleno centro comercial, y se dedicaba en su mayor parte a actividades artesanales y mercantiles. Pero los autos de fe de 1679 y 1691, reflejo de un ambiente de creciente intolerancia y violencia hacia los conversos, ahondaron la brecha existente entre las comunidades chueta y cristiano vieja, prolongando hasta la contemporaneidad en la sociedad mallorquína un problema que debería haber desaparecido mucho tiempo antes.
The assault o the majorcan jewish quarter in 1391 torced a massive conversión oí jewish to chhstianism, as it happened later in 1435, when under singular circumstances, the entire «aljama» was cristianized and the residence of jewish in Majorca was forbidden. The converts continued their activities, mainly in the fields of trade and craftmanship, while mainteining strong solidarity among them. Between 1488 and 1516 they suffered the action of the new Inquisition, increasing the number of jewish reconciled or weakened; but between 1517 and 1673 there was a considerable decrease of the Inquisition action against converts accused of judaizing. In the middie of the xvii century, the community of converts, also known as chuetas, was very cohesive, they lived mainly in the quarter of Santa Eulalia, the trade centre, and worked príncipaly in trade and craftmanship. But the «autos de fe» of 1679 and 1691, as a result of a growing atmosphere of violence and intolerance towards converts, deeped the gap between the community of oíd christians and the chuelas, prolonging until recent times in the Majorcan society, the existence of a probiem that should had disappeared long time ago.