La ciudad y el ciudadano en Egipto
DOI:
https://doi.org/10.5944/etfii.10.1997.4302Resumen
El autor, sobradamente conocido entre nosotros por sus colaboraciones sobre su especialidad en el Derecho de la Antigüedad en el Próximo Oriente, fundamentalmente en el derecho de familia, hace en este trabajo un bosquejo sobre la ciudad y el ciudadano en el Egipto faraónico, materia muy querida para él, sobre un mundo que tan bien conoce, distinguiendo y sistematizando 3 modelos de ciudad: Las ciudades templo, las ciudades-fortaleza y las ciudades artesanos, dando así un panorama completo, junto a la existencia de aldeas y caserías diseminadas, los lugares fundamentales de poblamiento y núcleos de población que por sus características arquitectónicas, religiosas, administrativas y militares, conformaron la sociedasd egipcia, sobre todo en los Imperios Medio y Nuevo. Describe después al ciudadano como habitante de esas ciudades y sus costumbres alimenticias, de vestido y, en una palabra, el «estatus» social y la protección del derecho, dando una visión general —como no podía ser menos— dadas las dificultades de concretización en un imperio que duró 3.000 años a.C.J. Habitante de un mundo que, por otro lado, y a pesar del tiempo transcurrido, se nos hace cercano a nosotros.
The author, known between us extremely well due to his collaborations on his speciality about the Right of Antiquity in the Middie East, fundamentally in the family rights, carries out in this work a study about the city and the citizens in the pharaonic Egipt, which is a much beloved matter for him, about a worid he knows so well, distinguishing and systematizing three typess of city: the temple cities, the fortress cities and the artisan cities, giving that way a complete panorama, together with the existence of villages and disseminated country houses, the inhabitated fundamental places and centres of population that because of their architectural, religious and military characteristics conformed the egyptian society, especially in the Middie and New Empires. Afíer he describes the citizen as an inhabitant of those cities and their food, costume customs, in one word the social «status» and the protection of the law, offering a general visión — as could not be less— because of the specification difficulties in an Empire that lasted 3.000 years B.C. Inhabitant of a worid that, although the course of time remains cióse to us.