THE HUMAN OCCUPATIONS OF EL MIRÓN CAVE (RAMALES DE LA VICTORIA, CANTABRIA, SPAIN) DURING THE LAST GLACIAL MAXIMUM/SOLUTREAN PERIOD
DOI:
https://doi.org/10.5944/etfi.5.2012.5351Palabras clave:
Solutrense, Costa Cantábrica, subsistencia, tecnología, paleoambiente, adornos, Cantabrian Coast, Solutrean, subsistence, technology, palaeoenvironment, ornamentsAgencias Financiadoras:
NSF. Gob.de Cantabria, NGS, Leakey, Botin, Ministerio de Educacion y Ciencia, Univ. de Nuevo MexicoResumen
El Mirón Cave (Ramales de la Victoria, Cantabria, Spain) has evidence of brief visits (by hunting parties) to the montane zone of the upper Asón valley in easternmost Cantabria during the Last Glacial Maximum with 14C dates ranging between 19.2-18.4 kya uncal BP. Landscapes were largely treeless (scattered pines), with varying degrees of humidity and some amelioration at the end of the sequence of seven levels. Armed with a variety of Solutrean foliate, concave base and shouldered stone points and antler sagaies, decorated with beads of shell, tooth, bone and stone, the visitors camped repeatedly at the rear of the cave vestibule, made informal hearths, hunted red deer and ibex and caught fish, and did some stone knapping of both local and high-quality non-local raw materials. This is one of relatively few montane Solutrean sites known in the Cantabrian region, where, in fact, all major Solutrean base camps are in the coastal zone.
La cueva del Mirón (Ramales de la Victoria, Cantabria, España) conserva el testimonio de breves visitas de grupos de cazadores al alto valle del Asón, en la zona más oriental de Cantabria, durante el Último Máximo Glacial, con fechas de radiocarbono que oscilan entre los 19200 y 18400 uncal BP. Durante este tiempo, el paisaje carecía casi por completo de árboles (acaso pinos dispersos), con diversos grados de humedad y una leve mejora climática al final de la secuencia de los siete niveles solutrenses. Armados con una variedad de puntas foliáceas, puntas de base cóncava y de muesca, azagayas de asta, y adornados con cuentas de concha, diente, hueso e incluso piedra, los visitantes acamparon repetidas veces al fondo del vestíbulo de la cueva, hicieron varias hogueras ocasionales, cazaron ciervos y cabras, pescaron salmones y realizaron actividades de talla con materias primas locales y con otras no locales de alta calidad. Este yacimiento es uno de los pocos yacimientos solutrenses de la región cantábrica situado en una zona montañosa, donde de hecho, todos los principales campamentos base solutrenses se encuentran en zonas costeras.