Süssmilch y el problema de Nínive. Un estudio de aritmética bíblico-política
DOI:
https://doi.org/10.5944/empiria.14.2007.1176Palabras clave:
distribución por edad, multiplicador, teología física, tamaño de las ciudades, exégesisResumen
Aparte de la dimensión exegética y apologética, Süssmilch, en sus investigaciones de la población de Ninive, se enfrenta a dos importantes problemas de la ciencia de las poblaciones: la distribución de una población por edades y el tamaño de las grandes ciudades. La cuestión introduce la polémica que agita el siglo acerca de la comparabilidad de dos importantes ciudades, París y Londres. También da la oportunidad de estudiar cómo están construidos los indicadores de población en el siglo dieciocho y de discutir el valor heurístico que se les puede conceder. Süssmilch fragua estas herramientas para probar, con la ayuda de números y del realismo científico que se sigue de todo ello, y según la discusión prestada, que Ninive es realmente una «gran ciudad ante el Eterno». Esta coordinación entre teología física y ciencias sociales y, notablemente con el desarrollo de las técnicas estadísticas que no perdieron en absoluto su interés y su valor metodológico e informativo, es característico de la actividad aprendida del pastor berlinés y de su luteranismo prometiendo el conocimiento de la naturaleza—física o humana—de cualquier potencia de un Dios Leibniziano cuyo carácter tiende definitivamente a ser estadístico.
Besides an exegetic and apologetic dimension, Süssmilch, in his researches on the population of Ninive, deals with two important problems of the science of populations: the sharing out of a population by ages and the size of the big cities. The question feeds the polemic which agitates the century around the comparability of the important towns London and Paris are. It also gives opportunity to study how are built indicators of population in the eighteenth century and to discuss the heuristic value which one can grant them. Süssmilch forges these tools to prove, with help of numbers and the scientific realism which follows from it, and according to hired debate, that Ninive is really a «big city in front of the Endless». This coordination between physical theology and social sciences, and notably with the development of statistical techniques which lost in no way their interest and their methodological and informative value, is characteristic of the learned activity of the Berlin pastor and of his lutheranism pledging the knowledge of nature —physical or human— in any potency of a Leibnizian God whose character is definitely to be a statistician.