El PSOE y la elección de la moderación. Del XXVII Congreso de 1976 a las elecciones sindicales de 1978

Autores/as

  • Luca Costantini Universidad de Bolonia/UNED

DOI:

https://doi.org/10.5944/hdp.20.2012.40716

Palabras clave:

PSOE, Felipe González, socialdemocracia, integración europea, propuesta política socialista.

Resumen

El objetivo del artículo es enfocar en manera detallada el llamado giro hacia la socialdemocracia del PSOE de los años 1977 y 1978. La moderación socialista dependió de dos dinámicas paralelas pero distintas. Por un lado, estaba el intento del PSOE de diferenciarse de las fuerzas políticas más conectadas con el pasado franquista. Por el otro, estaba la voluntad de ofrecer una imagen del PSOE come promotor de la resurrección económica española, considerando ésta la condición previa para el ingreso en el mercado común europeo. El apoyo otorgado al PSOE por parte del socialismo europeo permitió enlazar dentro de una coherente propuesta política las dos cuestiones a la vez. Los ejes de esta propuesta fueron la suavización del radicalismo ideológico, la definición de un programa electoral moderado y socialdemócrata, y el impulso a la UGT para que aceptara un modelo de sindicalismo responsable y alternativo al de CCOO. A través de una conexión con los intereses y las necesidades de las clases medias sin, por eso, perder la relación con la clase trabajadora, el PSOE pudo realizar un proyecto político de carácter nacional-popular enfocado a la conquista hegemónica del espacio de la izquierda y, al mismo tiempo, la promoción de una resurrección nacional bajo los lemas de progreso, cambio y modernización.

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Citas

* Este texto ha sido objeto de debate en el seminario delCIHDE de 20/11/2012.1 F. J. Pérez Royo, La legalización del PCE, en S. Juliá, J. Pradera, J.Prieto (eds.), Memoria de la Transición, Madrid, Taurus, 1996,pp. 211-214; C. Molinero, P. Ysàs, El partido del antifranquismo(1956-1977), en M. Bueno, J. Hinojosa, C. García, Historiadel PCE, Vol. II, El PCE en el tardofranquismo (1956-1977),Madrid, Fundación de Investigaciones Marxistas, 2007, pp.13-32; C. Molinero, P. Ysàs, La izquierda en los años setenta,en «Historia y Política», n.º 20, 2008, pp. 21-42.

Desde 1968, el PSOE recuperó un discurso maximalistallamado «reformismo revolucionario». Véase, A. Mateos, Latransición del PSOE durante los años setenta, en R. Quirosa-Cheyrouze Muñoz (eds.), Historia de la Transición en España.Los inicios del proceso democratizador, Madrid, BibliotecaNueva, 2007, p. 287.

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Véanse, S. Juliá, Los socialistas en la política española. 1879-1982, Madrid, Taurus, 1997, pp. 427-429 y 505-545; J. Pradera,Las pasiones del poder. El PSOE tras diez años de gobierno(1982-1992), en «Claves de Razón Práctica», 26 (octubre1992), p. 33; C. Molinero, P. Ysàs, La izquierda en los añossetenta, en «Historia y Política», 20 (2008), p. 29.

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Discurso de Felipe González sobre la ruptura democrática, sinfecha, AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig. 2665-3. Véase también,la declaración de Felipe González a «El País», 13-6-1976.

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Ibídem, pp. 31-33.

Ibídem, p. 34

.14 A. Guerra, XXVII Congreso del Partido Socialista Obrero Español,Barcelona, Avance, 1977, pp. 143-155.

Ibídem

.16 Ibídem.

Véase el punto 4 de la Resolución Política del XXVII Congresodel PSOE, 3-5 diciembre 1976, AHFFLC, Fondo Saracíbar,sig. 2664-1.

A. Guerra, XXVII Congreso, cit., p. 117.

Programa económico, en «El Socialista», 1-2-1977; y El PSOEsienta las bases de su programa electoral, en «El País», 9-12-1976. El concepto de autogestión se difundió desde losaños sesenta, como efecto de las reivindicaciones sindicalesy estudiantiles sucedidas después del Mayo francésde 1968. Entre los simpatizantes de la autogestión estuvieronel socialista francés Michel Rocard y el secretario delsindicato católico CFDT, Edmond Maire. La corriente deRocard, conocida en los años ochenta como la «segundaizquierda», se hizo dominante dentro el PS francés a partirde 1981-82, en concomitancia con el fracaso del planeconómico keynesiano impulsado por Mitterrand. SegúnDonald Sassoon, la autogestión fue un concepto «vago»cuya utilidad estaba en diferenciar la base ideológica delsocialismo de los años setenta con el modelo soviéticode planificación económica centralizada. Véase, D. Sassoon,Cien años de socialismo, cit., pp. 397-424 y pp. 589-591.

D. Share, Dilemmas of Social Democracy. The Spanish SocialistWorkers Party in the 1980s, Westport, Greenwood Press,1989, p. 40. Para una crónica del congreso, véase Cien añosde actividad, en «Cambio 16», n.º 287 (junio 1977), pp. 18-19

.21 Ruptura democrática, entrevista con Felipe González, sin fecha,AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig. 2665-3.

Durante la Escuela de Verano de 1976 González se mostrópreocupado por la posibilidad que se repitiera en Españauna hegemonía comunista, como la realizada por el PCI enItalia. Véase, F. González, Línea política del PSOE, en AA.VV.Socialismo es libertad, cit., pp. 21-24; y J.M. Maravall, La políticade la Transición, Madrid, Taurus, 1982, pp. 158-159.

Declaración del Comité Federal del PSOE del febrero de1977, publicado en «El Socialista», 1-2-1977.

Uno de los enfoques comunes en ambas revistas era laintención de promover un debate que fuera sobre todovalorado por un alto nivel de tecnicismo. Sin duda, estas revistasconstituyeron una parte activa en el distanciamientoideológico del PSOE de algunos valores considerados tradicionales,como el marxismo y el obrerismo, y, al mismotiempo, como arma política en la pugna con el PCE. Véasela presentación de ambas revistas donde se declararon susrespectivas tareas y objetivos, en «Sistema», n.1 (enero1973), pp. 4-6; «Leviatán», n 1 (abril 1979), pp. 4-5.

José Félix Tezanos y José María Maravall fueron dos de losprincipales teóricos del llamado fenómeno de «aburguesamientode la clase obrera», que describía la presencia cadavez más mayoritaria en la sociedad de sentimientos comoel individualismo, el afán de prosperidad y la competitividad,debidos a la disminución de la clase obrera y manual,por un lado, y a la ampliación de la clase media y de lostrabajadores del sector terciario, por el otro. Véanse, J. F.Tezanos, Las nuevas clases medias, Edicusa, Madrid, 1973; J.F. Tezanos, Identificación de clase y conciencia obrera entre lostrabajadores industriales, en «Sistema», n.º 43-44 (septiembre1981), pp. 110-113; J. F. Tezanos, La crisis de la concienciaobrera en la España actual, «Sistema», n.º 41 (marzo 1981),pp. 125-140; J. M. Maravall, La alternativa socialista. La políticay el apoyo electoral del PSOE, «Sistema», n.º 35 (marzo1980), pp. 25-48. Los estudios de Tezanos y Maravall fueroninfluenciados por las teorías de Frank Parkin y Edward PalmerThompson. Véanse, F. Parkin, Orden político y desigualdadesde clase, Madrid, Debate, 1978 y E. P. Thompson, Themaking of the english working class, London, Gollanez, 1965.

Así hemos ganado las elecciones, «El Socialista», 19/6/1977.Sobre la relación entre el SPD y el PSOE véase, A. MuñozSánchez, El amigo alemán. El SPD y el PSOE de la dictadura a lademocracia, Barcelona, RBA, 2012. Sobre las ayudas financierasofrecidas por el SPD, remitirse a R. Gunther, G. Sani, G.Shabad, Spain after Franco. The Making of a Competitive PartySystem, University of California Press, 1985, pp. 46 y 75.

Según las cifras oficiales, la UCD gastó por su campañaelectoral 956 millones de pesetas, y el PCE 150 millones.Datos en «Cambio 16», n.º 309 (noviembre 1977), p. 61.

Huracán Felipe, en «Cambio 16», n.º 287 (junio 1977), pp.10-15; Felipe, alias «Isidoro», en «Cambio 16», n.º 287 (junio1977), p. 20

.29 En el artículo viene citado un sondeo electoral del 4 de juniode 1977. Véase, El PSOE, a la cabeza de todos los partidos, en«El Socialista», 15-7-1977; Votar, bien; pero a quién..., en «Cambio16», n.º 283 (mayo 1977), pp. 15-19; El centro empieza lacábala, en «Cambio 16», n.º 285 (mayo 1977), p. 17.

Resumen del informe de la Comisión Ejecutiva sobre la situaciónespañola y la política del partido, en «El Socialista», 1-12-1974.

Sobre la estrategia del PSI de De Martino, remitirse a S.Colarizi, M. Gervasoni, La cruna dell’ago, Roma-Bari, Laterza,2005, pp. 3-18; y G. Galli, Storia del socialismo italiano, Milano,Baldini Castoldi, 2007, pp. 395-413.

El socialismo es una profundización de la democracia, en «ElSocialista», 15-5-1977

.33 N. Bobbio, A. Guerra, Socialismo y eurocomunismo, en «Sistema», n.º 22 (enero 1978), pp. 93-106 y Verso l’eurosocialismo,en «Avanti!», 25-6-1978

.34 El socialismo es una profundización de la democracia, en «ElSocialista», 15-5-1977.

Ibídem.

Del 14 al 16 de octubre de 1977 el PSOE organizó en Madriduna reunión de la IS, con la presencia del presidentede la SPD Willy Brandt.

Cien años de actividad, en «Cambio 16», n.º 287 (junio1977), pp. 18-19.

M. Múgica, Socialdemocracia y «socialdemocrazia», en «El Socialista», 15-2-1977.

Ibídem

.40 Suplemento elecciones, en «El Socialista», 1-6-1977.

A. Guerra, Por una España socialista, en «El Socialista», 12-7-1977

.42 F. González, Libertad para los trabajadores, en «El Socialista»,1-5-1977.

F. González, Empieza la cuenta atrás, en «El Socialista», 29-5-1977.

PSOE, Programa del PSOE, Elecciones 1977, en nota a R. Gillespie,Historia del PSOE, cit., p. 340. También Maravall habladel carácter socialdemócrata del programa electoral delPSOE en estas elecciones. Véase, J. M. Maravall, La políticade la Transición, cit., p. 151. Y También D. Share, Dilemmas ofSocial Democracy, cit., p. 90.

La alternativa del pueblo: PSOE, en «El Socialista», 29-5-1977.Véase también los documentos: Vamos a cambiar la vidaen las ciudades y pueblos: empecemos por planificar ese cambio,sin fecha, AHFFLC, Fondo Zufiaur, sig. 809-3; Guión deldocumento de discusión sobre política sindical para el comitéextraordinario del PSOE, julio 1978, AHFFLC, Fondo RamosFernández-Torrecilla, sig. 3961-16; UGT- Estrategia ante laselecciones, sin fecha, AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig. 2665-1

.46 Entrevista a Felipe González en RTVE, en «El Socialista»,1-4-1977. Véase también, Estrategia electoral, en «El Socialista», 5-6-1977.

La alternativa del pueblo: PSOE, en «El Socialista», 29-5-1977.

Ibídem

.49 La crisis de identidad del PSOE, en «El País», 1/7/1977.

Ibídem

.51 Cien años de actividad, en «Cambio 16», n.º 287 (junio1977), p. 18

.52 Sartori define el modelo español como «sistema políticode pluralismo polarizado». Véase, G. Sartori, Parties andParty Systems, Cambridge University Press, 1976. Siempresobre el sistema político español véanse, C. R. Aguilera dePrat, Balance y transformaciones del sistema de partido en España(1977-1987), en «REIS», 42 (1988), pp. 137-143; J. I.Cases Méndez, Elecciones del 15 de junio de 1977, en «Revistade Estudios Políticos», 1 (1978), pp. 256-276.

F. González, Por qué triunfó el PSOE, en «El Socialista», 19-6-1977

.54 Ibídem. González escribía: «el socialismo es hoy la alternativareal de poder. Con plena conciencia de este hecho, lossocialistas proseguiremos en el camino de la construcciónde una democracia política, social y económica. [...] trataremosde que la política económica que necesita el paísse haga en beneficio de la mayoría [...] para que la políticaeconómica proporcione una salida de la crisis profunda enque nos encontramos, haciendo pagar a quien más tieney solucionando los graves problemas del desempleo, de laemigración, de la carestía de la vida y del grave endeudamientoexterior».

Una victoria política, en «El Socialista», 19-6-1977. En esteartículo se retomaba una declaración de González en lacual argumentaba: «nosotros tenemos una política económicaelaborada, que creemos que se acerca mucho a larealidad, pero interpretándola desde el punto de vista de laizquierda».

Objetivo: acabar con el paro y reducir la inflación, en «El Socialista», 19-6-1977; J. Leguina, El paro, problema número uno,en «El Socialista», 15-1-1978; Lo firmado en la Moncloa no esel programa del PSOE, en «El Socialista», 6-11-1977; La crisistiene salida, en «El Socialista», 4-9-1977.

Fishman subraya cómo en la diferencias de posturas entreUGT y CCOO se reflejaban los distintos momentos vividospor el PSOE, que en los últimos años se había movidosiguiendo una línea radical y que ahora participaba conreticencia, y la de los comunistas, que encontraron en lasparticipaciones al pacto social aquella relevancia y reconocimientoque a su juicio el voto de junio les había robado.R. Fishman, Organización obrera y retorno a la democraciaen España, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas,1996, pp. 219-220

.58 N. Redondo, El pacto social es una cortina de humo, en «ElSocialista», 7-8-1977. Discurso de apertura del Congresoextraordinario de la UGT (Madrid, 30-31 julio 1977). En sudiscurso, Redondo explicó el porqué de su rechazo a negociarcon Suárez: «UGT, como central sindical de clase, nopuede doblegarse ante una política económica que tienda ala distribución injusta de los sacrificios exigidos para superarlos desequilibrios profundos del sistema. [...] La exigenciade moderar el crecimiento de nuestras rentas salarialescuando se anuncia simultáneamente un nuevo incrementodel paro y una tasa de crecimiento de los precios al consumosuperior al 25% anual [...] no puede ser presentadaen ningún caso por el Gobierno como la expresión de suvoluntad negociadora con las centrales sindicales». Véasetambién, No hay pacto, en «El Socialista», 28-8-1977

.59 Ibídem

.60 F. González, Sobre los acuerdos de la Moncloa, en «El Socialista», 4-12-1977; Si hay pacto, la armamos, en «Cambio 16»,n.º 357, 8/10/1978.

P. Castellano, Política anticlase, ni siquiera interclasista, en «ElSocialista», 23-10-1977.

Ibídem.

Ibídem

.64 Gillespie definió los pactos de la Moncloa como «pactosocial simulado», haciendo particular mención de la ausenciaen los acuerdos de los sindicatos. Véase, R. Gillespie,Historia del PSOE, cit., p. 348; y J.M. Maravall, La política de laTransición, cit., p. 153.

Si la reducción de los salarios encontró inmediata aplicación,la prevista reforma fiscal no fue nunca implementada,Véase, D. Sassoon, Cien años de socialismo, cit., p. 678; y P.Preston, El triunfo de la democracia en España. 1969-1982,Barcelona, Plaza y Janés, 1986, p. 137. En relación al llamado«desencanto» de la sociedad española, véase B. Cuadra Salcedoy S. Gallego-Díaz, Del consenso al desencanto, Madrid,Saltés, 1981. Y, para una óptica comparada, M Salvati, Spagnae Italia, un confronto, en V. Pérez-Díaz, La lezione spagnola.Società civile, politica, legalità, Bologna, Il Mulino, 2003.

Circular n.º 73 Objetivos del PSOE en el terreno económico,31-10-1977, AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig. 2665-2

.67 AA.VV. Socialismo es libertad, Escuela de verano del PSOE1976, cit., pp. 3-4.

Centrales y patronales, fuera de juego, en «El Socialista», 30-10-1977; L. Góngora, Desde la calle, en «El Socialista», 6-11-1977

.69 Véase el artículo: La crisis tiene salida, en «El Socialista», 4-9-1977, en el cual se afirmaba: «hemos firmado los acuerdosde la Moncloa porque no queríamos ni podíamos abandonarla defensa de los intereses de los asalariados cuandoprecisamente era mayor el riesgo que corrían de quedarolvidados en el programa preparado por el Gobierno. Nipodiamos descuidar las parcelas de libertad, todavía tanfrágiles, duramente conquistadas a lo largo de estos ultimosdos años. [...] Como tampoco hemos renunciado anuestro programa. La consolidación de la democracia y ladefensa de los intereses de los asalariados en el programadestinado a superar la crisis económica se inscriben en elmarco de los pasos previstos para iniciar nuestro «programade transición», es decir, nuestro proyecto de transformaciónde la sociedad»

.70 Circular n.º 73 Objetivos del PSOE en el terreno economico,31-10-1977, AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig. 2665-2

.71 Ibídem.

Discurso de Felipe González en el Congreso de los Diputadosdurante la presentación de los Pactos de la Moncloa.Texto integral publicado en, Lo firmado en la Moncloa noes el programa del PSOE, en «El Socialista», 6-11-1977. FelipeGonzález declaraba: «no es el nuestro programa, perolo hemos firmado y lo asumimos responsablemente». Eldiscurso de González encontró la aprobación del mismoAdolfo Suárez. Por lo que concierne a las concesiones legislativaspedidas por el PSOE como contrapartida a lasmedidas de reducción salarial, véanse Aportaciones socialistas,en «El Socialista», 16-10-1977; J. Tagar, Los pasos de unanegociación, en «El Socialista», 30-10-1977, y las documentacionescontenidas en el informe presentado en la Reunióndel comité federal del PSOE, 12-13 de febrero de 1977,AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig. 2664-4.

La crisis tiene salida, en «El Socialista», 4-9-1977

.74 F. González, Sobre los acuerdos de la Moncloa, en «El Socialista», 4-12-1977. En su artículo, el líder socialista escribía:«Lo que hoy puede ser considerado como una políticaeconómica dura para el conjunto de nuestros pueblo, correel peligro de convertirse, si no se aplica con decisión sentido de la responsabilidad, en una política traumáticacon costes sociales altísimos como consecuencia de la aceleradaagravación de la crisis». Véase también el informe deGonzález a la reunión del comité federal del PSOE del 1y2 julio 1978: Informe al Comité Federal, 1-2 de julio de 1978,AHFFLC, sig. 2664-4.

Informe presentado por USO en relación con la posible unificacióncon la UGT, sin fecha, AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig.2665-1; Historia de la negociaciones para la unificación UGTUSO,sin fecha, AHFFLC, Fondo Ramos Fernández-Torrecilla,sig. 3961-19

.76 J. Almunia, Las postura de UGT y PSOE no son contradictorias,en «El Socialista», 6-11-1977.

Ibídem

.78 J. Solana, El PSOE, ante el futuro, en «El Socialista», 25-6-1977; J. Solana, En defensa del Parlamento, en defensa de laclase trabajadora, en «El Socialista», 25-9-1977.

El acuerdo de la Moncloa y la alternativa socialista, en «ElSocialista», 6-11-1977.

Nicolás Redondo: la demagogia puede ser criminal, en «El Socialista», 6-11-1977.

El comunicado de CCOO de adhesión a los acuerdos afirmabaque las negociaciones «responden a la necesidad delmomento político, económico y social que vive el país, yestán en las líneas mantenidas por CCOO». Véase, UGTrechaza el «documento», en «El Socialista», 23-10-1977. Parauna lectura del sindicalismo comunista en perspectiva histórico-politica desde los años cinquenta hasta la transicióndemocrática, véase E. Treglia, Fuera de las catacumbas. Lapolítica del PCE y el movimiento obrero, Madrid, Eneida, 2012.

Nótese que hacían referencia al concepto de «rupturasindical», que postulaba una cierta ambigüedad táctica deacción: por un lado, se declaraba que «la estrategia de laorganización sea la de la ruptura sindical, sin que quepa aeste respecto negociación ni concesión alguna», y, por elotro, que «la presencia eventual de militantes ugetistas enel proyecto reformista que pudiera arrancársele al poderhabría que entenderse como la utilización de una plataformatácticamente válida para –aprovechando las contradiccionesinternas del Régimen– acelerar el proceso hacia laruptura sindical». Véase, Simposio sindical, 6-7 de marzo de1976, AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig. 2665-1.

Carta enviada por Redondo a las Agrupaciones provinciales,a los miembros del Comité Federal, a los secretariossindicales en la cual se informaba que: «la postura de UGTes no constituir comités o grupos de trabajo estables entreCCOO y UGT, que limitarían considerablemente nuestromargen de maniobras de cara a las elecciones. Debemostener bien claro, que como se dijo ayer en la rueda deprensa conjunta posterior a la reunión, ésta tenia caracterde «armisticio», pero no puede interpretarse como unpaso adelante hacia la unidad organica». Véase AHFFLC,Fondo Saracíbar, sig. 2665-1.

F. Redondo, Hoy, las centrales, en «Cambio 16», n.º 316 (diciembre1978), p. 126

.85 Anexo, La estrategia de CCOO, sin fecha, AHFFLC, Fondo Saracíbar,2665-1

.86 Véase la documentación de la reunión conjunta PSOEUGT:Resumen de la reunión del 4/8/1977 entre ejecutivosy responsables de UGT y Secretaría sindical del PSOE, 4-8-1977, AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig. 2665-1. En ella se hacemención de un «peligro que existe de no dar relieve quemerecen a las elecciones sindicales, ya que aparte de la importanciaque tienen para la potenciación, proyección y patrimonio(parece ser que el reparto de éste puede estar enrelación con la cantidad de votos que saque cada Central)de nuestra Confederación está la repercusión que puedetener en el Partido ante las elecciones municipales». Véasetambién: Reunión del Equipo sindical, 18-8-1977, AHFFLC,Fondo Saracíbar, sig. 2665-1; Circular n.º 50 de la SecretaríaSindical del PSOE, 25-8-1977, AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig.2665-1

.87 Véase el panfleto enviado por el Comité Electoral Federalde UGT en vista de las elecciones sindicales: UGT-Estrategiaante las elecciones, sin fecha, AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig.2665-1.

Cambio 16 habló a respecto de las «sombras de las eleccionesdel 15 junio», véase Las centrales, enfrentadas, en «Cambio16», n.º 304 (octubre 1977), pp. 39-40.

Resolución política del Comité Federal del PSOE, en «El Socialista», 20-11-1977. Véase también la resolución del ComitéFederal del PSOE de marzo de 1978, publicada en El ComitéFederal del PSOE, por la unidad socialista, en «El Socialista»,12-3-1978.

Circular n.º 85 de la Comision Ejecutiva de la Secretaria deCoordinacion de Federacion de Industria, 19-7-1977, AHFFLC,Fondo Saracíbar, sig. 2665-1; Circular n.º 49 de la SecretaríaFederal de Propaganda, 22-8-1977, AHFFLC, Fondo Saracíbar,sig. 2665-1; Reunión del equipo sindical, 18-8-1977,AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig. 2665-1; Campaña de apoyo ala UGT, sin fecha, AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig. 2665-2.

Resolución política del Comité Federal del PSOE, en «El Socialista», 20-11-1977. Así señalaba la resolución: «el PSOE, entanto que partido de clase decidido a realizar la alternativasocialista mediante una estrategia de acción de masas,encuentra la expresión adecuada de sus ideales dentro dela lucha sindical en la Unión General de Trabajadores. [...]Seamos conscientes de que si en nuestro país, donde losvotos del pueblo han consagrado la fuerza de un grandepartido socialista, se consolida una gran central sindical socialista,se habrían puesto las bases para una alternativa depoder del pueblo con un modelo de progreso político yeconómico inédito en el sur de Europa».

Apoyo total a la UGT, en «El Socialista», 6-11-1977.

Un proyecto de sociedad inédito en Europa, en «El Socialista»,22-1-1978.

N. Bobbio, A. Guerra, Socialismo y eurocomunismo, en «Sistema», n.º 22 (enero 1978), p. 104.

Congreso de Unificación UGT-USO, «El socialismo es nuestraunión», Madrid 18-12-1977, AHFFLC, Fondo Ramos Fernández-Torrecilla, sig. 3961-19.

Cumbre» sindical del PSOE, en «El Socialista», 9-4-1978.

Ibídem

.98 Informe de gestión de la Comisión Ejecutiva al Comité Federal,julio 1978, AHFFLC, Fondo Saracíbar, sig. 2664-6, pp. 3-18.

Ibídem.

Sobre el concepto de «nacional-popular» se remite a lateoría de Gramsci: ésta se refiere a la necesidad de crearun vínculo directo de carácter «democrático» entre losdirigentes y los dirigidos a través de un esfuerzo constantede interpretación de los intereses, de los problemas y delos sentimientos del pueblo/nación. Según la tesis gramsciana,la tarea del partido debería ser la de promover lafusión de los intereses del pueblo en la renovación identitariade la nación a través de un movimiento popular,sin la cual resultaría imposible alcanzar una «hegemonía»política. El concepto de «nacional-popular» fue originariamenteutilizado por Gramsci en sus Cuadernos de la cárcelpara denunciar el alejamiento (llamado cosmopolitismo)de los intelectuales italianos, en particular los escritores,en el proceso de formación de una identidad nacional ypopular de la Italia unificada, y, después, desarrollado en lareflexión sobre la diferencia entre «dirección» y «dominio» en la definición de «hegemonía». Véase, A. Gramsci,Quaderni dal carcere, Torino, Einaudi, 1975, pp. 2114-2116;A. Gramsci, Il Risorgimento, Roma, Ed. Riuniti, 1977, pp. 70 yss.; A. Gramsci, Letteratura e vita nazionale, Roma, Ed. Riuniti,2000. Para un ejemplo del uso de este concepto en relacióna la formación de un ideal nacional véase, N. Merker, Ilsangue e la terra, Roma, Ed. Riuniti, 2001, p. 173. El conceptode «nacional-popular» ha sido también utilizado desde losaños ochenta para referirse a la difusión de personajes yprogramas televisivos, así como al desarrollo de un consumode masas y de modelos nacionales estandardizados,que, naturalmente, no tienen nada a que ver con la categoríainterpretativa gramsciana, ni a su uso en este artículo.

Véase, Guión del documento de discusión sobre política sindicalpara el comité extraordinario del PSOE, julio de 1978,AHFFLC, Fondo Ramos Fernández-Torrecilla, sig. 3961-16,en el cual se hace referencia a «frecuentes conflictos entrecompañeros del PSOE en el seno de la UGT; enfrentamientosentre comités del Partido y de la Unión, presentaciónde candidaturas antagónicas por parte de militantesdel Partido, instrumentalización de las siglas PSOE [...]falta de conexión entre la práctica polítitca del Partido yla práctica sindical del UGT, produciéndose una «división»en la militancia de los compañeros». Véase también Guíade campaña elecciones 1979 (confidencial), AHFFLC, FondoZufiaur, sig. 809-3, p. 7.

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2012-12-01

Cómo citar

Costantini , L. . (2012). El PSOE y la elección de la moderación. Del XXVII Congreso de 1976 a las elecciones sindicales de 1978. Historia del Presente, (20), 89–106. https://doi.org/10.5944/hdp.20.2012.40716