ESTUDIOS E INVESTIGACIONES
Dimensiones de evaluación de calidad de educación virtual: revisión de modelos referentes
Quality assessment dimensions in virtual education: a review of reference models
Dimensiones de evaluación de calidad de educación virtual: revisión de modelos referentes
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, vol. 21, núm. 1, 2018
Asociación Iberoamericana de Educación Superior a Distancia
Recepción: 15 Marzo 2016
Aprobación: 04 Junio 2016
Cómo citar este artículo: Marciniak, R., y Gairín Sallán, J. (2018). Dimensiones de evaluación de calidad de educación virtual: revisión de modelos referentes.
RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 21(1), pp. 217-238. doi: https://doi.org/10.5944/ried.21.1.16182
Resumen: Evaluar la calidad de educación virtual implica contar con un conjunto de dimensiones determinantes para definir dicha calidad. Los modelos de calidad surgen para proponer, describir y establecer como valorar dichas dimensiones. Hasta la fecha, se han desarrollado múltiples modelos que pretenden conseguir dichos objetivos. Sin embargo, es curioso observar la falta de estudios comparativos acerca de dichos modelos, que no siempre presentan un enfoque coincidente en cuanto a las dimensiones de evaluación de la calidad de educación virtual. El presente artículo tiene como objetivo realizar un análisis comparativo de algunos modelos diseñados para la evaluación de la calidad de educación virtual, incidiendo en dimensiones propuestas para evaluar dicha calidad y establecer cuáles son las dimensiones relevantes o frecuentes consideradas por los modelos seleccionados. Se sintetiza una revisión bibliográfica que aborda el análisis comparativo de 25 modelos y 42 dimensiones de evaluación. Los modelos analizados han sido elaborados, entre otros, por investigadores, universidades, organizaciones de acreditación; y han sido propuestos a universidades para mejorar la calidad de la educación virtual que imparten. Los resultados del análisis muestran que las grandes dimensiones que describen la calidad de educación virtual según los modelos analizados son: el contexto institucional, la infraestructura tecnológica, los estudiantes, el docente, los aspectos pedagógicos y las dimensiones enfocadas en la evaluación del ciclo de vida de un curso virtual: el diseño, el desarrollo y los resultados del curso. Teniendo en cuenta que los modelos existentes poseen algunas dimensiones en común y otras divergentes, se concluye que no existe un criterio unificado en cuanto a las dimensiones abordadas para esta evaluación.
Palabras clave: educación a distancia, educación virtual, educación superior, calidad de la educación, evaluación, garantía de calidad.
Abstract: Carrying out the assessment of the quality of virtual education implies taking into account a set of dimensions determinant for its definition. New quality models are created in order to propose, describe and assess such dimensions. Nevertheless, these models do not always offer a common perspective when it comes to the dimensions of the assessment of the quality of virtual education. Moreover, no comparative studies have been carried out regarding those models. The purpose of this article is to carry out a comparative analysis of several models designed to assess the quality of virtual education. The article focuses on the assessment dimensions proposed by the analyzed models in order to determine those considered to be the most relevant and frequently applied. The author sums up a bibliographical research based on a comparative analysis of a number of models and assessment dimensions drafted, among others, by researchers, universities and assessment organizations. All the analyzed models have been offered to the universities in order to improve the quality of their virtual education. According to the results of the research, the most relevant assessment dimensions are: institutional context, impact/results, program/course development, program/course assessment, educators, and technological infrastructure. It should be noted that some of the dimensions are used by several existing models, while other are only used by some of them. Furthermore, the definition of each dimension may vary depending on the model. As a result, it can be concluded that there are no unified criteria to be applicable to the abovementioned dimensions.
Keywords: distance learning, virtual learning, higher education, educational quality, evaluation, quality assurance.
Las condiciones y expectativas de los estudiantes que cursan materias en la modalidad virtual exigen a las universidades el desarrollo de un enfoque hacia la calidad de la educación virtual y evaluarla de manera sistemática con el fin de alcanzar el nivel más alto de la calidad mencionada anteriormente.
Llevar a cabo la evaluación de la calidad de la educación virtual1 implica contar con un modelo de calidad2 que tenga en cuenta las peculiaridades de esta educación. Por ello, propone un conjunto de dimensiones 3 adecuadas al objeto y al contexto en el que se produce y desarrolla la educación virtual, ya que:
Evaluar la calidad educativa desde una modalidad presencial y una modalidad virtual requiere de parámetros distintos, que den respuesta al modelo pedagógico en el que se sustentan, a sus fines y objetivos, y a los perfiles de ingreso y egreso que caracterizan a los estudiantes en cada una de las modalidades (Veytia y Chao, 2013, p. 12).
Actualmente existen muchos modelos desarrollados para evaluar la calidad de la educación virtual como los mencionados en Hilera (2010), Motz (2013), Quesada et al. (2015). El problema es que dichos modelos combinan una diversidad de enfoques y, algunas veces, responden a paradigmas algunas veces contradictorios y opuestos, y por lo tanto, proponen dimensiones que componen la calidad de educación virtual divergentes, así como los significados que asignan a estas.
Este artículo presenta un estudio comparativo de 25 modelos desarrollados para evaluar la calidad de la educación virtual, los cuales difieren en las dimensiones de calidad consideradas, motivando la realización de esta investigación. El objetivo general de la investigación fue establecer las dimensiones mencionadas anteriormente e identificar cuáles de ellas son más relevantes o más frecuentemente consideradas por los modelos analizados. Todo esto se realizó con el ánimo de facilitar a las universidades que ofrecen algún curso virtual la elección de unas dimensiones adecuadas para evaluarlo, en función del contexto en que se encuentre.
CONCEPTO DE LA CALIDAD DE EDUCACIÓN VIRTUAL
El concepto de la calidad se presenta como conflictivo en términos de significados, ya que existe una ausencia de acuerdo a la hora de definirlo, lo que podemos observar analizando la tabla 1 que presenta algunas definiciones de calidad de educación virtual.
Como podemos ver en la tabla 1, no existe una única definición de la calidad de la educación virtual universalmente aceptada. Algunos autores, cuando mencionan dicha calidad, se refieren a la satisfacción de los usuarios-estudiantes, mientras que otros se refieren a estándares o los resultados académicos y de aprendizaje obtenidos por los estudiantes. También hay autores (Ajmera y Dharamdasani, 2014; Ehlers, 2013; Jung, Wong y Belawati (2013); Rushby y Surry, 2016) que retoman a Harvey y Green (1993) para describir la calidad de la educación virtual. Según dichos autores, la calidad puede utilizarse como fenómeno excepcional (idea tradicional, excelencia y cumplimento de ciertos estándares), perfección o coherencia (equivalente a cero deficiencias y adecuada cultura de calidad), ajuste a un propósito (adecuación de los procesos para lograr los objetivos fijados), relación valor-costo (eficiencia económica o “accountability”), y como transformación (cambio cualitativo entendido como proceso continuo de transformación del estudiante).
La calidad de la educación virtual como fenómeno excepcional es un aspecto vinculado a los objetivos del presente artículo, al centrar la antemencionada calidad en el proceso de esforzarse por conseguir las dimensiones que conforman la calidad de educación virtual e indicadores asociados a ellas.
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
La estrategia metodológica de la investigación fue de tipo bibliográfico y tuvo como propósito establecer, a partir del análisis de modelos desarrollados para evaluar la calidad de educación virtual, las dimensiones que describen dicha calidad e identificar cuáles de ellas son consideradas por dichos modelos como más relevantes o frecuentes. Para ello, analizamos 25 modelos elaborados entre los años 1998 a 2016 por investigadores, universidades, organizaciones de certificación y acreditación, instituciones oficiales en todo el mundo; y propuestos a instituciones educativas superiores para evaluar la calidad de la educación virtual impartida por los mismos.
Como punto de partida de selección de los modelos para el análisis, utilizamos la clasificación de los modelos de evaluación de e-learning propuesta por Rubio (2003) quien divide dichos modelos en dos tipos:
Nuestra investigación abarcó el análisis de modelos diseñados para evaluar una actividad formativa entendida por Rubio (2003) como “una acción concreta de formación, como puede ser un curso on-line, de mayor o menor duración”. El análisis incluyó modelos citados por Rubio (el modelo de los cuatro niveles de Kirkpatrick, el modelo sistémico de Vann Slyke, el modelo de los cinco niveles de evaluación de Marshall y Shriver), los cuales buscamos, encontramos, analizamos y comentamos. Además de estos, se localizaron otros que no eran contemplados por dicho autor, por lo que hemos procedido a ampliar el número de los modelos analizados para disponer de una visión holística de las dimensiones que proponen.
En cuanto a la terminología de búsqueda, se utilizaron como criterios de evaluación los siguientes descriptores: modelos de evaluación de calidad de educación virtual, evaluación de educación universitaria/superior virtual, evaluación de cursos virtuales, evaluación de e-learning, dimensiones de evaluación de educación virtual, dimensiones de evaluación de educación a distancia. Todos estos descriptores se han utilizado tanto en español, como en inglés.
Los buscadores de Internet utilizados fueron: scholar.google.com, scholar. google.es, www.mendeley.com, www.google.com, www.google.es
SÍNTESIS DE LA INVESTIGACIÓN BIBLIOGRÁFICA
A continuación, realizamos una breve descripción de los modelos de evaluación de la calidad más conocidos en el ámbito de educación virtual.
En los Estados Unidos destaca el modelo “Five Pillars of Quality Online Education” desplegado por el Online Learning Consortium (OLC, 2002). El objetivo del modelo es ayudar a las instituciones identificar objetivos relacionados con la educación virtual y medir el progreso en sus logros. Dicho objetivo puede ser alcanzado mediante la evaluación de cinco pilares que constituyen la calidad de educación virtual. Dichos pilares son:
En Europa destaca el modelo de certificación de e-learning UNIQUe (European University Quality in eLearning) diseñado por la European Foundation for Quality in eLearning (EFQUEL) con el objetivo de desarrollar una certificación de calidad europea para el e-learning. Se trata de un procedimiento para la certificación de las instituciones en mecanismos de innovación y mejora de aprendizaje mediante las TICs (EFQUEL, 2012) . La certificación es otorgada a las instituciones tras un proceso de autoevaluación y revisión externa por pares, por períodos renovables de tres años.
Las dimensiones y subdimensiones que la EFQUEL evalúa durante la certificación UNIQUe son las siguientes:
La certificación UNIQUe está dirigida a dos tipos de instituciones:
En Nueva Zelanda, el profesor de la Victoria University of Wellington, Stephen Marshall diseñó el modelo denominado e-learning Maturity Model (eMM), cuyo objetivo es guiar a las organizaciones para que comprendan y evalúen sus capacidades en el campo de e-learning (Marshall, 2004). La idea principal que guió el desarrollo del modelo eMM fue que la capacidad de una institución para ser eficaz en cualquier particular área de educación virtual depende de su capacidad de involucrarse en procesos de alta calidad reproducibles y susceptibles de ser ampliados y sostenidos si crece la demanda de los mismos. Estos procesos se agrupan en cinco áreas (dimensiones) claves:
En España también tenemos modelos o marcos de referencia para evaluar la calidad de educación virtual. Entre ellos la norma UNE 66181:2012 de la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR) que especifica las directrices para la identificación de las características que definen la calidad de la formación virtual en relación con los potenciales clientes o compradores. Se trata de mejorar la satisfacción de los clientes de la formación virtual, haciendo que la formación recibida supere las expectativas iniciales ante un proceso formativo (AENOR, 2012). Para alcanzar este fin, la norma UNE 66181:2012 establece un modelo de calidad basado en una serie de indicadores de calidad que representan los tres siguientes factores de satisfacción de los clientes, cada uno de los cuales se descomponen en dimensiones clave de calidad sobre los que se puede actuar para mejorar el factor de satisfacción correspondiente (AEC, s.f.):
La norma UNE 66181:2012 está dirigida a los suministradores y consumidores de educación virtual no reglada (empresas, centros de formación, organismos públicos). Pero, gracias a su carácter general puede ser usada por instituciones de educación reglada, como por ejemplo las universidades, en las que se lleven a cabo acciones de formación virtual, tanto en modalidad virtual como formación mixta.
Los modelos mencionados anteriormente no son los únicos desarrollados para evaluar la calidad de educación virtual, ya que existe gran cantidad de los mismos. La mayoría de dichos modelos aborda desde diferente perspectiva la evaluación de la educación virtual. La tabla 2 contiene el análisis comparativo de los modelos analizados durante la investigación bibliográfica. Dicho análisis abarca el nombre del modelo, su autor, año y país de su diseño, objetivo del modelo, las características destacadas de estos modelos, y las dimensiones que evalúan. El análisis se hace cronológicamente.
SÍNTESIS DE DIMENSIONES DE MODELOS ANALIZADOS
En la tabla 3 se sintetizan las dimensiones abordadas por cada uno de modelos presentados anteriormente.
Autor o nombre del modelo: 1-Kirkpatric, 2-García Aretio, 3-Van Slyke et al., 4-Marshall & Shriver, 5-McGriff, 6-Oliver, 7-MVU, 8-OLC, 9-Badrul, 10-Marcelo et al., 11-EFMD CEL, 12-eMM, 13-Fidalgo, 14-Ejarque et al., 15-SEA, 16-University of Wiscosin, 17-ECBCheck Model, 18-CALED, 19-UNIQUe, 20-Zhang & Jiang, 21-UNE66181, 22-Masoumi & Lindström, 23-AVU, 24-Marciniak, 25-EADTU.
A partir del análisis de 42 dimensiones propuestas por 25 modelos, se observa que no existe una dimensión que sea común para todos los modelos analizados, sin embargo, algunas de ellas se repiten frecuentemente (aunque algunas con diferente denominación), lo que significa que son consideradas como más relevantes y esenciales para evaluar la calidad de educación virtual. Entre dichas dimensiones se encuentran: contexto institucional, infraestructura tecnológica, estudiantes, docentes, pedagogía, y dimensiones que permiten evaluar el ciclo de vida del curso (o programa), es decir, la fase de su diseño, desarrollo y resultados. Al estudiar exhaustivamente estas dimensiones, se notan los diferentes significados asignados a cada una por los autores. Mientras que, por ejemplo, Van Slyke (1998) relaciona la dimensión de “contexto institucional” con la capacidad de la organización para implementar acciones de educación virtual como los objetivos de la institución, la infraestructura de soporte, y la capacidad económica; para Badrul (2005) esta dimensión abarca las cuestiones de asuntos administrativos, asuntos académicos, y servicios relacionados con el e-learning. Por otra parte, para los autores del modelo eMM, dentro de la dimensión contexto institucional se debe evaluar: situación y destinatarios del programa, modalidad de formación, ámbito de formación, necesidades de formación, liderazgo del programa y gestión de los recursos. En el modelo UNIQUe, la evaluación del contexto institucional abarca la valoración de la estrategia de la organización y aprendizaje, compromiso de innovación y abertura a la sociedad.
En cuanto a la dimensión de “infraestructura tecnológica”, hay bastante coincidencia entre los autores sobre el alcance de la evaluación dentro de dicha dimensión, definida como la capacidad tecnológica necesaria para que los estudiantes potenciales cubran el curso (Marciniak, 2015; Badrul, 2005; EFMD, 2006; CALED, 2010; MVU, 2002; Oliver, 2001). Esta capacidad debe ser valorada a través de los indicadores relacionados con los requisitos de hardware, accesibilidad, disponibilidad, usabilidad y navegabilidad, mantenimiento y la reusabilidad de los desarrollos tecnológicos y los contenidos usados en el proceso de enseñanza- aprendizaje. Para la MVU (2002), también se debería evaluar las habilidades de los estudiantes en el manejo de las Tecnologías de Información y Comunicación.
En la dimensión de “estudiantes” no todos los modelos presentan un enfoque coincidente. En general, este enfoque puede ser dividido en dos grupos. El primer grupo lo constituyen los modelos que proponen evaluar las características de los destinatarios ( Marciniak, 2015; EFMD CEL, 2006; Oliver, 2001; Van Slyke, 1998) como sus habilidades tecnológicas, acceso a la tecnología, autoregulación de aprendizaje, gestión personal del tiempo, dominio del ordenador. El segundo grupo lo conforman los modelos que proyectan evaluar la satisfacción de los estudiantes (CALED, 2010; Kirkpatric, 1994; OLC, 2002; EFQUEL, 2014). Dicha satisfacción puede ser medida en distintos aspectos como la satisfacción con docentes, materiales, contenidos, acceso al curso, infraestructura tecnológica, servicios académicos, servicios de apoyo, etc.
Los modelos que proponen evaluar la dimensión de “docentes”, al contrario que los modelos de evaluación de dimensión “estudiantes”, presentan un enfoque bastante coincidente. En casi todos se destaca la necesidad de evaluar si los docentes están cualificados para diseñar en el entorno virtual de aprendizaje, entre ellos, la capacidad del docente en la formación on-line para proyectarse a través del medio tecnológico, unas habilidades comunicativas adecuadas a la educación virtual (Marshall, 2004); el uso de las TICs en la enseñanza, la tecnología utilizada, una formación relacionada con la educación virtual (Oliver, 2001); habilidades para coordinar, ejecutar y evaluar el programa (Marciniak, 2015; EFMD CEL, 2006).
Casi todos los modelos analizados proponen evaluar aspectos relacionados con la “pedagogía” tales como: objetivos formativos (declaración de los propósitos de aprendizaje que se pretende lograr con el curso/programa virtual), contenidos temáticos (presentación de los temas y subtemas que constituyen), materiales y recursos didácticos (materiales y recursos diseñados y elaborados con la intención de facilitar el proceso de enseñanza- aprendizaje), actividades (diversas tareas realizadas por los estudiantes), estrategias de evaluación (indicadores para evaluar las políticas y procedimientos para la evaluación del aprendizaje de los estudiantes por parte de la universidad).
Otras dimensiones mencionadas con frecuencia por los modelos analizados son las que se proponen para evaluar la calidad de diferentes fases del ciclo de vida de un curso virtual (o programa), es decir, la evaluación de la calidad de cada una de las fases por las que el curso debe pasar durante su existencia. Este ciclo abarca la fase del diseño, de desarrollo y de resultados/impacto.
En cuanto al diseño, los indicadores propuestos por los modelos se refieren a la evaluación de dos aspectos: 1) El aspecto didáctico que abarca la evaluación del diseño de los objetivos del curso, estrategias de enseñanza y aprendizaje, actividades, materiales y recursos didácticos, estrategias de evaluación de aprendizaje de los estudiantes, contenido temático y estructura del curso; y 2) El aspecto tecnológico que proyecta evaluar el diseño de la plataforma virtual, funcionalidad de programa, medios de comunicación e interacción.
Con referencia al “desarrollo”, se nota un desacuerdo entre los autores en cuanto a los aspectos que se deben evaluar dentro de esta dimensión. Algunos autores, cuando hablan de “desarrollo”, se refieren a la autorización y producción de los materiales y recursos didácticos (Marshall, 2004; McGriff, 2000). Para otros, el “desarrollo” se refiere a la evaluación del desarrollo del curso, sin embargo, no hay coincidencia entre ellos en cuanto a su significación. Para unos, es el proceso de evaluación del curso desde su puesta en marcha y la planificación de actividades hasta la evaluación final del curso (Ejarque, 2008). Para otros, es el proceso de evaluación de preparación formativa de los docentes-tutores, sus formas de comunicación e interacción con los participantes, estrategias de enseñanza utilizadas por ellos, y sus funciones motivadoras (SEA, 2008).
En la esfera de la evaluación de “resultados/impacto” también encontramos una diversidad de enfoques en los modelos analizados que responden a paradigmas, algunas veces, contradictorios y opuestos. Por ejemplo, García Aretio (1998), para la evaluación de los resultados, propone indicadores referidos a la consecución o no de los objetivos de la institución y el producto de la misma, mientras que Marshall habla del grado en el que el curso on-line les permite a los participantes transferir los conocimientos adquiridos al puesto de trabajo. Según The University of Wiscosin (UW, 2002), la evaluación de los resultados se refiere a la evaluación de los cambios de los individuos, grupos, comunidades, organizaciones, comunidades o sistemas, mientras que, para The African Virtual University (AVU, 2014), es la evaluación de la retención de los estudiantes, tasa de rendimiento, e impacto de programa. Por otra parte, Masoumi y Lindström (2012), con respecto a la evaluación de los resultados, proponen utilizar indicadores referidos a la relación costo-eficacia, eficacia de aprendizaje, satisfacción de los estudiantes, satisfacción de los docentes.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
La mejora de la calidad de la educación universitaria constituye uno de los principales objetivos de los actores implicados en la misma. Sin embargo, cuando dicha educación es llevada a cabo a través de una modalidad virtual, cabe preguntarse si debe evaluarse su calidad a través de las mismas dimensiones que se utilizarían para evaluar la calidad de la educación presencial. Algunos autores piensan que sí, otros que no. Los primeros consideran que la evaluación de la calidad en los entornos virtuales es básicamente la misma que la evaluación de la calidad de educación presencial y que, tan sólo, difiere en la importancia de sus dimensiones. Por ejemplo, Butcher y Hoosen (2014) mantiene que:
Los fundamentos de evaluación de calidad no deben depender de si la educación se realiza de forma tradicional u online... es poco probable que el crecimiento de la apertura exija cambios importantes en las prácticas de evaluación de calidad en las instituciones. Los principios de la educación superior de buena calidad no han cambiado... La educación virtual de calidad es un subgrupo de una educación de calidad... La educación virtual debe estar sujeta a los mismos mecanismos de garantía de calidad que la educación en general. (p. 14, traducción propia).
Sin embargo, Jung y Latchem (2012) sostienen que la educación virtual es tan diferente en su organización, inscripción y operación de la educación tradicional, que no se pueden aplicar los mismos mecanismos y dimensiones para evaluar la calidad de las dos modalidades de educación. Evaluar la calidad educativa desde una modalidad presencial y desde una modalidad virtual requiere de parámetros y modelos adecuados a los contextos en los que se producen y desarrollan (Marciniak, 2016; Silvio, 2006; Veytia y Chao, 2013).
Como resultado de la polémica sobre cómo evaluar la calidad de la educación virtual, hasta la fecha se han desarrollado múltiples modelos que intentan dar respuesta a dicha pregunta. En el presente artículo se analizaron los modelos más representativos, incidiendo en las dimensiones que proponen para evaluar la antemencionada calidad con el propósito de saber ¿qué dimensiones proponen?, ¿cómo las definen?, ¿cuáles de ellas son más relevantes o más frecuentemente consideradas por los modelos analizados?
A partir del análisis de las 42 dimensiones propuestas por 25 modelos se observa que no existe una dimensión que sea común para todos los modelos de calidad analizados, sin embargo, algunos modelos poseen dimensiones iguales, por lo que podemos deducir que tienen un núcleo común y, a la vez, integran dimensiones divergentes, así como los significados que asignan a las dimensiones elegidas.
Concluimos entonces que, a pesar de ser específicas para la evaluación de la educación virtual, no existe un criterio unificado en cuanto a las dimensiones abordadas para dicha evaluación.
El análisis de los 25 modelos nos proporciona una idea sobre las dimensiones que más relevantes o más frecuentemente consideradas como aspectos esenciales para evaluar la calidad de la educación virtual. Dichas dimensiones se clasifican en seis grandes apartados:
La utilización de dichas dimensiones para evaluar un curso o programa virtual cumple con el siguiente postulado de Sarramona (2001):
La evaluación de un curso en línea ha de abarcar la evaluación desde el diagnóstico previo (el diagnóstico de necesidades y contexto) hasta la planificación (la evaluación del «input», es decir, de los elementos que constituyen el programa del curso: contenidos, recursos didácticos, estrategias de evaluación, etc.), el proceso aplicativo (respecto a los posibles ajustes a realizar para que el curso cumpla sus propósitos), y los resultados (previstos, indirectos y no previstos) (p. 6).
Como fortaleza de los modelos analizados, se concluye que desplazan la atención de la evaluación de la educación virtual hacia diferentes aspectos de la misma como contexto en el que se realiza la educación; agentes involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje (docentes y estudiantes); infraestructura tecnológica a través de la cual se implementa un curso virtual; aspectos pedagógicos como objetivos formativos, estrategias de enseñanza y evaluación del aprendizaje de los estudiantes, actividades, materiales y recursos didácticos; fase de diseño, desarrollo y evaluación de un curso virtual. También proponen evaluar otros elementos que, en la opinión de los autores de los modelos analizados, definen la calidad de la educación virtual, en mayor o menor grado.
Por otra parte, dichos modelos presentan ciertas debilidades. Una de ellas es la carencia de un consenso en cuanto al número de dimensiones; hay modelos que proyectan evaluar sólo tres dimensiones y otros hasta ocho. Otra debilidad se manifiesta en el diferente significado asignado a las dimensiones. Sus interpretaciones son muy diferentes dependiendo del autor que las formuló y de la metodología empleada para alcanzarlas. Dichas debilidades hacen necesario elaborar un modelo, que contribuya con diversos componentes a generar un modelo aplicable a la evaluación de calidad de educación virtual, integrando las dimensiones comunes y de mayor relevancia.
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Notas
Notas de autor