Estudios

CLAVES DE ACCIÓN SOCIOEDUCATIVA PARA PROMOVER LA PARTICIPACIÓN DE LAS FAMILIAS EN PROCESOS DE ACOGIMIENTO

SOCIO-EDUCATIVE KEY ACTIONS TO PROMOTE FAMILY PARTICIPATION IN FOSTER CARE PROCESSES

M. Ángels Balsells Bailón 1
Universidad de Lleida, España
Aida Urrea Monclús 2
Universidad Autónoma de Barcelona, España
Carmen Ponce Alifonso 3
Universidad Rovira i Virgili, España
Eduard Vaquero Tió 4
Universidad de Lleida, España
Alicia Navajas Hurtado 5
Universidad de Lleida, España

CLAVES DE ACCIÓN SOCIOEDUCATIVA PARA PROMOVER LA PARTICIPACIÓN DE LAS FAMILIAS EN PROCESOS DE ACOGIMIENTO

Educación XX1, vol. 22, núm. 1, pp. 401-423, 2019

Universidad Nacional de Educación a Distancia

Recepción: 07 Marzo 2018

Aprobación: 08 Junio 2018

Cómo referenciar este artículo / How to reference this article:

Balsells Bailon, M.Á.; Urrea Monclús, A.; Ponce Alifonso, C.; Vaquero Tió, E. y Navajas Hurtado, A. (2019). Claves de acción socioeducativa para promover la participación de las familias en procesos de acogimiento. Educación XX1, 22(1), 401-423, doi: 10.5944/educXX1.21501

Balsells Bailon, M.Á.; Urrea Monclús, A.; Ponce Alifonso, C.; Vaquero Tió, E. & Navajas Hurtado,A. (2019). Claves de acción socioeducativa para promover la participación de las familias en procesos de acogimiento. [Socio-educative key actions to promote family participation in foster care processes]. Educación XX1, 22(1), 401-423, doi: 10.5944/educXX1.21501

Resumen: El enfoque de la parentalidad positiva está contribuyendo a cambiar el modelo de intervención en el Sistema de Protección a la Infancia y a la Adolescencia. Desde este enfoque, la participación de la familia biológica se contempla como un elemento esencial que facilita la vuelta a casa de los hijos, promueve la implicación de los padres y ayuda a incrementar su conciencia sobre los motivos reales de la separación. El artículo muestra los resultados de un estudio llevado a cabo en España cuyo objetivo fue analizar la participación de la familia en el momento en el que comienza la medida de acogimiento, ya que esta conforma una fase fundamental en la intervención. Para ello, se ha realizado una investigación cualitativa utilizando grupos de discusión y entrevistas semi-estructuradas con 135 participantes: 63 profesionales del Sistema de Protección, 30 niños y adolescentes involucrados en procesos de acogimiento y reunificación y 42 padres de estos jóvenes. Los resultados profundizan en ciertos ámbitos relacionados con la información que las familias reciben, así como en su implicación y participación en el proceso. Entre los hallazgos, se resalta la sensación de vacío informacional de los padres en cuanto a los aspectos legales y las características del recurso de acogida, así como las escasas oportunidades que se les ofrecen para implicarse en la toma de decisiones. Al respecto, se proponen acciones socioeducativas encaminadas a optimizar la práctica profesional e involucrar a las familias en la mejora del ejercicio de su parentalidad.

Palabras clave: Educación familiar, participación de los padres, protección a la infancia, acogimiento, intervención, análisis de contenido.

Abstract: The positive parenting perspective is contributing towards changing the intervention model with families involved in the child welfare system. From this perspective, the participation of the biological family is seen as a key factor which facilitates the returning home of children, promotes parent involvement and helps to create awareness about the real reasons for the family separation. This research shows the results of a study carried out in Spain, the aim of which was to analyze the participation of the family at the beginning of the separation, a crucial moment for the intervention. To achieve this goal, a qualitative study was carried out using an exploratory design with focus groups and semi-structured interviews of 135 participants: 63 professionals who worked in child welfare, 30 fostered children and adolescents and 42 fathers and mothers who were the parents of these children and adolescents. The results of the study consider some areas related to the information that families received in depth, as well as their involvement and participation in the fostering process. Some findings may be highlighted include the lack of information provided about the legal aspects of fostering, the lack of knowledge related to the characteristics of foster placement and the few opportunities for parents to be involved in decision making. In this regard, the article proposes different socio-educative key actions to improve professional practices and to reinforce the involvement of parents.

Keywords: Family education, parent participation, child protection, child placement, intervention, content analysis.

INTRODUCCIÓN

La acción socioeducativa con familias en situación de vulnerabilidad y, más concretamente, los programas de educación familiar dirigidos a mejorar el ejercicio de las competencias parentales, están recibiendo una especial atención desde la aprobación de la Recomendación 19 del Comité de Miembros de la Unión Europea sobre Políticas de Apoyo a la Parentalidad (2006). La parentalidad positiva queda definida en esta Recomendación como el «comportamiento de los padres fundamentado en el interés superior del niño, que cuida y desarrolla sus capacidades, que no es violento y ofrece reconocimiento y orientación, y que incluye el establecimiento de límites que permitan el pleno desarrollo del niño» (p. 3).

Este marco de la parentalidad positiva está permitiendo desarrollar nuevas prácticas profesionales con una fundamentación científica que recoge un enfoque ecológico, inclusivo y participativo. Muestra de ello son los trabajos promovidos por el Ministerio de Sanidad, Servicios sociales e Igualdad, así como los realizados por la Federación Española de Municipios y Provincias (Rodrigo et al., 2015; Rodrigo, Máiquez, y Martín-Quintana, 2010a, 2010b; Rodrigo, Máiquez, y Martín, 2011).

Cuando nos referimos a la intervención socioeducativa con familias cuyos hijos se encuentran en el Sistema de Protección a la Infancia y a la Adolescencia, observamos cómo el marco de la parentalidad positiva ayuda a analizar las situaciones de maltrato, negligencia y abandono desde una mirada menos «patológica», entendiendo que (salvo excepciones) las situaciones de maltrato son el resultado de un mal ejercicio de la parentalidad. Lejos de pensar que estas familias tienen «características innatas», esta nueva mirada se centra en la familia desde el punto de vista de su capacidad para hacerse cargo de sus hijos, focalizándose en sus competencias y no en analizar únicamente cuáles son sus debilidades y factores de riesgo.

Desde este prisma, la participación activa de las familias aparece como un elemento ineludible para generar procesos de enseñanza y aprendizaje, mejorar su ejercicio de la parentalidad y restituir el vínculo familiar. La importancia de la participación de la familia es clave no solo de cara hacia una posible reunificación familiar, sino también para la transición a la vida adulta de los hijos una vez finalice su medida de acogida, ya que gran parte de los adolescentes tutelados a su mayoría de edad vuelven con su familia de origen, a pesar de que esta no ha sido una opción planificada y la convivencia no se considera oportuna.

En este sentido, parece necesario y especialmente relevante crear una cultura de participación con la familia e indagar en torno a los elementos constituyentes de la intervención desde este nuevo enfoque de la parentalidad positiva, profundizando en las necesidades socioeducativas de las familias cuando pierden la tutela de sus hijos y tienen que iniciar un camino de mejora de sus competencias parentales.

LA PARTICIPACIÓN DE LAS FAMILIAS EN LOS PROCESOS DE SEPARACIÓN Y ACOGIMIENTO

Ante una situación de desamparo provocada por acciones de maltrato o de negligencia por parte de las familias, los Sistemas de Protección a la Infancia y a la Adolescencia proceden a separar temporalmente al niño o adolescente de su familia de origen. Independientemente de la medida de acogimiento que se adopte (acogimiento en familia o acogimiento en centro residencial), el trabajo con la familia de origen es necesario para conseguir que los hijos puedan volver a casa o desaparezcan las causas que provocaron la separación.

Autores como Amorós (1996), Farmer y Wijedasa (2013) y Balsells (2013) señalan la importancia de empezar a trabajar con la familia desde el momento en que se plantea la separación familiar, con la finalidad de poder conseguir la colaboración por parte de la misma en la elaboración conjunta del plan de caso. La acción socioeducativa en estos momentos iniciales del proceso se debería basar en fomentar la participación de la familia en todas las decisiones para conseguir su aceptación de la medida, involucrar y comprometer a todos los miembros de la familia para llevar a cabo los cambios necesarios con el fin de asegurar la reunificación y promover la consciencia del problema y de las razones por las cuales se origina la separación (Amorós, Palaciós, Fuentes-Peláez, León, y Mesas, 2003; Balsells et al., 2014; Ellingsen, Shemmings, Størksen, & Storksen, 2011; Fuentes-Peláez, Balsells, Fernández, Vaquero, & Amorós, 2014; Schofield & Ward, 2011).

A pesar de su importancia, las prácticas actuales se caracterizan por unos niveles muy bajos de información y de participación de los padres en el momento en el que los hijos son separados de la familia de origen. A nivel internacional, destaca una investigación sobre los profesionales de los Servicios de Protección en Israel que muestra la escasa consideración que reciben los deseos de los padres y los hijos durante este proceso, ya que los profesionales no tienen en cuenta sus aportaciones en las evaluaciones de riesgo (Arad-Davidson & Benbenishty, 2008). En otra investigación, donde participaron 828 profesionales de los Servicios de Protección de Israel, Holanda, Irlanda del Norte y España, se muestra cómo la opinión de los padres no fue considerada por los profesionales en ninguno de los países (Benbenishty et al., 2015). Del mismo modo, Palmer, Maiter y Manji (2006), en un estudio en el que se realizaron 66 entrevistas a padres en Canadá, señalaron que las familias reciben muy poca información de los Servicios de Protección. Asimismo, Smithson y Gibson (2016) apuntan que los padres y madres se sienten juzgados y cohibidos, emocionalmente poco comprendidos y estresados por el trato que reciben desde los servicios del Sistema de Protección, así como frustrados porque se les ha tomado poco en cuenta en la toma de decisiones. Siguiendo esta línea, estudios con padres que habían padecido situaciones de violencia filo-parental, muestran que casi la totalidad de las familias entrevistadas se sintieron desatendidas e incomprendidas por los profesionales, quienes tampoco favorecieron su participación en la toma de decisiones.

Así pues, la participación de las familias parece ser una tarea pendiente en la acción profesional, aunque debe suponer una premisa de calidad y acción preventiva en las intervenciones socioeducativas. Dicha participación no debe limitarse a acciones puntuales de consulta hacia la familia, sino a una implicación activa y constante durante todo el proceso de acogimiento y reunificación.

Al respecto, es importante tomar en consideración que existen diferentes grados de participación de las familias. El análisis comparativo realizado por Merkel-Holguin y Wilmot (2005) así lo manifiesta, señalando distintos niveles. En el más bajo se encuentran los Sistemas de Protección en los que las familias no están incluidas en las reuniones donde se toman decisiones sobre sus hijos. En el más alto, se encuentran los Sistemas de Protección en los que las familias elaboran planes iniciales que posteriormente se comparten con los profesionales, los cuales trabajan colaborativamente con la familia para asegurar que son posibles y se cumplen los más altos estándares para lograr los objetivos de seguridad, permanencia y bienestar.

A pesar de estas evidencias en la literatura, y aunque es una práctica todavía minoritaria, hay varios autores que señalan que los beneficios de incorporar la voz de las familias en su proceso están directamente vinculados con la probabilidad de la reunificación (Lee, Hwang, Socha, Pau, & Shaw, 2012; Schofield, Beek, Ward, & Sellick, 2011). Escuchar la voz de las familias en las decisiones que les afectan aumenta la probabilidad de vuelta a casa, dado que su participación directa hace que sean más propensas a colaborar (Burford & Hudson, 2002). Asimismo, las familias se sienten empoderadas, el conflicto familiar decrece y entienden mejor los planes de caso de la institución (Baumann, Fluke, & Casillas, 2012).

En definitiva, actualmente se está produciendo un cambio de perspectiva del trabajo en los Sistemas de Protección a la Infancia y a la Adolescencia, otorgando un papel más activo a los miembros de la familia y otros agentes relacionados con el bienestar de los hijos (Balsells, 2013). Este hecho favorece que los profesionales sientan que la participación de las familias en la toma de decisiones haga que el niño o adolescente esté más protegido y que las reunificaciones sean más estables (Baumann et al., 2012). Trabajar desde esta perspectiva en la que se promueve la participación de la familia implica que los profesionales crean: a) que las familias tienen derecho a participar en la decisiones que les afectan; b) que las familias son competentes para tomar decisiones siempre que tengan la información y el apoyo necesarios; y c) que las decisiones tomadas dentro de la familia tienen mayor probabilidad de éxito que las impuestas por agentes externos (Burford & Hudson, 2002).

LA GESTIÓN EMOCIONAL Y LA COMUNICACIÓN EN LOS PROCESOS DE ACOGIMIENTO

Los momentos iniciales de una medida de acogida se caracterizan por ser un periodo crítico de adaptación de la familia. Aunque las intervenciones estén justificadas y se lleven a cabo con el objetivo de proteger a los hijos y garantizar su máximo bienestar, no hay que olvidar que la separación puede suponer un hecho traumático para la familia en su conjunto e implica el inicio de un proceso emocional intenso.

La participación de la familia en esta fase está vinculada con los aspectos emocionales, e influye en la asimilación de la información recibida. Muchas veces la familia se muestra hostil y rechaza el apoyo profesional, de modo que su predisposición emocional es negativa y no está en posición de entender y asimilar la información o colaborar con el plan de trabajo, lo cual dificulta la reunificación. Según Schofield et al. (2011) y Thomas, Chenot, y Reifel (2005) la positividad, la adaptabilidad, la flexibilidad, la confianza, la seguridad y la autonomía de los padres son factores que facilitan la reunificación con los hijos. Se considera crucial que los padres sean adaptativos, resolutivos, abiertos al cambio, flexibles ante la situación que les atañe y adquieran confianza, seguridad y autonomía en ellos mismos para poder superar su situación.

En base a esto, la acción socioeducativa con las familias debe encaminarse a disminuir estas reticencias iniciales para ir transformándolas en una motivación hacia cambios positivos, considerando la medida de acogida como positiva y de ganancia personal tanto para ellos como para sus hijos. Todo ello requiere de diferentes competencias profesionales que puedan promover un cambio en las actitudes, procedimientos y comportamientos de la familia. Estudios como los realizados por Montserrat y Melendro (2017) resaltan el valor de las competencias profesionales en este aspecto, poniendo en alza aquellas más vinculadas con las relaciones interpersonales entre los profesionales y los jóvenes y familias en situación de riesgo social.

Así, por ejemplo, la investigación de Montserrat y Melendro (2017), manifiesta que las competencias valoradas en mayor medida por los adolescentes acogidos en centros residenciales son: la empatía, el acompañamiento, el apoyo, el buen trato, el respeto, la confianza, la escucha activa, la paciencia, el sentido del humor y la claridad en las explicaciones. Como puede observarse, todas estas habilidades se enmarcan dentro de la gestión emocional, las habilidades sociales y las estrategias comunicativas.

La presente investigación pretende ampliar estos conocimientos indagando sobre la acción socioeducativa con familias, centrándose en los aspectos de gestión emocional, de comunicación e información y de participación familiar en los momentos iniciales de una medida de acogida. Todo ello plantea interrogantes como: ¿Qué aspectos son más relevantes para atender las necesidades de información y participación de las familias que tienen sus hijos dentro del Sistema de Protección a la Infancia y a la Adolescencia? ¿Qué información precisan las familias sobre los aspectos legales, sobre el plan de caso y sobre el recurso de acogida? ¿Cómo ayudar a gestionar las emociones en cada momento para favorecer la asimilación de toda esta información?

PLANTEAMIENTO METODOLÓGICO Y PROCEDIMIENTO DE LA INVESTIGACIÓN

La investigación llevada a cabo utiliza una metodología cualitativa con finalidad descriptiva-explicativa. Incluyó un diseño exploratorio utilizando grupos de discusión y entrevistas semi-estructuradas con múltiples informantes, que permitió encontrar aspectos relevantes desde distintas perspectivas de los participantes.

Participantes

La investigación contó con un total de 135 participantes de cuatro Comunidades Autónomas diferentes de España: Cataluña, Galicia, Cantabria e Islas Baleares. De ellos, 63 eran profesionales que trabajaban en Sistema de Protección a la Infancia y a la Adolescencia, 42 padres con planes de reunificación o recientemente reunificados, y 30 niños y adolescentes que habían pasado por un proceso de acogimiento familiar o residencial. Estos participantes fueron escogidos a través de un proceso de selección que se efectuó durante el año 2013. Los investigadores se pusieron en contacto con diferentes responsables del Sistema de Protección de las Comunidades Autónomas mencionadas para establecer convenios de investigación. Estos facilitaron el acceso a niños y adolescentes acogidos, familias biológicas y profesionales, que fueron seleccionados según unos criterios establecidos.

Los criterios de selección de los profesionales fueron: 1) que trabajasen en el Sistema de Protección, 2) que tuvieran experiencia en acogimiento residencial o familiar y 3) que representasen el carácter multidisciplinar de los profesionales, es decir, que tuvieran titulaciones diversas: educadores sociales, pedagogos, psicólogos y trabajadores sociales.

Las características de los profesionales quedan reflejadas en la siguiente Tabla 1.

Tabla 1
Características de los profesionales participantes
Características de los profesionales participantes

Los criterios de selección de los padres fueron: 1) familias que ya estaban reunificadas o con pronóstico de reunificación como máximo en los siguientes dos meses, 2) familias que habían realizado o estaban realizando un plan de reunificación, 3) familias con predisposición y actitud de colaboración con los profesionales y 4) familias con diferentes características de edad, estructura familiar, etc.

Las características de los padres participantes en el estudio se exponen en la Tabla 2.

Tabla 2
Características de los padres participantes
Características de los padres participantes

Para el grupo de participantes compuesto por niños y adolescentes los criterios de selección fueron los siguientes: 1) que tuvieran entre 12 y 20 años; 2) que hubieran pasado al menos un año en medidas de acogimiento y 3) que no tuviesen ninguna discapacidad mental o sensorial.

Las características de los niños y adolescentes que participaron en la investigación se muestran en la Tabla 3.

Tabla 3
Características de los niños y adolescentes participantes
Características de los niños y adolescentes participantes

Instrumentos de recogida de información

Para la recogida de información se utilizaron grupos de discusión y entrevistas semi-estructuradas basadas en una guía con varios instrumentos: 1) ficha de identificación para recopilar los datos básicos de los participantes, 2) guion de preguntas para el desarrollo de los grupos de discusión y las entrevistas semi-estructuradas y 3) ficha-resumen donde los investigadores recogían aspectos relacionados con el desarrollo del grupo como son la fecha, la duración, el lugar de realización, la motivación de los participantes, la cohesión y la dinámica.

Los guiones fueron fruto de la revisión documental de la literatura científica sobre la temática donde se detectaron elementos clave que debían ser indagados. El enfoque de las preguntas pretendía que los participantes expusieran sus experiencias acerca del proceso de acogimiento y reunificación, incidiendo sobre los momentos iniciales de la medida: cómo ocurrió, qué sentimientos afloraron, qué ayudas tuvieron, etc. Las preguntas se formularon desde la óptica de los diferentes participantes involucrados: padres, niños y adolescentes y profesionales.

Procedimiento y análisis de datos

Se realizaron 18 entrevistas y 22 grupos de discusión que fueron grabados en audio y transcritos con el fin de asegurar la exactitud de la información.

El análisis de contenido se llevó a cabo utilizando el sistema bottom-up. La primera etapa de análisis fue textual, seleccionando párrafos, fragmentos y citas importantes de las transcripciones. La segunda etapa fue conceptual, para identificar las categorías y subcategorías que podían estar interrelacionadas y que se definieron cuando los datos llegaron a la saturación. Para el procesamiento de los datos cualitativos se utilizó el software Atlas.ti 6.2.

El proceso de extracción de códigos y categorías fue evaluado mediante un proceso de validación en el que participaron cuatro jueces. Finalmente, el análisis de contenido se sometió a la revisión por pares para conseguir la máxima fiabilidad y credibilidad de los datos extraídos..

Consideraciones éticas

Se elaboró un documento de consentimiento informado para los participantes donde se explicaba el objetivo de la investigación, el propósito científico, sus derechos como participantes y el tratamiento confidencial de los datos recabados. Antes de hacer las entrevistas y grupos de discusión, se animó a los participantes a realizar cualquier tipo de pregunta para corroborar su comprensión y voluntad de participar. En el caso de los niños y adolescentes, se pidió autorización y consentimiento a los padres o a la Administración Pública que tenía su tutela legal en ese momento.

RESULTADOS

El análisis de contenido de las voces de los padres, hijos y profesionales ha permitido identificar diferentes aspectos clave durante la primera fase de la medida de acogimiento: a) la implicación de los padres en la toma de decisiones, b) la información sobre los aspectos legales que conlleva una medida de acogimiento, c) la información sobre las características del plan de caso, d) la información sobre las particularidades del recurso de acogida concreto en el que residirán los hijos, e) la asimilación de la información recibida y las estrategias de búsqueda de información de los padres y f) las estrategias de gestión emocional y comunicación de los profesionales.

Implicación de los padres en la toma de decisiones

Los resultados muestran que los padres no suelen ser involucrados en la toma de decisiones. La participación de la familia en la valoración de la situación de riesgo, en la conveniencia del tipo de medida, en la selección del recurso de acogida o en la concreción de los objetivos del plan de caso, entre otros, es escasa. Los profesionales se limitan a informarles, lo cual convierte a las familias en sujetos pasivos y receptores de información en lugar de sujetos activos que son escuchados y tenidos en cuenta en las decisiones.

La percepción de los padres respecto a la información recibida es baja y negativa. Se aprecia un gran consenso entre los mismos sobre la falta de información acerca de la valoración de los profesionales sobre la situación de riesgo. Desde su perspectiva, no reciben suficiente información, aunque esta percepción puede verse sesgada por la situación emocional y mental que implica la separación familiar, favoreciendo una visión distorsionada de la información que realmente recibieron.

Te los quitan y no te explican por qué. (Grupo de discusión con padres).

Este posible sesgo se debe a que en la primera fase del proceso de acogida la familia se encuentra en un estado de shock y de crisis, que le dificulta asimilar y comprender la información que trasladan los profesionales. Esto obstaculiza tanto la comprensión de los motivos que han ocasionado la separación como la posterior implicación de la familia en la toma de decisiones. Apoyando este hecho, los padres señalan que a menudo no son conscientes de la situación en la que se encuentran sus hijos hasta que ha transcurrido un tiempo de la separación y pueden asimilar adecuadamente lo ocurrido.

Lo que pasa que para mí la información no es total, es como algo sí, estás mal, no sabes qué hacer como madre, haces que le ingresen, pero no me di cuenta hasta que pasaron los meses de las circunstancias en las que estábamos. (Entrevista con padres).

Los resultados sugieren que, a pesar de que se ofrezca información a las familias sobre los motivos de la separación, estas no están preparadas para recibir y asimilar dicha información., lo cual apunta la necesidad de personalizar y replantear los momentos y el proceso de información que realizan los profesionales.

Información sobre los aspectos legales de la medida de acogimiento

En los momentos iniciales de la medida de acogimiento, las familias son parcialmente conscientes de sus derechos, responsabilidades y obligaciones. Los padres más propensos a confundir la situación de acogimiento con otras medidas de protección como la adopción, son aquellos cuyos hijos se encuentran en acogimiento en familia ajena y no residieron previamente en un centro de acogida.

La familia no distingue entre adopción y acogimiento cuando la familia es ajena. Si el proceso pasa por el centro, la comprensión de la familia es superior, ya no es vivido como una «adopción» por parte de otra familia. (Grupo de discusión con profesionales).

Los padres coinciden en la falta de información sobre sus derechos y deberes ante la medida de acogida, pero esta percepción se puede ver influenciada por la situación emocional en la que se encuentran en esta fase. Los profesionales son conscientes de la influencia de esta situación emocional y por ello hacen hincapié en este aspecto.

Estos hallazgos vuelven a remarcar la necesidad de replantear el proceso de información a los padres, considerando necesario revisar en qué momentos se ofrece la información y a través de qué medios, con el fin de optimizar y personalizar dicho proceso para incrementar su efectividad. En base a esto, se resalta la importancia de incidir con los padres en todas las cuestiones legales relacionadas con la situación de acogimiento, particularmente en los casos de acogimiento en familia ajena.

Información sobre las características del plan de caso

Los profesionales entrevistados destacan la necesidad de acordar las condiciones del plan de caso con la familia, con el fin de que los hijos puedan volver a casa. Estas condiciones suponen una serie de cambios en la familia, los hijos y el entorno. Este es uno de los aspectos que las familias interiorizan con mayor facilidad, la necesidad de la consecución de ciertos objetivos para favorecer la reunificación.

No obstante, el conocimiento que los padres tienen acerca de qué fases constituyen el proceso de acogimiento y reunificación, así como de la temporalidad o duración del mismo, es difuso. Aunque la mayoría de los padres conocen que el acogimiento es una medida provisional, no saben con certeza cuál será su temporalidad. Algunos asimilan esta temporalidad desde el principio y otros, en cambio, la comprenden con el paso del tiempo, especialmente aquellos que confunden el acogimiento con una situación de adopción.

Yo tenía metido en la cabeza que iban en adopción, pero luego vi que no era eso porque los veía, me los traía. (Grupo de discusión con padres).

Por otro lado, los datos sugieren que cierto tipo de información puede ser más susceptible que otra para ser procesada en los primeros momentos del proceso de acogimiento. En este caso, la necesidad de cumplir una serie de objetivos para alcanzar la reunificación parece ser información de una comprensión asequible para los padres, más que, por ejemplo, la información relacionada con los motivos reales de la separación.

Información sobre las particularidades del recurso de acogida

Los entrevistados consideran muy recomendable que los padres conozcan las características del recurso de acogida donde residirán sus hijos. Especialmente en casos de acogimiento residencial, los profesionales estiman oportuno que las familias conozcan personalmente el lugar en el que vivirá su hijo, así como las dinámicas del mismo o alguna persona de referencia para acudir en caso de necesidad. Para ello, los participantes proponen que sean los hijos quienes enseñen a sus familiares dónde van a residir y las dinámicas de vida cotidiana.

Fuimos un día a ver el centro con mi madre y un educador. Yo lo vi bastante bien, alegre, había felicidad, no había ruina ni miseria. De ninguna manera me sentí mal, presionado o estresado, no lo veía como una prisión». (Entrevista con adolescentes).

Sin embargo, esta es una práctica aún poco extendida, y la información que suelen obtener los padres sobre el recurso en el que se encontrarán los hijos es escasa.

Sabía dónde estaba pero no por dentro, no enseñan las instalaciones. (Entrevista con padres).

Estos hallazgos sugieren que la transmisión de la información relacionada con las características del recurso de acogida parece no ser una prioridad de los profesionales en algunos de los casos, a pesar de ser una práctica que constituye un aspecto muy valorado por los padres.

Proceso de asimilación de la información recibida y estrategias de búsqueda de información

Como apuntan los resultados, el hecho de que los padres comprendan qué está sucediendo y por qué, cuáles son sus derechos y responsabilidades, qué es necesario para la reunificación y cómo es el recurso al que van sus hijos, es clave para facilitar una gestión adecuada de la situación y un buen desarrollo del proceso posterior. Al respecto, los profesionales subrayan la importancia que tiene la conciencia y la comprensión del problema real que ocasionó la separación para avanzar hacia una mayor colaboración e implicación de la familia, así como para concebir de forma positiva el acogimiento y asumir responsabilidades hacia la reunificación.

Lo principal es el reconocimiento del problema, si no existe un reconocimiento del problema es difícil el trabajo posterior y no se va a poder asumir de una manera positiva el acogimiento. (Grupo de discusión con profesionales).

Pese a ello, al comienzo de la medida de acogida la gran mayoría de los padres no son conscientes de los motivos reales que producen la separación. Los participantes constatan que la conciencia y la comprensión del problema se adquieren mediante un proceso gradual que comienza en momentos posteriores a la separación. De ahí la importancia de adecuar y adaptar la información en estos momentos iniciales de comunicación de la medida, con la finalidad de que los padres puedan ir integrando la información acorde a su proceso gradual de comprensión.

Que en el momento en que se comunica una tutela no se dé mucha información porque están en otra cosa, y toda la información que se está dando no se quedan con ella. (Grupo de discusión con profesionales).

No obstante, los resultados muestran que algunos padres quisieran recibir más información y optan por solicitarla. De este modo, afrontan estos momentos iniciales de la separación buscando información para cubrir sus dudas e informarse en aquellas cuestiones que le originan incertidumbre, preguntando a los propios profesionales e incluso algunos, solicitando ayuda a otros recursos formales.

Yo aparte de que tenía esa información, yo iba a por la información, iba a informarme, cosas que a lo mejor ellos se le escapaban, o incluso yo me adelantaba a pedirles información. (Entrevista con padres).

Estos hallazgos permiten observar cómo una de las estrategias de afrontamiento en los primeros momentos de la separación de algunos de los padres consiste en buscar más información, ya que la ofrecida les parece insuficiente o no llegan a comprenderla o asimilarla del todo.

Estrategias de comunicación y gestión emocional de los profesionales

Los participantes apuntan que en los primeros momentos del proceso de acogimiento, resulta indispensable poder establecer una adecuada relación entre los diferentes miembros de la familia y los profesionales. Sugieren optar por estrategias de comunicación empáticas y asertivas, que impliquen considerar los puntos de vista de los diferentes miembros de la familia, así como comprender y ponerse en el lugar del otro. Subrayan la necesidad de construir un entorno de comodidad y cercanía en el que se favorezca un sentimiento de apoyo durante todo el proceso de separación. Para reforzar esta empatía, proponen que se pueda disponer de un teléfono y/o técnico de referencia al que dirigirse para preguntar sobre su hijo o informar sobre cualquier duda o aspecto que consideren relevante.

En esta línea, los hallazgos reivindican que a través de la relación interpersonal y la comunicación, el apoyo emocional transmitido es crucial para muchos de los padres. Estos consideran fundamental el hecho de tener a alguien con quien hablar, que les escuche y normalice sus sentimientos y, a su vez, les capacite para hacer cambios en sus circunstancias actuales.

Que no quiten a los hijos y ya está, se tendrían que poner en su lugar y ver cómo se sentirían si de golpe le quitasen a sus hijos. (Grupo de discusión con niños y adolescentes).

La persona que contacta contigo es muy importante, la comodidad con la que te puedas relacionar. (Grupo de discusión con padres).

Escuchándome, corrigiéndome en cada momento y en cada momento con mucho amor y sobre todo con mucho cariño me hablaba, me decía, me corregía, me animaba. (Entrevista con padres).

En este particular, los profesionales manifiestan que es de suma importancia comunicar a la familia que la medida de acogida no acaba con la relación familiar, sino que supone un proceso conjunto de crecimiento gradual donde las visitas y los contactos tienen un papel fundamental.

Otro aspecto relevante para establecer la relación de empatía se basa en el refuerzo a la familia, poniendo en alza los aspectos positivos que permitan su empoderamiento. Respecto a ello, los profesionales sugieren trabajar desde la confianza, la motivación y las potencialidades, evitando culpabilizar o sospechar siempre de las conductas de los padres.

Es importante transmitir, como profesional, que hay una parte de ti que confía en ellos, que en un año tenemos que hacer posible la reunificación, es un mensaje positivo de cara a la familia. (Grupo de discusión con profesionales).

Por su parte, las familias consideran relevante el hecho de que los profesionales muestren la situación como un proceso de reeducación tanto de padres como de hijos, en el que se recibirá apoyo profesional de un modo constante.

Ellos me fueron ayudando a creerme de que yo podía recuperarlos, hasta que efectivamente los recuperé. (Grupo de discusión con padres).

CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN

El presente artículo refleja la importancia de la información y de la participación de los padres con hijos en el Sistema de Protección desde el momento en que se inicia una medida de acogida. Los dos aspectos son constituyentes del concepto de parentalidad positiva, y el trabajo para la mejora de las familias requiere una acción socioeducativa dirigida a la educación familiar enfocada a aspectos específicos de esta fase.

La primera contribución de este trabajo consiste en señalar que el estado emocional en que se encuentran las familias en el momento que se inicia la medida de acogida bloquea la recepción de información y obstaculiza su participación e implicación en el proceso. Por esta razón, su comprensión de lo que está sucediendo, así como su colaboración con los profesionales, puede verse influenciada. En esta fase emocional o de shock «los padres pueden parecer como no implicados, distantes y fríos; puede dar la sensación de que están conformes con la decisión y que tratan de seguir las pautas que desde la Administración se les imponen» (Bravo y Del Valle, 2009, p. 121). Lietz y Strength (Lietz & Strength, 2011) denominan esta etapa como «de supervivencia», exponiendo que durante este periodo las familias solo pretenden «sobrevivir al día a día». Asimismo remarcan, como otros autores, que las fortalezas familiares pueden permitirles recuperarse y comprender gradualmente los motivos de la separación (Balsells et al., 2014).

Acorde a esto, una implicación para la práctica profesional consiste en ofrecer apoyo a las familias para superar esta fase de shock, ofreciéndoles asimismo información de un modo gradual y constante con el fin de procurar que tenga un mayor calado en las familias. Es importante que dicho apoyo se base una relación de confianza y empatía con la familia a través de la comunicación con los profesionales. Dicha comunicación es la clave para favorecer la comprensión del proceso de acogida, predisponer a las familias a participar y ayudar a mitigar el impacto de las emociones negativas. Los hallazgos revindican que el apoyo profesional en este sentido es crucial para muchos de los padres, lo cual favorece su funcionamiento familiar, tal como apuntan otros estudios (Fuller, Paceley, & Schreiber, 2014).

Por otro lado, la comprensión de la medida necesita de la participación de los padres desde el momento en que se está valorando el caso, es decir, desde antes del momento de la separación. Los resultados confirman que esta es una buena práctica que promueve buenos resultados, tal como lo indican otros estudios (Burford & Hudson, 2002). Esta idea la reafirman también Domínguez y Mohedano (2014), aunque la realidad apunta a que la participación de los padres es escasa o prácticamente nula en la primera fase de la medida, confirmando los resultados de otras investigaciones internacionales (Benbenishty et al., 2015).

Las implicaciones para la práctica socioeducativa se dirigen a dos aspectos clave para ahondar en la cultura de la participación y en la promoción de la parentalidad de las familias en esta fase del proceso: los contenidos y objetivos que se deberán abordar en programas de educación familiar, y las estrategias metodológicas para llevar a cabo la acciones socioeducativa (Balsells, Pastor, Amorós, Fuentes-Peláez, Molina, Mateos, Vaquero, Ponce, et al., 2015). Estos aspectos quedan reflejados en la siguiente Figura 1:

Aspectos clave en la primera fase de la medida de acogimiento
Figura 1
Aspectos clave en la primera fase de la medida de acogimiento

Respecto a los objetivos y contenidos se pueden enfocar: a) a comprender e interiorizar la medida de acogimiento; b) a conocer el recurso de acogida, c) a adquirir una visión realista de las posibilidades y condiciones de la reunificación para identificar los elementos facilitadores de la misma y e) a identificar rol activo y diferencial de todas las partes implicadas para generar una actitud de confianza y de colaboración a lo largo de todo el proceso.

Respecto a las orientaciones metodológicas: a) Involucrar a las familias en todas las decisiones relativas a la separación con sus hijos, b) Establecer una comunicación que tenga en cuenta las preconcepciones que la familia tiene en relación con la medida, para poder establecer un diálogo en base a la comprensión compartida del problema y el motivo de la separación, c) Favorecer, especialmente en casos de acogimiento residencial, que las familias conozcan el recurso antes de que sus hijos residan en el mismo, d) Ofrecer la información desde el principio y de forma regular, pese a que las familias se encuentren en situación de bloqueo y no puedan procesar toda la información aportada, e) Ofrecer información repetidamente, en diferentes etapas y de diversas maneras a través de diferentes medios (oral u escrito) y hacer hincapié en aspectos que son del interés de la familia, f) Mantener informados regularmente a los miembros de la familia y plantear todo como un proceso progresivo que requiere de cierta temporalidad, g) Involucrar a la familia en su propio proceso de adquisición de competencias parentales, reforzando sus fortalezas y planteándoles la situación como un proceso de reeducación familiar para promover la parentalidad positiva, no como una sanción ante un mal ejercicio de la parentalidad.

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Notas de autor

1 M. Ángels Balsells Bailon. Premio extraordinario de doctorado en pedagogía por la Universidad de Lleida. Es profesora Catedrática de Universidad del área de Didáctica y Organización Escolar en la Facultad de Educación, y Trabajo Social de la Universidad de Lleida. Especializada en infancia en situación de riesgo social y sus familias, así como en la acción educativa para la inclusión y la protección de la infancia. Es miembro del Grupo GRISIJ, y directora de la Cátedra Educación y Adolescencia.
E-mail: balsells@pip.udl.cat
2 Aida Urrea Monclús. Doctorada Cum Laude por la Universidad de Lleida, trabajando actualmente como Investigadora Postdoctoral en la Universidad Autónoma de Barcelona. Miembro del Grupo GRISIJ y de la Cátedra Educación y Adolescencia. Especializada en infancia y juventud, derechos de la infancia, y exclusión y riesgo social.
E-mail: aida.urrea@uab.cat
3 Carmen Ponce Alifonso. Doctorada Cum Laude por la Universidad Rovira i Virgili, trabajando actualmente como Profesora Titular en la Universidad Rovira i Virgili. Miembro del Grupo GRISIJ. Especializada en infancia y juventud, exclusión y riesgo social e intervención con familias.
E-mail: carmen.ponce@urv.cat
4 Eduard Vaquero Tió. Doctorado Cum Laude por la Universidad de Lleida, trabajando actualmente como Profesor Lector en la Universidad de Lleida. Miembro del Grupo GRISIJ y de la Cátedra Educación y Adolescencia. Especializado en infancia y adolescencia en situación de riesgo, tecnología educativa, resiliencia, competencia digital, y exclusión social y digital.
E-mail: eduardvt@pip.udl.cat
5 Alicia Navajas Hurtado. Doctorada Cum Laude por la Universidad de Lleida, Profesora Asociada en la Universidad de Lleida. Miembro del Grupo GRISIJ. Especializada en infancia, juventud y familias así como en ocio y tiempo libre.
E-mail: alicianavajas@hotmail.es