En el mundo en que vivimos, regido por los avances tecnológicos y la globalización, es inevitable aspirar a conocerlo todo. La tecnología y las redes de comunicación nos abren posibilidades que décadas atrás hubiesen sido impensables, pero que, como seres humanos, no tenemos capacidad para asimilar. Para cualquier lector es imposible concebir la cantidad de textos literarios que existen en toda la historia de la literatura. A lo largo de nuestra vida podemos llegar a leer, con dedicación, cientos de libros pertenecientes al llamado canon literario, aquellos textos excepcionales que han sobrevivido al paso del tiempo. Nuestros análisis e ideas respecto a la literatura se basan en esta pequeña experiencia particular de lectura minuciosa de unos pocos textos.
Sin embargo, es inevitable pensar en cuánto avanzaría nuestro conocimiento si pudiéramos abarcar la totalidad de los textos literarios que quedan fuera del canon, más allá de lo humanamente posible. Esto, en la era tecnológica en la que vivimos, se antoja cada vez más factible. Franco Moretti parte de esta premisa para proponer una lectura diferente: la lectura distante. Esta, en oposición a la lectura cercana, detallada de unos pocos textos, se basa en la recopilación y el análisis de características formales y patrones hallados en obras literarias que pueden ser cuantificados, comparados y representados a través de métodos computacionales. Presenta así un nuevo paradigma en el que el canon ya no es un concepto válido para estudiar la historia de la literatura y que supone un salto cuantitativo en cuanto al conocimiento desde el prisma de la objetividad científica.
Franco Moretti presenta Lectura distante, volumen que recopila diez ensayos que abordan problemáticas presentes en la investigación literaria publicados entre 1994 y 2009. La primera edición en inglés salió a la luz en 2013; la edición reseñada es una traducción de Lilia Mosconi publicada en 2015 por Fondo de Cultura Económica. Además de numerosos artículos, Moretti ha publicado otros libros relevantes para las disciplinas en las que se enmarca el libro: Atlas of the European novel, 1800-1900 (1998), en el que explora la novela europea a través de la cartografía, y Graphs, Maps and Trees (2005), que presenta los productos resultantes de aplicar a la literatura métodos de disciplinas extraliterarias: la historia cuantitativa, la geografía y la teoría de la evolución. La meta de Moretti con Lectura distante es exponer su recorrido intelectual hasta alcanzar el concepto de lectura distante, con el objetivo de definir elementos formales y descubrir patrones identificables en grandes cantidades de textos y así contribuir a perfilar una nueva perspectiva de la historia de la literatura.
El libro es un gran ensayo extendido en el tiempo y expuesto de una forma narrativa. Moretti, siempre en primera persona, cuenta al lector los distintos pasos que toma en las investigaciones que lleva a cabo, mostrando los aciertos y, sobre todo, los errores. En varias ocasiones, los ensayos de Moretti suponen desandar lo andado en escritos anteriores, ya que sus teorías frecuentemente necesitan revisarse y rectificarse. Por ello, en este volumen, cada ensayo va precedido por un encabezado o nota preliminar en el que Moretti explica el contexto en que escribió cada uno de ellos, las críticas que recibió, los errores cometidos y las modificaciones realizadas.
A lo largo de los quince años que transcurren entre el primer y el último ensayo, el lector puede comprobar –así lo evidencia también Moretti en las notas preliminares a “Evolución, sistemas -mundo, Weltliteratur”– que sus teorías discurren por dos vertientes aparentemente antitéticas: la teoría de la evolución y la teoría marxista de los sistemas-mundo. Con una perspectiva claramente formalista, Moretti intenta responder a cuestiones tradicionales sobre la historia de la literatura como la génesis de los géneros literarios o el estudio de un autor concreto. Esta suerte de péndulo metodológico, como el propio autor lo denomina, se pone en evidencia, también, en la estructura del volumen. Podríamos señalar que existe una primera parte del libro formada por cinco ensayos: un primero, “Literatura europea moderna: un esbozo geográfico”, que explora la literatura desde la teoría de la evolución, da paso a “Conjeturas sobre la literatura mundial”, que tiene como columna vertebral la teoría de los sistemas-mundo, para volver después a la evolución con “El matadero de la literatura” y, tras este, retomar la segunda vertiente con “Planeta Hollywood” y “Más conjeturas”. Los siguientes ensayos tratan de reformular algunas de las teorías vertidas en estos primeros artículos, responden a las críticas y exploran otro método, el análisis cuantitativo, que se muestra más eficaz.
En los ensayos que parten de la teoría de la evolución, Moretti sostiene que es posible estudiar la literatura considerándola un matorral en el que pueden distinguirse las ramificaciones que representan el nacimiento y el desarrollo de los géneros literarios. En “Literatura europea moderna: un esbozo geográfico”, Moretti expone dos concepciones sobre la unidad de Europa previa a la explosión de la literatura moderna y la novela. La Europa unificada de Novalis, autor de La cristiandad o Europa, y de Curtius, autor de Literatura europea y Edad Media latina, no sirve, según el estudioso, para explicar la génesis de la novela en Europa, ya que la literatura moderna está relativamente distanciada del legado clásico. La concepción de Europa válida para este fin es, según Moretti, la de Guizot: una Europa dividida, policéntrica y compleja, despegada de la tradición clásica, en la que cabe un sistema-matorral de literaturas que se extiende por toda la geografía europea donde cada Estado-nación desarrolla de manera particular los géneros literarios. Moretti toma, por tanto, la geografía como un componente más de la historia literaria y no como un mero escenario.
Esta idea del desarrollo literario como árbol se ejemplifica en “El matadero de la literatura”, tercer ensayo del volumen. Moretti narra la investigación que llevó a cabo para estudiar la evolución formal de los cuentos policiales a través de la selección cultural. Su tesis es que, desde el mercado y el público, seleccionamos un 1% de la literatura existente que pasa a formar parte del canon y matamos el 99% restante. Moretti busca hallar el porqué de esta selección tomando como herramienta un mecanismo formal que podría explicar el éxito de unas obras sobre otras y que constituye el elemento repetible y cuantificable de los textos de este género: los indicios, cuyas variantes se reparten entre los cuentos policiacos con mayor o menor destreza, alcanzando su máximo exponente en los cuentos de Arthur Conan Doyle.
Por otro lado, Moretti explora las posibilidades que ofrece la teoría de los sistemas-mundo, con Immanuel Wallerstein como precursor, en tres ensayos que formulan el problema conceptual de la literatura mundial en un sistema con una zona central, desarrollada, y una periferia, de poca influencia. En este marco, en “Conjeturas sobre la literatura mundial”, Moretti cambia de objeto de estudio y expresa como válida la ambición por la Weltliteratur de Goethe, es decir, la circulación y la recepción de obras literarias de países no occidentales (periferia) en Europa (centro) tomando como ejemplo la novela. En esta postura subyace la idea de Marx y Engels sobre el carácter cosmopolita de la producción literaria de la burguesía. Critica, además, que la literatura comparada no haya podido solucionar el problema de la literatura mundial porque en el sistema globalizado de hoy su aproximación es reducida y, por tanto, inadecuada. El método que podría solucionar este problema es, según Moretti, la lectura distante, que establecería conceptos-tipo que servirían para hallar reglas generales o compromisos alcanzados entre las formas literarias importadas desde el centro del sistema literario y los contenidos locales de la periferia.
Esta idea se ve complementada en el cuarto ensayo del volumen, “Planeta Hollywood”, que toma como objeto de estudio una manifestación cultural diferente a la literatura: los géneros cinematográficos. Con este ensayo, Moretti pretende evaluar la difusión y los distintos significados culturales que adquiere el cine de Hollywood según la geocultura en la que se importe. La conclusión a la que llega el académico es que en estas relaciones entre las partes del sistema se produce un desacuerdo entre la forma, importada desde el centro hollywoodiense, y la materia, el contenido local. Es precisamente este desajuste en el sistema el que configuraría el mercado y la producción y el que, de manera más interesante, incentivaría el desarrollo morfológico original en cada zona periférica, cambiando así el paradigma.
Es frecuente que Moretti, como comentábamos, rectifique sus argumentos a raíz de la crítica que reciben sus ensayos, generalmente polémicos y atrevidos. Por ello, en “Más conjeturas”, viene a responder los juicios recibidos en “Conjeturas…”. Estas críticas se centran en tres aspectos que, pensamos, pueden tener que ver con la seguridad y la expresión llana con la que Moretti formula sus hipótesis, y con que, en ocasiones, el objetivo de sus aportaciones no es completamente claro. Algunos críticos pusieron en cuestión el estado paradigmático de la novela en sus ensayos, a lo que el estudioso responde que el de la novela es solo un ejemplo, pero no constituye un método; fue criticada la relación centro-periferia por no ofrecer una solución a su desigualdad ni tampoco se advierte hasta este ensayo la existencia de una semi-periferia; el tercer punto comentado fue la ausencia de explicación sobre las transacciones culturales que ocurren desigualmente. A Moretti, por entonces, le quedaba mucho por rectificar.
Llegados a este punto, en el sexto ensayo de este volumen, “Evolución, sistemas-mundo, Weltliteratur”, Moretti da cuenta de la relación antitética que mantienen las teorías sobre las que ha trabajado anteriormente: la de la evolución y la de los sistemas-mundo. El autor, como explica en la nota preliminar, no había considerado la incompatibilidad de estas posturas a pesar de ser ambas materialistas, históricas y empíricas, y prácticamente las anula tras reflexionar sobre su trabajo a raíz de las críticas recibidas: señala, en primer lugar, la dificultad de aplicar las ciencias naturales a la historia social porque la evolución no posee una categoría aplicable a la idea de conflicto social, clave para Moretti para explicar el desarrollo cultural; el problema con la teoría de los sistemas-mundo, por otro lado, está en la base de la teoría de Wallerstein, que considera que la relación entre los sistemas es de interdependencia, relación que no existe en la literatura ya que el centro puede existir con facilidad sin la periferia.
“El fin del principio: una respuesta a Christopher Prendergast” es, como indica el título, una respuesta de Moretti a las críticas de Prendergast, en línea con su relato de prueba y error. Una parte de las críticas ataca la debilidad de la explicación de lo que Moretti llama una relación causal demostrable que demuestre que los indicios estudiados en “El matadero de la literatura” son el rasgo prominente del género policial a pesar de no ser identificable para sus autores y menos aún para los lectores. Prendergast acusa a Moretti de elaborar un razonamiento circular que le permitió encontrar tras su estudio aquello que esperaba encontrar desde el principio. Otra incongruencia que señala el crítico es el papel del mercado en las teorías de Moretti, que es mayor en las piezas darwinianas que en las propiamente marxistas. Lo que parece claro es que Moretti es consciente de que sus investigaciones todavía no han proporcionado resultados concretos y de que, más que solucionar problemas, pone en evidencia la cantidad de cuestiones que todavía quedan por resolver en el estudio de la historia literaria.
Así, en “La novela: historia y teoría” plantea tres cuestiones sobre la teoría de la novela con el propósito explícito de avanzar más allá de los clásicos occidentales del siglo XIX: por qué están escritas en prosa, por qué muchas de ellas son relatos de aventuras y por qué en el siglo XVIII hubo un auge de la novela europea, pero no de la china. Moretti piensa que la clave para acercarnos a las respuestas que aclaren las particularidades estilísticas y formales de los géneros literarios está en el análisis cuantitativo. Si el carácter prosaico de la novela hace que proliferen los diferentes estilos, la presencia de aventuras en la novela multiplica los relatos y expande su mundo. En cuanto al desarrollo diferencial de la novela en Europa y en China, Moretti atribuye a cada tradición una serie de características que terminan por exponer que la novela europea experimenta un auge porque la sociedad de consumo occidental añade en ella el factor de la distracción y la lectura intensiva, mientras que en China predomina la lectura extensiva.
Anuladas las teorías evolucionistas y de los sistemas-mundo, Moretti se traslada desde el estudio de la evolución morfológica al análisis de datos cuantitativos para obtener resultados concretos en los que la utilidad de la lectura distante resulte evidente. El penúltimo ensayo de este volumen, “Estilo, S.A.: reflexiones sobre siete mil títulos (novelas británicas, 1740-1850)”, es un ejemplo claro del alcance del formalismo en el análisis del lenguaje, sin considerar cuestiones de la trama de una obra. Moretti halla en los títulos una herramienta de investigación adecuada por su accesibilidad y por su importancia intrínseca. Tras analizar cuantitativamente siete mil títulos, el autor concluye que, con el paso del tiempo, los títulos dejan de ser descriptivos, ya que disminuye el número de palabras que los componen y la variedad de los títulos (mismas estructuras y predominio de los sustantivos referidos a personas y lugares) y, por otro lado, crece el sistema literario al incorporarse el mercado como factor.
El último de los ensayos de Lectura distante es “Teoría de redes, análisis de la trama”. Tal como expone Moretti en el encabezado del ensayo, con este texto pretende contribuir al análisis computacional de la literatura. Es, quizá, el artículo en el que demuestra de manera más concreta un posible método para el análisis de un componente de una obra literaria, la trama. Para abstraerla, Moretti propone la teoría de redes como solución. La teoría de redes permite analizar las relaciones presentes entre objetos representados mediante nodos, unidos entre sí por aristas. Aplicando este método, podemos estudiar las redes existentes entre los personajes de una obra literaria, establecer jerarquías entre ellos y visualizar la centralidad de unos personajes respecto a otros, tal como realiza el autor con Hamlet y con la obra china Memorias de una roca.
Existen varios factores que hacen de Lectura distante una lectura compleja. Moretti trabaja con referencias bibliográficas diversas, desde autores reconocidos a teóricos especializados en distintas disciplinas científicas –todas disponibles en el índice de nombres que ocupa las últimas páginas del libro–; menciona obras y autores canónicos, pero también nombres de relatos desconocidos y escritores olvidados; analiza tramas famosas como las de Shakespeare y otras exóticas como la de Memorias de una roca, que difícilmente habrá sido leída por cualquier lector de Moretti; y, como cabe esperar debido al contenido expuesto, el autor acompaña frecuentemente el texto de gráficos, árboles, mapas y, en el último ensayo, grafos de nodos y aristas.
Desde la experiencia del lector, debemos destacar el estilo directo de Moretti, quizá demasiado conciso en algunas ocasiones, en primera persona, creando así un relato en el que su labor investigadora y sus pensamientos e impresiones destacan por igual. En cuanto a la claridad del contenido, Moretti realiza un trabajo de honestidad al acompañar sus ensayos de aclaraciones previas elaboradas a raíz de las críticas que recibía, que consiguen aclarar conceptos y argumentos que no se mostraban con suficiente transparencia en el momento de la publicación de cada ensayo. No obstante, la cantidad de temas abordados y de información brindada no encuentran con frecuencia conclusiones claras en sus ensayos, sino soluciones provisionales que, con todo, abren la puerta a estudios futuros.
El objetivo de Lectura distante se cumple si lo consideramos como el de narrar el itinerario intelectual de Franco Moretti hasta dar con el concepto de lectura distante que, en la actualidad, es ampliamente reconocido en los círculos académicos. Quizá Moretti no logra formular un método definitivo aplicable a cualquier proyecto, pero sí pone en evidencia las carencias del método tradicional de considerar la historia y teoría de la literatura y los nuevos retos que deberían plantearse desde los distintos campos de investigación –la geografía literaria, la literatura mundial, las Humanidades Digitales, el big data– aprovechando los recursos tecnológicos que ofrece el siglo XXI. El carácter provisional de las conclusiones tiene su explicación, en ocasiones, en que el autor considera que hace falta un nuevo paradigma de investigación para poner en marcha nuevos proyectos y metas: hace falta, primero, mucho trabajo particular basado en parámetros globales que después pueda ponerse a disposición de cualquier investigador en un marco en el que prime la cooperación.
A pesar de ser un método de estudio reciente, sabemos que las ideas planteadas por Moretti han generado posteriormente más conocimiento: Macroanalysis de Matthew L. Jockers (2013) y Distant Horizons de Ted Underwood (2019) son tan solo ejemplos de lo que esta nueva perspectiva puede aportar al conocimiento, sin obviar el trabajo de Moretti en el Literary Lab de la Universidad de Stanford. Desde las Humanidades Digitales es fácil concluir que queda mucho por explorar en cuanto al desarrollo de proyectos de lectura distante en entornos web que permitan su visualización. La labor de digitalización del conocimiento ha progresado desde que Moretti escribió el primero de los ensayos de Lectura distante, pero todavía queda un trecho por recorrer del camino que comenzó a trazar. Este camino nos puede llevar a un conocimiento mayor de la historia de la literatura, sin perder de vista que debemos discernir entre la realidad representada por los datos cuantificables y el valor que posee en sí misma la lectura de las obras literarias y el significado humano que le otorgamos.