Protocolo, historia y ceremonial en el Zoroastrismo

History and ceremonial of Zoroastrianism

 

Enrique Somavilla Rodríguez[1]

RCU Escorial María Cristina

erisom@gmail.com

 

Recepción: 16/01/2024 Revisión: 14/04/2024  Aceptación: 22/05/2024  Publicación: 21/06/2024

DOI: https://doi.org/10.5944/eeii.vol.11.n.20.2024.39570

 

Resumen

El zoroastrismo posee una importancia única en la historia de las religiones a causa de sus enlaces con las tradiciones occidental abrahámica y oriental dhármica. Se puede aceptar que el zoroastrismo se formó alrededor de 1600-1200 a. C., dependiendo de las fuentes usadas, en la región noroeste de Irán (Persia) por el profeta Zaratustra o Zoroastro, cuyas enseñanzas fueron transcritas en lo que se conoce como el Avesta o Fundamento. Se dice que el zoroastrismo es una de las primeras religiones monoteístas del mundo, aunque se puede considerar al zoroastrismo como un henoteísmo, la creencia en la existencia de un dios principal pero que no es el único que existe. Representa un intento de unificación, bajo la adoración de un dios supremo, de las religiones politeístas comunes en aquellos tiempos y por tanto conserva rasgos de ambas corrientes. El número de fieles se ha reducido significativamente en los últimos siglos, pero la religión continúa viva y dinámica. La mayor parte de seguidores de esta religión se encuentran en Irán e India, Pakistán, Sri Lanka y Bangladesh entre otros. También en Norteamérica, Gran Bretaña y Singapur.

Palabras clave: Protocolo, zoroastrismo, ritos, tratamiento, religión.

 

Abstract

Zoroastrianism is uniquely important in the history of religions because of its links with the Western Abrahamic and Eastern Dharmic traditions. It can be accepted that Zoroastrianism was formed around 1600-1200 BC. C., depending on the sources used, in the northwestern region of Iran (Persia) by the prophet Zarathustra or Zoroaster, whose teachings were transcribed in what is known as the Avesta or Foundation. It is said that Zoroastrianism is one of the first monotheistic religions in the world, although Zoroastrianism can be considered as a henotheism, the belief in the existence of a main god but that he is not the only one who exists. It represents an attempt to unify, under the worship of a supreme god, of the common polytheistic religions in those times and therefore it preserves features of both currents. The number of the faithful has dropped significantly in recent centuries, but religion continues to be alive and well. Most followers of this religion are found in Iran and India, Pakistan, Sri Lanka and Bangladesh among others. Also, in North America, Great Britain and Singapore.

Keywords: Protocol, zoroastrianism, rites, treatment, religion.

 

Sumario

1. OBJETIVOS. EXPOSICIÓN METODOLÓGICA

2. PROTOCOLO. HISTORIA. CEREMONIAL.

3. INTRODUCCIÓN

3.1. Orígenes

3.2. Textos sagrados y tradiciones

3.3. En cuanto a las tradiciones

3.4. Calendario del zoroastrismo

3.5. Doctrina del zoroastrismo

3.6. El pensamiento y la reflexión teológica

3.6.1 Desde la antropología

3.6.2. Desde la escatología

3.6.3. Desde el culto

3.6.4. Desde la moral

3.6.5 Desde la teología

4. CELEBRACIÓN DE LOS RITOS

4.1. Iniciación

4.2. Matrimoniales

4.3. Funerarios

4.4. Sacerdotales

5. ORACIONES Y RITUALES

5.1. Oraciones

5.2. Rituales

5.3. El hombre ante el bien y el mal

5.4. Resurrección de los cuerpos

6. CONCLUSIÓN

7. BIBLIOGRAFÍA

8. WEBGRAFÍA

 

1. Objetivos. Exposición metodológica

El Zoroastrismo es una antigua religión que se originó en Persia y ha sido considerada como una precursora de otras religiones monoteístas. Su importancia radica en su influencia en el desarrollo de conceptos y creencias que posteriormente se encuentran en el judaísmo, el Cristianismo y el Islam.

El Zoroastrismo fue fundado por Zoroastro, quien enseñó la existencia de un único Dios supremo llamado Ahura Mazda. Esta idea de un Dios único y supremo influyó en la concepción del monoteísmo en otras religiones posteriores.

Además, el Zoroastrismo introdujo conceptos como el juicio final, la lucha entre el bien y el mal, y la idea de un paraíso y un infierno. Estos conceptos también se encuentran presentes en las religiones monoteístas posteriores.

El Zoroastrismo desempeñó un papel importante al establecer las bases para el desarrollo de otras religiones monoteístas, al introducir la idea de un Dios único y supremo, así como conceptos morales y escatológicos.

Estudiaremos el Zoroastrismo y su relación con otras religiones posteriores, con una metodología que permita obtener una comprensión más completa:

1.      Investigación histórica: se comienza por investigar la historia del Zoroastrismo y su contexto cultural y geográfico. Se examinan las fuentes primarias y secundarias disponibles, como textos antiguos, estudios académicos y documentos históricos.

2.      Comparación de creencias y prácticas: se comparan las creencias y prácticas del Zoroastrismo con las de otras religiones posteriores. Examinando las similitudes y diferencias en términos de conceptos teológicos, rituales, moralidad y estructura religiosa.

3.      Análisis de influencias mutuas: se examina cómo el Zoroastrismo pudo haber influido en las religiones posteriores.

4.      Estudio de fuentes primarias: Se analizan los textos sagrados del Zoroastrismo, como el Avesta, para comprender las enseñanzas y prácticas centrales de esta religión.

5.      Análisis de la recepción histórica: Examina cómo el Zoroastrismo ha sido interpretado y comprendido a lo largo de la historia por diferentes comunidades y eruditos religiosos.

2. Protocolo, historia y ceremonial en el Zoroastrismo

En el Zoroastrismo, el protocolo juega un papel importante en las prácticas religiosas. Algunos aspectos del protocolo incluyen la purificación ritual antes de participar en ceremonias, el uso de vestimenta adecuada y la observancia de normas de comportamiento durante los rituales. También se enfatiza la importancia de la limpieza física y espiritual.

El Zoroastrismo se originó en Persia en el siglo VI a.C. y fue fundado por Zoroastro (también conocido como Zaratustra). A lo largo de su historia, el Zoroastrismo ha experimentado cambios y adaptaciones, especialmente durante el período sasánida en Persia. Sin embargo, con la llegada del Islam en el siglo VII d.C., el Zoroastrismo se vio relegado a una minoría religiosa.

El Zoroastrismo tiene una variedad de ceremonias y rituales que se llevan a cabo en los templos llamados "Atash Behram" o "Fuego de la Victoria". Uno de los rituales más importantes es el Yasna, que implica la recitación de himnos sagrados y ofrendas al fuego sagrado. Otros rituales incluyen el Navjote (ceremonia de iniciación), el matrimonio y las ceremonias funerarias.

En el Zoroastrismo, el fuego es considerado sagrado y se le rinde culto como un símbolo de la divinidad. Los sacerdotes, conocidos como "mobeds", desempeñan un papel central en la realización de los rituales y la preservación de las enseñanzas religiosas.

Es importante destacar que el Zoroastrismo ha evolucionado a lo largo del tiempo y que las prácticas pueden variar entre las diferentes comunidades zoroástricas en todo el mundo.

 

3. Introducción

Zoroastro, fue conocido ya en la época clásica griega y habría vivido entre el 626 y el 551 a. de C., unos 250 años antes de Alejandro Magno. De todas formas, según otras versiones lo sitúan alrededor del año 1000 a. de C. y Platón afirmaría que era de origen iraní, y que había vivido justo antes de la fundación del Imperio persa por Ciro el Grande. De esta manera, no podemos atestiguar con seguridad estos datos y marcar exactamente su datación existencial. Existe la posibilidad de su influencia tanto en el mismo Platón como en Aristóteles. Así, pues, cobra cierta notoriedad, con el testimonio del historiador Plinio el Viejo, cuando aduce que Zoroastro había sido un hombre afortunado al nacer con una sonrisa, lo que los augurios le aseguraban la sabiduría de los dioses. Tampoco existe unanimidad respecto al lugar de nacimiento. Para unos lo ubican en Rajes, cerca de Teherán; para otros lo ponen en Kazajistán, o en Atropatena, el actual Azerbaiján e incluso en Bactriana (ELIADE, 2019: 389-390), en el norte de Afganistán. Sus seguidores reconocen que había pertenecido a una línea familiar, descendiente de los madai del libro del Génesis, y así sería descendiente de la casa de Jafet, tercer hijo de Noé (Gen. 9,1-19). Las primeras revelaciones apuntan a la edad de treinta años, cuando habitaba en los montes de Khorasán, en el noreste de Irán, donde meditaba día y noche durante mucho tiempo ante la presencia del fuego. A partir de este momento Zoroastro predicó ante los pastores de la zona, que Ahura Mazda, le había revelado las tres solicitudes para todo hombre: el puro pensamiento, la pura palabra y la pura acción. Estamos ante uno de los más eminentes maestros de toda la historia de las religiones, con una gran trascendencia por ser uno de los eslabones de anclan con las tradiciones tanto occidental que es la trae la línea abrahámica y la oriental que recoge la línea dhármica. Una de las grandes figuras que han estudiado a fondo esta cultura y religión zoroástrica, siendo muy reconocida en todos los foros de investigación por ser una gran experta en las religiones de Medio Oriente, manifestaba que “el zoroastrismo es la más antigua de todas las religiones de credo reveladas, y ha tenido probablemente más influencia, directa o indirectamente, que cualquier otro culto individual” (BOYCE, 1979: 1-2). El zoroastrismo se extendió a lo largo de los territorios iraníes, penetró en Asia Central a través de las rutas comerciales y más tarde llegó hasta Asia Oriental. Los seléucidas, partos y sasánidas practicaron todos, esta fe. Pero como Richard C. Foltz señaló, la doctrina de Zoroastro no fue codificada hasta algún momento del siglo III d.C., bajo los sasánidas (FOLTZ, 1999: 28). Por ello, nuestra comprensión histórica de la tradición se adecua mejor al nombre de zoroastrismo sasánida, y debemos asumir que la religión había evolucionado (ELIADE, 2019: 390-391), quizás de forma muy significativa, durante el milenio transcurrido desde el momento de su fundación. El zoroastrismo (CASARTELLI, 1884) fue la tradición religiosa dominante en Persia, siendo una religión que ha sobrevivido hasta el siglo XXI en áreas muy determinadas de Irán, y es también practicada en algunas regiones de la India, siendo Bombay una de las ciudades más prominentes debido a los descendientes de inmigrantes iraníes conocidos como parsis (KARAKA, 1884). De ahí que, la religión tal y como es reconocida y vivida en el Indostán, o subcontinente indio, determinado por la cordillera del Himalaya y el mar arábigo y, que es conocida también como parsismo.

 

3.1. Orígenes

Zoroastro predicó una nueva religión basada en la adoración de una deidad suprema llamada Aura Mazda también denominada Ormuz, que iba acompañada de los llamados seis espíritus: de la verdad; de la justicia; del orden; de la docilidad; de la vitalidad y de la inmortalidad. Se trata de una religión dualista, pues junto al dios de la justicia y de la verdad aparece el espíritu del mal, denominado Ahriman. El mazdeísmo, como se le conoce también el zoroastrismo, planteaba que los individuos son libres para optar entre el bien o el mal, pero hay una fuerza moral para caminar de formas justa y las fuerzas de Aura Mazda, superan siempre al mal. Su creencia en la vida después de la muerte viene en la confianza de la fuerza del bien sobre el mal. Redactó una serie cánticos conocidos como gathas, que recogen los componentes más antiguos del libro sagrado Avesta, del zoroastrismo. Cuando la región pasa al dominio del Imperio persa, tras la muerte de Zoroastro, el mazdeísmo comienza a expandirse de forma rápida, siendo asumida por los emperadores persas con Ciro a la cabeza, de la dinastía aqueménida. Pasará a ser religión oficial con la dinastía Sasánida, durante los siglos III y VII, tras el período helenístico (Biografía de Zoroastro o Zaratustra. (s.f.). BiografíasyVidas.com). El problema surgiría a partir del siglo VII, igual que en la península ibérica, por la invasión árabe. En ese momento muchos persas huyeron hacia la isla de Ormuz, situada en el golfo Pérsico, por esa razón se la conoce también con ese nombre. Así como el caso de los parsis, en la India, donde todavía existen fieles del zoroastrismo como dentro del propio Irán actualmente.

Sintéticamente para comprender todo este proceso histórico podemos plantearlo de la manera siguiente: la historia del zoroastrismo comprende tres períodos o épocas (MUÑOZ CAPILLA, 1828: 362-432). La primera época incluye los años del mismo Zoroastro y termina en el siglo IV a.C., con la conquista del antiguo Imperio Persa por Alejandro el Grande. El segundo período corresponde al imperio Sasánida, en el que el zoroastrismo llegó a ser religión oficial del Estado, y finaliza con la conquista musulmana del siglo VII de nuestra era. La tercera época se inicia con la migración de los zoroastrianos a la India, especialmente al área de Bombay, donde se les conoce con el nombre de parsis, es decir, provenientes de Persia (MISTREE, 1982: 29). Es muy posible que el zoroastrismo fuera ya llevado por las caravanas de comerciantes iraníes hacia Asia Oriental durante el siglo VI a.C, y hay incluso razones para creer que algunos maggi sirvieron en la corte de la dinastía Zhou Occidental (MAIR, 1990: 27-47); (CÁRCAMO, 2020: 6-7) antes del siglo VIII a C. Estos maggi eran miembros de la elite del clero. Algunas de las evidencias más antiguas de presencia zoroastriana en China se encuentran en las llamadas Cartas Antiguas, parecen fechadas alrededor del año 313 d. de C y que fueron descubiertas cerca de Loulan; demostrarían la presencia del zoroastrismo y mazdeísmo en Xinjiang a principios del siglo IV d. de C. En definitiva, Zoroastro provocó el cambio de mentalidad de una mentalidad politeísta, característico del Medio Oriente, por un monoteísmo claro y determinado (ELIADE, 2019: 398-401), donde quedaba como único dios Aura Mazda, quedando todas las demás deidades a un nivel secundario como criaturas espirituales menores o meramente circunstanciales y en el caso de Angra Mainyu, o Ahriman, como encarnación de la maldad.

 

3.2. Textos sagrados y tradiciones

Es el Avesta el libro que nos ofrece el contenido de la religión mazdeísta, junto con otros textos que fueron escritos en lengua pahlavi, que fue un dialecto del persa que se utilizaba en el siglo II a. de C. Parece que fue uno de los reyes persas, en el siglo VI a. de C. el que mandó escribir el Avesta y el Zend, sobre más de 12.000 pieles de buey, que se depositó en el Tesoro real y otra copia fue enviada al archivo de Persépolis. Fue Alejandro el que destruyó este y el del Tesoro fue esencial para su traducción al griego posteriormente. El Avesta actual no es está íntegro por las conquistas árabes posteriores. Son fragmentos en uso por la liturgia. Se trata de veintiún libros o nask del Avesta sólo queda un libro, Videvdat el correspondiente al número diecinueve.

Las partes del Avesta o fundamento, son las siguientes: el Yasna, sacrificio, está compuesto de himnos litúrgicos, cuya parte más antigua e importante son las denominadas cinco gathas de Zaratustra; el Vispered, todos los ángeles, breve librito del Yasna; los Yasht, cantos del sacrificio en honor de cada ángel, que presidían cada día del mes; finalmente la khorda Avestha o pequeña Avesta, una especie de manual de oraciones para el pueblo

En primer lugar, los Gathas, son himnos y canciones que se atribuyen al mismo Zoroastro y por eso se veneran más. Los gathas de Zoroastro son de muy difícil interpretación.

En segundo lugar, el Yasna, sacrificio, está compuesto de himnos litúrgicos que son comentarios y ritos relativos al culto. Es el principal documento litúrgico.

En tercer lugar, el Vispered, todos los ángeles, breve librito del Yasna recoge otros himnos, plegarias y alabanzas a los grandes líderes de la religión.

En cuarto lugar, El Vendidad es el libro de la ley zoroastrista. Incluye un relato mítico de la creación.

En quinto lugar, el Khorda Avesta o pequeña Avesta que incorpora textos, himnos y oraciones menores. Se trata de una especie de manual de oraciones para el pueblo. Entre ellos, se encuentran: los Yashts son 21 himnos dedicados a ángeles y héroes. Cantos del sacrificio en honor de cada ángel, que presidían cada día del mes (FILORAMO et al., 2000).

Irán, antigua Persia (WHILHELM, 1901), al encontrarse en la encrucijada de las rutas entre Oriente y Occidente, ha sido un inmenso territorio sobre el que han establecido diferentes culturas, gobernado muchas dinastías conocidas como aqueménida, parto, sasánida, omeya, abasí, safárida, turco selyúcida, mongol, safávida, afshárida, qayarí y pahlevi, siempre fue un imperio de la razón, de una gran cultura que fue “la argamasa que ha mantenido unida una nación tan plural desde un punto de vista étnico y lingüístico” (MICHAEL AXWORTHY, 2010: 343). Hoy en día, no les gusta en absoluto, que se refieran a ellos como árabes, aunque la inmensa mayoría son musulmanes de rito chiita, pues ellos siempre aducen que son auténticos persas. El persa, ario de origen, hace lo contrario de lo que le dicen que tiene que hacer, lo que no significa que una parte de la sociedad no sea muy conservadora.

 

3.3. En cuanto a las tradiciones

Las celebraciones se inician la víspera del último miércoles del año del calendario persa, con la celebración del Chahārshanbe-sūrí o miércoles de fiesta. El ritual más tradicional de esa jornada consiste en encender hogueras, que los participantes saltan a la vez que piden gritando que se les quite la tez pálida invernal y la cambien por un color sonrojado y saludable. Con la luz del fuego se escenifica la llegada de días más largos, ya que es el momento en que se ecualiza la noche y el día. También es tradicional que los niños recorran las calles golpeando cacerolas y sartenes, a la vez que van pidiendo que les den un aguinaldo. Tras consumirse las hogueras, las cenizas se recogen y se entierran con la finalidad de alejar la mala suerte de la época invernal. Unos días antes de la llegada del Año Nuevo, en cada casa se prepara una mesa de ceremonia, en la que se colocan siete platos diferentes, conteniendo cada uno de ellos un alimento cuyo nombre comienza por la letra persa sin, y que tienen un determinado significado. Son:

Sabzeh. Brotes tiernos de trigo o lentejas, que simbolizan el renacimiento.

Samanu. Pudding elaborado con harina que simboliza la riqueza.

Senjed. Frutos secos de azufaifa que simbolizan el amor.

Seer. Ajo que simboliza la medicina.

Seeb. Manzanas que simbolizan la belleza y la salud.

Somaq. Bayas de zumaque que simbolizan el sol.

Serkeh. Vinagre simboliza la edad.

 

Junto a estos siete platos, en Persia, el siete ha sido un número sagrado desde la antigüedad, se colocan otros objetos para asegurar la llegada de la buena suerte. Monedas doradas, huevos pintados, una pecera con peces de colores, ramos de narcisos o de jacintos como símbolo de la primavera, una naranja en un recipiente con agua, un espejo y un Corán. Se suele encender una vela por cada niño de la familia. Como portador de buenos augurios, también es tradicional que aparezca el Hajji Firuz, un personaje que anuncia la llegada del Año Nuevo cantando y danzando por las calles al son de una pandereta. Este personaje se dice que está inspirado en la antigua figura zoroástrica del guardián del fuego, por lo que lleva el rostro cubierto de hollín y va vestido con ropas y un sombrero de color rojo brillante. Durante los trece días siguientes a la celebración del Nowruz es tradicional realizar visitas de cortesía a familiares, vecinos y amigos. Como las escuelas permanecen cerradas, es un periodo en que los más pequeños de las familias suelen ir a casa de los más mayores, que les obsequian con regalos y dinero. El periodo festivo finaliza en la decimotercera jornada con la celebración del Sizdah Bedar, que significa trece al aire libre, en el que las familias se van a pasar el día al campo y a disfrutar de la naturaleza. Ese día, el sabseh se lanza en el campo para contribuir, simbólicamente, a que la naturaleza sea más verde y, además, ayude a deshacerse de la mala suerte que los brotes han ido absorbiendo mientras han permanecido en cada hogar. Son un compendio de ritos y costumbres antiguas que no se limitan a un solo grupo religioso, y simbolizan la continuidad y supervivencia de la antigua cultura persa. Tiene raíces agrícolas y es una fiesta de culto a la fertilidad, cuyos rituales y tradiciones están fuertemente arraigados al zoroastrismo (MENANT, 1908). En la lucha del bien y del mal, con la victoria del bien, la llegada del año nuevo representa el final de la oscuridad invernal y el renacimiento de la luz y la fertilidad. Entre los diferentes rituales, es tradicional limpiar a consciencia las casas y prepararlas para recibir el nuevo ciclo anual.

 

3.4. Calendario del zoroastrismo

El calendario persa o calendario iraní es un calendario solar en el que el año comienza con el equinoccio de marzo. Por tanto, el 21 de marzo de 2021 comenzó el año 1400 del calendario persa (MATEO DOMINGO, 1988: 22-23). En su forma actual el calendario persa se estableció de manera moderna en 1925 y es considerado más preciso que el gregoriano, adoptado en Occidente, tras la reforma Gregoriana, de 1582, pues en este existe un error de un día cada 3320 años, mientras que en el persa el error detectado es de un día cada tres millones y medio de años (Calendario persa o iraní (s.f.). Deperu.com). Aunque las diferencias pueden parecer abismales, lo cierto es que esos cálculos habrá otros tiempos.

El calendario persa tiene seis meses con 31 días, los cinco meses siguientes con 30 días y el último con 29 o 30 días, según sea bisiesto o no. Los días de la semana se denominan del siguiente modo:

 

Domingo: ye shanbe. 

Lunes: do shanbe. 

Martes se shanbe. 

Miércoles: chaaR shanbe.   

Jueves: panshanbe.             

Viernes: jom'e. 

Sábado: shanbe. 

 

Los meses de año tienen la siguiente estructura:

 

  Nombre                                                         Día de Inicio                   Duración

01. Mes Farvardin                                          21 de marzo                           31

02. Mes Ordibeheŝt                                        21 de abril                              31

03. Mes Ḩordad                                              22 de mayo                            31

04. Mes Tir                                                       22 de junio                             31

05. Mes Mordad                                              23 de julio                              31

06. Mes Ŝahrivar                                             23 de agosto                           31

07. Mes Mehri                                                 23 de septiembre                   30

08. Mes Aban                                                   23 de octubre                         30

09. Mes Azar                                                   22 de noviembre                    30

10. Mes Dej                                                      22 de diciembre                     30

11. Mes Bahman                                             21 de enero                            30

12. Mes Esfand                                                20 de febrero                         29/30

 

El día de año Nuevo se llama Fiesta de Novruz, Nowrouz, Nooruz, Navruz, Nauroz o Nevruz en el calendario persa, esta fiesta en Irán se celebra con la llegada de la primavera, en el momento exacto del equinoccio, por lo que cada año se celebra un día y hora diferente. Se celebra igualmente en países como Azerbaiyán, Afganistán, Uzbekistán, Tayikistán, Turkmenistán, Pakistán, partes de India y entre los kurdos. También se celebra en Turquía, Georgia, Iraq, Kazakstán, Kirguizistán, Rusia, Siria, y otros países de Asia Central.

 

3.5. Doctrina del zoroastrismo

En cuanto al concepto del zoroastrismo como punto de partida tenemos que entender que se le conoce como mazdeísmo, que era la religión del Imperio persa del siglo VI a.C. que tiene como principio la existencia del bien y del mal. En dicha religión, el bien y el mal es representado por Ahura Mazda, dios del bien, y Angra Mainyu como el dios del mal. Tal politeísmo evolucionó por Zaratustra en un monoteísmo total. Su profeta inspirador fue Zoroastro. Actualmente, el grueso sustancial de los fieles, de dicha religión, se encuentran en lugares como América del Norte, Reino Unido, el Golfo Pérsico, Oceanía y Singapur.

El Faravahar o Farohar es el principal símbolo de la religión que representa el alma antes de su nacimiento y después de su muerte.

El fuego es un símbolo de gran importancia ya que el dios del bien es adorado mediante el fuego sagrado, sujetado por los sacerdotes en los templos respectivos. Por esta razón, la cremación no es permitida por los creyentes de la religión.

Los fieles del zoroastrismo celebran el matrimonio que se realiza en presencia del fuego como símbolo de gran importancia. Los creyentes del zoroastrismo creen en la resurrección de los muertos y en la existencia de un paraíso, purgatorio e infierno, tal como es difundido por el cristianismo.

Los emperadores son los representantes de dios Mazda en la tierra para garantizar la subordinación del pueblo al jefe del imperio (Significado de Zoroastrismo, s.f.).

Con la reforma de Zoroastro, se consiguió que las diversas divinidades antiguas politeístas, se considerasen unas visiones mitológicas, tan solo porque ahora el paradigma aceptado de la divinidad es monoteísta, pero en su tiempo, eran considerados tan reales como lo es su dios para un creyente en la actualidad, sobre conceptos como alma, sacrificio, sentido espiritual (WATSON, 2006: 178-181). 

Los doce dioses más prominentes del antiguo panteón iraní fueron: 

·         Ahura Mazda- es Rey de los dioses.

·         Angra Mainyu - es Fuente del mal, el caos y la discordia.

·         Mitra – es dios del sol naciente, pactos, contratos y la realeza.

·         Hvar Ksata – es dios del sol pleno.

·         Ardvi Sura Anahita – es diosa de la fertilidad, la salud, el agua, la sabiduría y la guerra.

·         Rashnu - es Ángel; el justo juez de los muertos. 

·         Verethragna - es dios guerrero que combate el mal.

·         Tiri y Tishtrya – son dioses de la agricultura y la lluvia.

·         Atar- es dios del divino elemento del fuego; personificación del fuego.

·         Haoma – es Dios de la cosecha, la salud, la fortaleza, la vitalidad; personificación de la planta del mismo nombre cuyo líquido trae la iluminación. 

·         Vayu – es dios del viento que ahuyenta a los malos espíritus. 

·         Zurvan o Zurvan Akarana – es dios del tiempo, personificación del tiempo infinito (Significado de Zoroastrismo, s.f.).

De esta manera, el zoroastrismo se presenta y mantiene una distinción absoluta entre el origen del bien y el de su antítesis, el mal: “El mal claramente no puede venir de Dios... Hay así un dualismo fundamental que absuelve a Dios de toda mancha de mal... El mal en el zoroastrismo no es una realidad en sí misma, sino una paradoja existencial experimentada por el hombre mediante el desequilibrio que se refleja en el mundo físico. Es solo en el mundo relativo donde los estados de exceso y deficiencia son observables y discernibles, y confieren al mal una existencia aparente que no viene ni puede venir de ninguna otra fuente. El mal refleja únicamente la negación de lo que existe y es intrínsecamente bueno. Al modo de un parásito, no existe ni puede existir por sí mismo. En otras palabras, el mal es ex nihilo, es decir, surge de la nada, y por tanto no tiene existencia real” (MISTREE, 1982: 29).

Respecto a las ideas básicas se encuentran:

·         Primero: respeto a todas las formas de vida. Condena la crueldad entre los hombres e incluso contra los animales

·         Segundo: igualdad entre todos los seres humanos independientemente de la raza, sexo o religión. Caridad social.

·         Tercero: la naturaleza es muy importante, casi todos sus ritos se celebran en parajes naturales y que se debe respetar en todo momento.

·         Cuarto: ética en el trabajo como expresión de la dureza de la vida.

·         Quinto: lealtad y fidelidad a la familia como núcleo esencial y a la comunidad a la que se pertenece (Zoroastro, la religión más antigua del Planeta. (s.f.).), a la sociedad y al mundo.

 

3.6. El pensamiento y la reflexión teológica

3.6.1. Desde la antropología

No existe un sentido de salvación tal como el cristianismo presenta; tampoco existe el perdón de los pecados pues un fiel convertido al zoroastrismo lo es a la misma religión, tal cual es, dado que, al confesar la fe, queda liberado ya de las consecuencias de los pecados anteriores por ignorancia, cuando no conocía nada de dicha religión. No obstante, el hombre no es dejado, a sus propios esfuerzos, ya que le ayudan ángeles guardianes a vencer la tentación y a evitar el abismo establecido para los demonios. Una parte importante en la antropología zoroástrica es la incorporada en el relato de Yima. Ahura propuso hacer a Yima el fundador de la nueva religión, pero no lo quiso asumir, por lo que Ahura le hizo guardián del mundo y las criaturas (Vendidad, II ). Al realizar este deber crecieron los rebaños y manadas y la humanidad, debiendo aumentarse el área de la tierra habitada. Entonces fue avisado de la llegada de una serie de inviernos fríos que erradicarían la vida, mandándosele crear una especie de paraíso, de 3 km² y llevar inmediatamente ejemplares de diferentes especies, eliminando de la humanidad así salvada a los deformes, impotentes, lunáticos, maliciosos, leprosos y malvados. Una vez que el mago que había provocado el frío terminó su obra los 1.900 hombres y mujeres que vivieron una vida de perfecta felicidad en ese paraíso, poblaron la tierra. Esa es la sensación que produce y muchas de las expresiones recogidas en la Sagrada Escritura, recuerdan pasajes de la literatura extra bíblica. Este relato no ha de tomarse como un paralelo directo del diluvio.

3.6.2. Desde la escatología

El alma tras la muerte se queda cerca del cuerpo durante cuatro días, en lamento o alegría, según sus hechos. Al amanecer del cuarto día comienza su viaje a su hogar final. Sus experiencias se corresponden con las acciones del individuo durante la vida. Si ha sido recto, el alma es transportada con experiencias deliciosas en su camino, siendo saludada por una bella doncella, que es la personificación de sus hechos buenos, quien la guía al puente Chinvat, donde Mitra, Sraosha y Rashnu emiten juicio de todos sus hechos: buenos y malos. Entonces pasa a través del puente Chinvat (Yasna, XIX, 6 y XXVI,11) al puente de los ángeles; finalmente, es recibida por Vohu Manah, el alma pasa ante Ahura y los Amesha Spentas para tomar su morada permanente con los justos (Vendidad, XIX, 28-34; Cf. Yasht, XXII, XXIV, 53-64; Yasna, XXXI. 14.). La experiencia de los malvados es la opuesta a ésta, siendo el alma llevada por una hechicera y arrastrada por ella tras el juicio a las profundidades de las tinieblas. Sin embargo, hay un lugar llamado Hamestagan, el lugar para las almas cuyos hechos buenos y malos pesan exactamente lo mismo. Éstas y los muertos malos moran en sus lugares hasta el último día, cuando los habitantes del infierno son purificados y se unen, con los de Hamestagan, a los bienaventurados en los nuevos cielos y nueva tierra (WOLFF, 1872). Por tanto, el credo final es el universalismo, no siendo el infierno una tortura o retribución eterna (Dadistan-i Dinik, XIV, 8 y XXXII, 10-16; Bundahish, XXX, 1-33.). En el día del juicio Saoshyant culmina la victoria sobre el mal en una batalla final (Yasht, XIX. 89-96). Para ese tiempo el hombre habrá sido espiritualizado, no necesitando ni alimento ni bebida (Bundahish, XXX, 3; Dinkart, VII y XI, 4). Luego tiene lugar la resurrección, juntándose todas las almas y sufriendo los malos tres días de tortura en el infierno (BÖKLEN, 2002: 42-43). Todas las almas pasan a través del fluido fundido, que para los buenos es agradable y para los malos extremadamente doloroso.

Su doctrina sobre las postrimerías supone la consideración de una primera escatología con carácter sistemático de toda la historia de las religiones. Sin duda, es una de las expresiones de la fenomenología de las mismas. Tendrá sus repercusiones y su gran influencia acerca de las especulaciones de orden apocalíptico del primitivo judaísmo, el posterior cristianismo y por último, con el islamismo, en diversas vertientes con temas como el fin del mundo y una resurrección de tipo general. Con una especie de mundo renovado, bien terrenal, bien espiritual, donde solo tendrían la entrada los justos y, además, la final recompensa dependería de las distintas elecciones éticas que se hubieran tomado durante la vida presente. Por otra parte, el ciclo nuevo libre por ausencia de todo mal, se decantaría un juicio personal que se resolvería inmediatamente después de la muerte de cada individuo (JAMES, 2006: 130-131). Cada cual sería responsable de sus propios actos, vividos en su vida concreta, teniendo que dar cuenta de ellos. El balance resultante decidiría su próximo y definitivo destino. Sería finalizado el tercer día, tras el fallecimiento, es decir el cuarto, pasaría el puente o chinvat (DÍAZ, 1997: 300-303), que separa ambos mundos, el presente y el futuro o siguiente. Este pensamiento del zoroastrismo se fundamenta en el principio que cada hombre se procura su propia salvación. Es algo que el hombre busca, lo desarrolla y al final lo consigue con sus propios medios

 

3.6.3. Desde el culto

El culto suponía un sacerdocio, llamado Athravan. Los sacerdotes debían mantener un alto nivel. Es notorio que el Vendidad no muestra huellas de la auto búsqueda del sacerdocio, tal como caracteriza a los escritores brahmánicos de la India. Es una línea totalmente diferente y no tiene en cuenta las veleidades humanas por conseguir unos cargos o responsabilidades que estaban en función más bien de un mejor acercamiento a la propia divinidad. La visión de esa nueva realidad quedaba conformada por las obligaciones que llevaba aparejado. No resultaba demasiado fácil asumirlas. Los deberes sacerdotales conllevan el servicio no solo en los templos sino en los hogares de los creyentes, particularmente en el cuidado del fuego sagrado, en la elaboración del haoma y el canto de la liturgia. Su preparación comenzaba a la edad de siete años y continuaba hasta los catorce, exigiéndose la memorización del Yasna y el Vendidad. Los animales para sacrificio nombrados son el caballo, la vaca, el cordero y el camello (Vendidad, XXII, 16-20). Especial importancia se asocia a la Baresma, originalmente se trataba de un manojo de ramas que el sacerdote tenía mientras recitaba las oraciones prescritas (Vendidad, III, 1 y XIX, 63). Ahora se representa por un manojo de barras de plata que varían en número desde tres a treinta y tres.

 

3.6.4. Desde la moral

La moral fundada en la doctrina de Zoroastro no podía menos de ser digna y elevada; porque, imponiendo al hombre la obligación de combatir sin tregua para desarraigar el germen del mal que hay en su naturaleza, le hace responsable de sus acciones y árbitro de su destino ulterior; pues el que salga triunfante de esta lucha recibirá galardón eterno, y el que sea vencido, sufrirá un castigo terrible. Este precepto de la lucha influyó quizá en el carácter histórico del pueblo persa, que fue eminentemente guerrero y aspiró a la conquista de todas las naciones; pero la religión de Zoroastro desapareció casi enteramente de la Persia cuando los árabes la dominaron, imponiendo en ella el Mahometismo, que es hoy el culto oficial de dicho país y de todos los demás que profesaron un día los dogmas del Zend-Avesta. La predestinación es rechazada pues los hombres son responsables de su situación y deben actuar para cambiarla. La recompensa, el castigo, la felicidad dependen de cómo las personas vivan su vida. El bien transpira de aquellos que actúan correctamente y los que actúan mal se dirigen hacia su ruina moral (MORENO ESPINOSA, 1881: 17-18).

 

3.6.5. Desde la teología

El Baresma se empleó en la invocación de Ahura, el servicio por los muertos, las ofrendas a los Yazatas y otros espíritus, incluyendo los fravashis. Su virtud aumenta en el periodo posterior de la religión, hasta llegar al punto de que por su ofrenda el justo es llevado al paraíso. Se puso gran énfasis también sobre el haoma, una bebida que supuestamente pone al participante en comunión con dios y que posteriormente se convirtió en algo sacral. Haoma parece haber sido originalmente una divinidad de euforia y la bebida fermentada que lleva a la apoteosis (Yasna, IX-XI, nota X, 13). La principal afirmación para el espíritu que es elevado de esta manera es que es el santo que lleva más allá de la muerte. Totalmente novedoso es el lugar del perro en la religión, y de lo que dos Fargards se ocupan (Vendidad, XIII-XIV). Se prohíbe dar muerte al animal. Dos perros con cuatro ojos guardan el puente Chinvat, probablemente perros con manchas sobre los ojos, y un animal semejante expulsa de un difunto el demonio del cadáver. Ya que todo lo que Ahura creó era puro, sano y bueno, las actividades de Angra Mainyu ocasionan impureza, enfermedad y muerte, siendo el propósito de la vida evitar la impureza (DÍAZ, 1997: 299-300). Ritualmente la impureza está relacionada con algo contaminado por su contacto con los demonios, con la muerte, la enfermedad o la deformidad. Todo lo que sale de un hombre es impuro, de ahí que no se pueda soplar sobre el fuego, ni para ritos ceremoniales limpiarse en primer lugar con agua.

 

4. Celebración de los Ritos

4.1. Iniciación:

Todo el centro de la vida ritual es la plegaria u oración, ya sea en el templo, en casa o al aire libre, aunque existen ceremonias que reúnen a toda la comunidad y en las que se recitan distintos pasajes del Avesta o Fundamento, especialmente, de los gathas. Quizá una de más importantes y decisivas es la imposición del kusti. Se trata de un cordón blanco que simboliza la mayoría de edad ritual para el fiel que sigue la religión de Zaratustra y se hace vinculante con la fe de sus antepasados y familiares. Se trata de una religión muy conservadora.

 

4.2. Matrimoniales:

Este ritual tiene diferentes estadios o ceremoniales: el primer momento requiere la firma de acta espiritual por parte de los padrinos y novios, es una ceremonia que tienen gran importancia y relevancia donde se da fe de la ceremonia. El segundo momento, consta de situaciones detalladas, donde la familia de la novia procede a colocar previamente al acto una bufanda en la cabeza. El tercer momento, a los novios se les agregan dos tarros de azúcar sobre el cuerpo antes de dirigirse al altar, esta celebración dura aproximadamente siete días, y asisten familiares amigos y fieles, que tienen relación con los novios. La celebración de la boda en la cultura persa, según las tradiciones babilónicas y del zoroastrismo, posee uno de los rituales más peculiares y enigmáticos de los que se siguen celebrando hoy en día. Data de los tiempos de Zoroastro (Siglo VI a.C.), y aunque actualmente se celebra de modos distintos pero su simbolismo se ha perdido en el camino. Son miles de años transcurridos para poder mantener un pensamiento, una praxis, una serie de simbolismos que se pudiesen mantener y transmitir de generación en generación con tantas vicisitudes de invasiones de otros pueblos con fuerte religiosidad y adecuada fortaleza en sus pretensiones

La novia es alumbrada por dos candelabros, símbolo futuro de la pareja, y vestida en seda blanca, la prometida espera al alba a su novio mirándose en un pequeño ayeneh-ye bakht o espejo del destino, con un collar de flores en torno al cuello. En la sala ceremonial orientada hacia la salida del sol, permanece extendido el sofreh-ye aqd, un exquisito tapete bordado a mano con ricos hilos, sobre el que están representados simbólicamente una serie de elementos: dos candelabros y un espejo del destino; una bandeja o Sini-ye Aatel-O-Baatel repleta de hierbas y especias en siete colores: arroz, sal, semillas de nigella, semillas de amapola, incienso y té negro, que asegura la permanencia de la pareja y les libra del mal de ojo.

Habrá también un pan de azúcar; un pan chato o Noon-e Sangak, a modo de torta, donde se encuentran azafrán y cinamomo: Mobaarak-Baad o enhorabuena; queso feta y finas hierbas; además, tuna cesta con huevos, a la que acompañan almendras y nueces como símbolo de fertilidad. Cierran el simbolismo una cesta con manzanas, símbolo de la creación del hombre y una copa con miel, así como monedas de oro para la prosperidad. Y por último dos conos de azúcar que serán los que luego se desmenuzarán, vertiéndolos sobre las cabezas de la pareja. Cuando la novia entra en la habitación lleva cubierta su cara con un velo, y ceremoniosamente se acomoda junto al novio, que levantará su velo y la primera cosa que verá será un espejo en el que se refleja quien ha de ser su esposa. Sobre la pareja un grupo de mujeres casadas mantiene izada en el aire una tela de seda, bajo la que se procede a la ceremonia.

El líder espiritual, llamado mullah, característico de las sociedades de Medio Oriente, que proviene de la antigua Babilonia, pero adaptado a la realidad actual musulmana de Irán, preguntará a la novia hasta por tres veces: “¿Estás lista para casarte con el novio?”. En las dos primeras ocasiones la novia no responde, pero a la tercera y tras el consentimiento familiar ella pronunciará el . Las mujeres procederán a desmenuzar sobre ambos los conos de azúcar o Kalleh Ghand. Finalmente, ambos se miran ante el espejo del destino, pero esta vez juntos. Igualmente, este modo, se subraya la solidaridad de la comunidad zoroástrica. Para mantener la pureza de la comunidad ya desde tiempos antiguos se practicó el matrimonio endogámico, pero en tiempos modernos esta observancia es menos exigente (Iglesia Evangélica Pueblo Nuevo, s.f.). Los fieles del zoroastrismo celebran el matrimonio que se realiza en presencia del fuego como símbolo de gran importancia (SCHURÉ, 2005: 313-314).

 

4.3. Funerarios:

Claramente en el zoroastrismo, los cadáveres representan los restos humanos impuros, por lo que al fallecer cualquier persona inmediatamente debe procederse a sus honras fúnebres para evitar la contaminación del planeta, de manera que los cuerpos son llevados a unos edificios llamados Torres del Silencio (JAMES, 2006: 135-136). El paso siguiente ocurría cuando el difunto se tenía que enfrentar con el juicio final ante el Ahura Mazda, después de cuatro días, según marcan sus creencias. Durante el rito fúnebre las personas se visten de blanco y deben estar lo más alejado posible de los cadáveres, en la actualidad algunos países prohíben estos procedimientos, ya que consideran que la permanencia de un cuerpo por varios días representa un foco de contaminación, por lo que algunos fieles proceden a la cremación. Aquí surge la diferencia de opinión entre la continuidad del uso o no de prácticas funerarias ancestrales. Los sacerdotes ortodoxos insisten en la práctica funeraria de los antepasados, mientras los más jóvenes discrepan.

En el zoroastrismo se tiene la creencia de que los muertos resucitan, de allí la importancia en la realización de esta ceremonia, asimismo plantean el paso hacia otra etapa que consiste en la llegada al paraíso. Los persas tenían una gran tolerancia religiosa con los pueblos conquistados. Además, respecto a los ritos funerarios tenían miedo y pavor a los cadáveres. Tras el fallecimiento consideraban que los muertos debían ser abandonados, pues creían que si les daban sepultura contaminaban la tierra. La política del Imperio persa fue muy tolerante en cuanto a la religión y las costumbres. Muchos de los pueblos conquistados recibían de buen ánimo a los persas pues se mostraban tolerantes con cualquier culto religioso, como les ocurrió a los judíos, deportados a Babilonia (MÁXIMA URIARTE, s.f.-b). Los muertos no han de ser incinerados, ni enterrados a menos que primero sean envueltos en cera o sustancia parecida, sino dispuestos para las aves carroñeras en las torres del silencio. Los servicios funerales por los muertos se celebran a los tres días posteriores al fallecimiento (JAMES, 2006: 136-137), con servicio memorial en el cuarto, décimo y decimotercer día y en el aniversario anual. Los sacerdotes son los celebrantes, usando los elementos simbólicos, fuego y agua, así como también flores y frutos. Reminiscencias de tiempos primitivos aparecen en la cantidad de encantamientos usados, siendo estas partes del Avesta las que muestran el carácter más antiguo de los usos religiosos.

 

4.4. Sacerdotales:

En la religión tradicional irania, los sacerdotes eran llamados magos. Como guardianes de la comunidad y el fuego del templo, asumieron el estudio y la transmisión oral del Avesta y sus comentarios, y el mantenimiento del código ético de la comunidad, lo que les capacitó para resolver conflictos legales. En la actualidad se dividen en tres niveles: el primero es el ervad, entre los fieles en la India o parsis o persas; el segundo nivel es el herbad, que son las pequeñas comunidades en Irán; el tercer nivel es el mobed y el dastur, que corresponde nivel más alto. Realizan las celebraciones litúrgicas y diversos ceremoniales (Zoroastrian Priesthood - Atharvan, Magi, Modern Priests, s.f.). Por eso, aquel que venera al dios Ahura Mazda deberá realizar buenas acciones para combatir el mal y conseguir la victoria. La máxima del zoroastrismo es siempre: Buenos pensamientos, buenas palabras, buenas acciones. Hombres consagrados y dedicados a celebrar ritos, ofrecimientos y sacrificios a ciertas deidades, y al cuidado de los templos. Se convirtieron en las personalidades centrales de todas las ceremonias y prácticas religiosas.

Se han encontrado por todo Irán pequeños templos fechados en la era preislámica, y los registros conservados describen la instalación de las esculturas en centros de culto zoroástrico. Ninguno de estos iconos ha sobrevivido al tiempo transcurrido, pero, así como algunas antiguas monedas iraníes, incluían a menudo imágenes de inspiración griega, especialmente como ejemplos los partos y los seléucidas, es admisible pensar que las esculturas de los templos zoroástricos de este período reflejaran igualmente una influencia helenística, quizá similar a la encontrada en el área de Gandhara. El único arte zoroástrico, existente todavía hoy se encuentra en las monedas, especialmente en aquéllas acuñadas por los soberanos sasánidas (FOLTZ, 1999: 28-30). Estas monedas normalmente representan un altar de fuego flanqueado por dos personas que podrían representar a los miembros de la élite del clero zoroástrico conocidos como maggi (DÍAZ, 1997: 304-305). Estos altares del fuego son una de las características de la vivencia religiosa del pueblo persa y ha sido con mucho uno de los elementos más esenciales del zoroastrismo, que perdura hasta la actualidad como algo propio de su divinidad. Se trata de una reforma a la religión practicada por unas tribus de lengua iraní que estaban en Turquestán. Hay que destacar el gran parecido existente entre esta religión y el conocimiento que tenemos de la religión existente en la India en esa época. No sólo en las formas, sino que también tienen palabras muy parecidas que significan prácticamente lo mismo. También el zoroastrismo influyó en el budismo (WYNNE, 2005: 35-70), como por ejemplo en el símbolo de la luz. Es un tema recurrente y que recogen ambas tradiciones como se da en el zoroastrismo y en el budismo (SCHURE, 1992: 7-11). El reflejo se convierte en rayo, el rayo en estrella y la estrella en fulgurante sol. El fuego como elemento purificador que se orienta para iluminar y ofrecer la luz. Son unos temas recurrentes en todas las culturas y religiones antiguas: luz, fuego, agua, tierra. La vida cotidiana de Gandhara al ser una encrucijada de caminos es bien distinta. Hacia el oeste desde la India o hacia el este desde Persia, la ruta a través de la región de Gandhara lo convirtió en el centro de la ruta de comunicación entre ambas. Se dice que el templo de Jandial es de naturaleza zoroastriana, mientras que en la calle principal de la ciudad de Sirkap se encuentran un templo jainista y también un templo del sol. Por otra parte, el Udvada Atash Behram o templo del fuego, es el más sagrado de la India y el templo del fuego más antiguo del mundo. Se ha convertido en un importante sitio de peregrinación para los zoroástricos de todo el mundo. Muchas de sus tradiciones en la fe zoroástrica provienen de raíces de tiempos más antiguos.

A los sacerdotes de orden superior se les denominaba mōbadh. Se dividían en distritos eclesiásticos confiados a los mōbadh. Todos estaban bajo la autoridad del mōbadhān mōbadh, que era el equivalente exacto del shahanshah en el ámbito laico, es decir, del rey de los reyes, el Emperador de los persas. Esta unificación fue sobre todo la obra del mōbadh Kartir, cuya función comenzó bajo el poderío de Shapur I y que se convirtió en mōbadhān mōbadh bajo el reinado de su sucesor Ormuz I. A los sacerdotes del orden inferior, se los denominaba mōgh, término que se convirtió en magus en los autores grecolatinos, luego mago en francés, y que sirvió para designar todos los sacerdotes iraníes. Los mōghān mōgh eran funcionarios de los grandes templos (DHALLA, 1994). La historia antigua de Persia (WIESEHÖFER, 2001) es apasionante por toda la riqueza que lleva en sí misma por su amplia cultura y capacidad de superación y, de esta manera, poder profundizar en sus tradiciones y costumbres.

La elevada concepción que se tenía de la función sacerdotal aparece en uno de los textos sagrados (Vendidat 18, 1-6). Las funciones recogidas son:

·         En primer lugar, hay muchas clases de hombres, pero para ser sacerdote debe estar protegido y ceñido por la religión. De no ser así, no es auténtico sacerdote, así hablo Ahura Mazda.

·         En segundo lugar, para ese ser sacerdote necesita el que no está ceñido con la religión, falsamente se hace llamar sacerdote, por tanto, no se le llame ni se le otorgue, así habló Ahura Mazda.

·         En tercer lugar, dicha apariencia necesita del manojo de plantas, el que no se haya ceñido con la religión, falsamente se hace llamar sacerdote, no se lo llames tú, así habló Ahura Mazda.

·         En cuarto lugar, fraudulentamente maneja el látigo de los castigos, el que no está ceñido con la religión, falsamente se hace llamar sacerdote, no le llames tú sacerdote, así hablo Ahura Mazda.

·         En quinto lugar, el que yace sin orar, sin ejercitar el bien, sin aprender ni enseñar, el que atenta contra su vida, falsamente se hacer llamar sacerdote, no lo llames tú, así hablo Ahura Mazda.

·         En sexto lugar, Tú llamarás sacerdote, así habló Ahura Mazda, a aquel que el día entero estudia la sagrada sabiduría, que libera la necesidad, crea la libertad, la bienaventuranza, para alcanzar la otra vida, la justicia, lo mejor de la mejor vida (Vendidat 3, 31). Con el tiempo aparecerá el cuidado por conservar puros todos los elementos de la naturaleza: fuego, agua y tierra.

 

5. Oraciones y rituales:

5.1. Oraciones

Estas se distribuyen a lo largo del desarrollo del día. Desde el amanecer hasta de la mañana hasta la oscuridad de la noche. Se recitan en todo tiempo y son las siguientes (RODRÍGUEZ, s.f.):

·         En primer lugar, Hawan Gah: son aquellas oraciones que se realizan desde la salida del sol, el amanecer hasta mediodía.

·         En segundo lugar, Rapithwin Gah: estas oraciones son la que se practican desde el mediodía hasta el final de la tarde.

·         En tercer lugar, Aiwiseruthem Gah: se trata de oraciones que se llevan a cabo terminada ya la tarde hasta el crepúsculo.

·         En cuarto lugar, Uzerin Gah: estas son las últimas oraciones del día, siendo las más importantes. Su recitación va desde media noche hasta el amanecer del día siguiente. Así se vuelve a reiniciar con el nuevo día.

 

5.2. Rituales

Dentro de los rituales recogidos en zoroastrismo se encuentra el fuego en la práctica religiosa zoroástrica es un símbolo de la luz que representa los principios esenciales de su religión (BLÁZQUEZ et al., 1999): la luz que disipa todas las tinieblas de la ignorancia, el error, la representación simbólica de la justicia y el orden ritual, el fuego cósmico de la creación y el fuego destructor que pondrá fin a todo lo creado para restaurar un orden perfecto. De esta manera, situarse delante de la llama recitando una plegaria representa un modo de contemplar la naturaleza de lo creado por la divinidad. En todas las religiones (ROYSTON PIKE, 1996) como en el zoroastrismo, el ritual ocupa un lugar central en el culto, así como la meditación ante el fuego, símbolo de espiritualidad y de pureza. De esa manera, hay que tener en cuenta que estas oraciones y rituales se enmarcan en sus propias oraciones, tradiciones y rituales. Nos muestran que tienen un estilo de vida claro y muy determinado; unos pueblos que mantienen unos principios y arraigos de gran fuerza e índole religioso y cultural muy fuertes, debido a su mentalidad religiosa. Esto ya está recopilado en los textos sagrados del zoroastrismo son el Avesta, donde se recogen los himnos denominados Gatha y la liturgia Yasna. Los himnos pertenecen a la etapa más antigua, posiblemente del II milenio a. de C. y, se cree que, los compuso el propio Zaroastro en lengua avesta y que tras su muerte se trasmitieron de generación en generación de forma oral (ÁLVAREZ PEDROSA, 2019: 51-63). En el siglo IV d. de C, con la dinastía sasánida se recopila la tradición oral de la teología zoroástrica y se redacta el Avesta en la lengua de la dinastía, el pahlavi. La religión va unida a las pautas culturales de cada pueblo o sociedad y el uso bien pormenorizado de sus motivos sociales. El zoroastrismo es una de las primeras religiones que presenta la lucha interna del hombre entre las fuerzas del bien y del mal, del conocimiento contra la ignorancia, la vida después de la muerte y las oraciones frecuentes para vivir con rectitud vigilando que el corazón sea entregado a Aura Mazda y no penetre en los abismos del mal (ELIADE, 2019: 398). Prácticamente en todas las religiones aflora el tema de la lucha entre el bien y el mal y cuál es la procedencia de este respecto de aquel. Se trata de un tema apasionante que ellos resolvieron inmediatamente con un dualismo desde un politeísmo que finalizaría en un monoteísmo total.

 

5.3. El hombre ante el bien y el mal:

Esta continua lucha entre ambos poderes, supone la adecuación de una posible respuesta, a pesar de todos los intentos, de conseguir a través de la historia de las religiones, poder resolver la cuestión desde ese monoteísmo ético. La posibilidad de solución de Zoroastro provocó el dualismo claro. A pesar que en los gathas, recogía la opción determinante que Ahura Mazda, existía como creador, bueno y benéfico porque era realmente el bien. Entonces ¿cómo llegaron a existir ambos principios del bien y del mal? No se llega a explicar claramente. Es un continuo conflicto. Pero como el universo es creación de Dios único y por excelencia el único bueno, los órdenes material y moral proceden del plan de Dios y de su voluntad. De aquí que tal dualismo presente en el zoroastrismo ni es esencial ni irrevocable. Esos espíritus no existen independientes de Ahura Mazda y, por tanto, el bien prevalece sobre el mal. El hombre debe resistir tales tentaciones, provocadas por el mal, e ir destruyendo el poder del mal, por medio de la elección siempre recta, pues la divinidad de Ahura Mazda, al crearle le concedió la libertad (JAMES, 2006: 128-129). De esta manera, aparece bien reflejado en los gathas del Yasna expuesto muy claramente: “Los dos espíritus primigenios que se revelaron como gemelos en la visión, son los Mejor y lo Malo en el pensamiento, la palabra y la acción. Y entre uno y otro los prudentes escogen con acierto, pero los necios no” (Yasna, 30). Es necesario seguir y decir siempre la verdad, dejar la vida nómada, trabajar la tierra, cultivar los cereales, tratar bien a los animales domésticos, regar los campos puesto que “el que no es labrador no posee parte en la buena nueva” (Yasna, 31,10). En esta acción el mismo Zoroastro tuvo que exigirlo a los nómadas que seguían provocando a los primitivos agricultores (JAMES, 2006: 129-130). Una de las teorías sobre su vida nos indicaría claramente que la perdió durante una ceremonia en un altar del fuego (JAMES, 2006: 130).

Ante el mal clama los sufrimientos de los justos que se manifiesta como injusticia real. El hombre durante toda su existencia se ha preguntado insistentemente sobre el problema del mal, aunque en el fondo se nos presenta con mucha más fuerza como el gran misterio del mal. Todos los sistemas filosóficos conocidos han intentado dar una respuesta coherente. Incluso las religiones han tratado de expresar la verdad de los hechos desde una sincera coherencia. ¿Qué hombre no ha investigado sobre la existencia del mal? ¿Por qué los asesinatos, las enfermedades, la muerte? El conflicto permanece ante la realidad de la bondad divina, de un lado y, la proliferación constante de la maldad en sí misma, por otro lado.

Las respuestas son tantas como hombres existen. Esta realidad ha llevado a un ateísmo como consecuencia de la negación de la existencia de Dios; a la exclusión de su intervención en la vida y en la historia del hombre como el deísmo; por último, a la opción teísta con ciertos dualismos con cierta persistencia (GUERRA GÓMEZ, 2010: 258). Pero en realidad es una cuestión no resuelta del todo por estas manifestaciones religiosas. Esto supone no estar claro si nos encontramos ante una doctrina monista o dualista. Realidad muy difícil y complicada, casi imposible de ser respondida (DÍAZ, 1997: 294-295). En el zoroastrismo queda reflejado la existencia del llamado tiempo primordial, o tiempo infinito (ZAEHNER, 1955: 315-316). Es un tiempo de creación donde se desarrolla las embestidas de la lucha entre el bien y el mal y donde se permite que el bien venza al mal, aunque fuese involuntariamente (DÍAZ, 1997: 295). He ahí la dificultad.

De esta manera, la lucha cotidiana entre la dimensión psicológica y las cuestiones morales fue llevando en el zoroastrismo a un amplio sector del pensamiento humano a un constante dualismo antropológico que hace que el hombre sea cuerpo y espíritu, con origen, naturaleza y finalidad totalmente opuestos, pues la diferenciación y, por supuesto, el enfrentamiento ocurre en el antes, en la preexistencia sola del alma, en su permanencia, en su mera coexistencia, que no convivencia de ambos; y finalmente después de su unión, que es la subsistencia del alma, en todo el trayecto de su vida terrenal. Del dualismo antropológico se giraría hacia el dualismo cosmológico y, por tanto, al enfrentamiento divino, doctrinal y teológico (GUERRA GÓMEZ, 2010: 259). Entonces ¿cómo se resuelve el desasosiego, la prevalencia del mal en el mundo, la enfermedad y por último la muerte? ¿Qué sentido tienen? ¿Cómo responder adecuadamente? El pensamiento de Zoroastro no es dualista, en sentido propio. La oposición se produce entre ambos espíritus, en los mismos orígenes. En resumen, tanto el bien como el mal, el santo y el demonio proceden de Ahura Mazda (Yasna, 43,3). Por eso para el zoroastrismo el Señor sabio no puede ser considerado responsable de la existencia del mal. Puesto que Ahura Mazda, con su total omnisciencia, sabía de antemano cuál sería la elección del espíritu maléfico, pero no lo impidió. Esto plantea que Dios transciende todas las contradicciones o que la existencia del mal supone la condición previa de la libertad humana (ELIADE, 2019: 399). Zoroastro va a enumerar las correcciones que van hacer posible una mayor comprensión de la aportación del mazdeísmo a la historia religiosa de Persia, como la valoración del toro (Yasna 32, 8 y 48,10). A pesar de llevar adelante una reforma, habría tomado un número de ideas y creencias tradicionales, pero al mismo tiempo le otorgaba una nueva dimensión al itinerario de los muertos y sus juicios (ELIADE, 2019: 400-401). Así los justos irían a la Casa del Canto y, en cambio, los pecadores se quedarían en la Casa del Mal (Yasna 46, 11). Incluso llega a aceptar pasar el Chinvat con los adoradores de Ahura Mazda, para llevarlos a él (Yasna 46,10). En algunos aspectos y pautas se asemejan a otras expresiones religiosas (BRANDON, 1975).

Es muy probable que Zoroastro esperase una gran transformación (Yasna 39,9) a modo de transfiguración inminente del mundo. En esto consistía la reforma de la existencia (Yasna 48,2). Es una transformación total de la existencia (Yasna 34,6). Sera el fuego brillante y con el metal derretido llevará un signo a las almas para hacer daño al malvado y gran provecho para el justo (Yasna 51,9). En las divergencias rebrota el dualismo. Es una de las contantes del pensamiento de las religiones y el fondo filosófico de todo hombre. La identidad humana, que es común a todos los hombres de todos los tiempos y lugares dan la misma respuesta ante los idénticos interrogantes profundos del pensamiento humano, que se producen en parecidas y afines circunstancias (GUERRA GOMÉZ, 2010: 260-261). La decisión ética primordial es el fundamento y el modelo de la acción de los hombres, pues se muestra al hombre la opción de decidirse y pasar, por el camino del bien o del mal. Este planteamiento se hará con el correr de los tiempos en una elección primordial entre la luz y la oscuridad. No obstante, aquí aparecen contradicciones que se superan poniendo a Ahura Mazda, como expresión del espíritu bueno. Como orden opuesto, Ahriman, expresión del dualismo. Tanto en el Avesta como en el zoroastrismo fueron resolviendo el conflicto, identificando al espíritu salvador, que se oponía a Ahriman, remontándose a la oposición infinita, del bien y del mal a la elección de Ahura Mazda y de Ahriman. La opción monoteísta reaparece en la escatología donde triunfa ya definitivamente el triunfador del mal es Ahura Mazda (KÖNIG, 1961: 585-586). Esto lleva a pensar a un inicio del cambio del politeísmo a un monoteísmo militante. Se trata de una sucesión de hechos y circunstancias que le llevan a Zoroastro por este camino en su devenir teológico, ético y convivencial.

De esta manera, el proceso escatológico viene determinado por la llama de fuego y el metal que se alude bien claramente (Yasna 30,7); (CÁRCAMO, 2020: 10-11). Su finalidad era el castigo a los malvados, la regeneración de toda la existencia. Como en otras ocasiones ya había ocurrido en la historia, la esperanza puesta en el juicio y de la necesaria renovación del mundo, se fue orientando hacia un nuevo futuro cada vez mucho más lejano, situado fuera del tiempo, de la escatología final, difícilmente calculable. En definitiva, se tenía en cuenta la apuesta por una renovación e interpretación que Zoroastro destacó y puso en funcionamiento. Tal renovación, no se vincularía a ningún rito específico sino más bien a la voluntad de Ahura Mazda (ELIADE, 2019: 401-402). Dicho cambio, iba asociado a la irrevocabilidad, a la decisión y a la realización de Zoroastro en favor de Ahura Mazda.

 

5.4. Resurrección de los cuerpos

Esta idea es recogida como una expresión escatológica. Es la de la resurrección de los cuerpos. Parece ser una idea un tanto antigua. Pero se menciona expresamente recogida en el libro de Yasna (Yasna 19, 11-89 y 13, 129). Habla de la resurrección de los muertos, en relación con la llegada del Viviente. Es decir, este Viviente es el salvador que trae la renovación y la salvación final, que es anunciado por Zoroastro. Se trata de una grandiosa visión teológica de índole escatológica. Es una nueva creación que nunca será vencida por el espíritu del mal; es más, se orienta más bien a una recreación de los cuerpos dentro de su pensamiento y de la cosmovisión del mundo visto por la religión zoroástrica. En la evolución tardía de la visión de la religión, según Zoroastro, existe un paralelismo entre las fiestas del año Nuevo y la renovación escatológica, y es ahí, cuando se producirá la resurrección. Por eso, la renovación universal y la resurrección de los cuerpos se evidenciarán después del sacrificio de ese Viviente, asistido o no por Ahura Mazda. Se trata de un sacrificio de carácter escatológico que reitera de algún modo el sacrificio cosmogónico. De aquí que dicha resurrección y su consecuencia lógica, es decir la indestructibilidad de los cuerpos, es el pensamiento de Zoroastro y del zoroastrismo lo desarrolla eficazmente, tratándose de una diferente concepción de inmortalidad (ELIADE, 2019: 423-426).

No obstante, los elementos fundamentales de los gathas, los que volvemos a encontrar en las fuentes posteriores, son los que dan les dan forma concreta que le es propia. Con respecto a la resurrección de los cuerpos, hay que tener en cuenta que, en los gathas, no posible del todo demostrar su existencia. Unos sostienen que no se puede llegar a esa afirmación ni como creencia ni en los presupuestos pata tal creencia. En cambio, para otros existe una contradicción entre dichas creencias entre el Avesta y en los gathas. Por último, otros si creen que se puede inferir en los gathas, en algunos textos, la entera convención de la resurrección de los cuerpos (KÖNIG, 1961: 607-609). De todas formas, la resurrección afirmada, se encuentra en relación con la gran renovación del mundo, recogidas ya por fuentes griegas en el siglo IV (CLEMEN, 1920: 75). Era algo ya creído entre los persas de esa creencia en la resurrección y sigue asociada a tal renovación de mundo.

Con toda esta manera de enfocar todo el universo restaurado desaparece todo dualismo. Y es entonces cuando Ahura Mazda como el gran Sabio y señor reina solo y sin ningún obstáculo. Así, este monoteísmo escatológico habrá que ponerlo en relación con la creencia de un dios uno. El zoroastrismo nos orienta hasta qué punto la concepción religiosa de Zoroastro, se encontraba ligada al hombre, cuyo nombre mantiene. Suprimió muchas deidades de segunda fila, que poseían culto antes de su llegada y fueron proscritas definitivamente. Esto hace que reconozcamos la obra laboriosa, profunda y, además, bien arriesgada de Zoroastro desde una máxima grandeza y esplendor. Puede parecer que se dan paralelismos con las creencias cristianas, más allá de posibles conexiones con el judaísmo en su exilio babilónico, existieron claramente durante ese tiempo; el sentido y los conceptos son bien diferentes, dado que el fundamento de la transcendencia cristiana nunca lo tendrá el zoroastrismo por mucho que se quieran buscar pautas de vinculación real. Cualquier coincidencia con la realidad es mera casualidad.

6. Conclusión

Se puede decir que, según las fuentes, Zoroastro debió ser un sacerdote que recibió la visión de Ahura Mazda, quien era la divinidad principal del Imperio persa. A pesar de que la religión era politeísta teniendo a Ahura Mazda en el centro, Zoroastro siempre adoró a este dios por sobre todos los demás.

Ahura Mazda es el creador del cielo y de la tierra, de lo material y de lo espiritual. Es la fuente de la alternancia entre la luz y la oscuridad, el soberano legislador y el centro de la naturaleza. 

Arhiman, es quien encarna el principio del mal, y cuyos seguidores, quienes lo han escogido libremente, también son malos y representan la maldad. Este dualismo ético que existe en Zoroastro, a pesar de decir que Ahura Mazda es el gran dios. 

En la configuración del sistema de la cosmogonía zoroastrista, veremos que en el principio existieron dos espíritus; uno por el bien y otro por el mal. Hay por tanto dos reinos; el reino de la Verdad y el reino de la Mentira. Sin embargo, es aquí donde viene el monoteísmo porque Ahura Mazda es padre de los dos espíritus del bien y el mal. 

Será Ahura Mazda, finalmente el que acabará con los espíritus del mal y es ahí donde se concreta el monoteísmo. Debemos comprender que la posición dualista de la religión persa, rechazaba el monoteísmo. Por lo tanto, con esta idea establecida por Zoroastro, se crea una reforma para tener como a un único dios a Ahura Mazda.

En la vida cotidiana, uno debía elegir entre llevar una vida honesta y llena de bondad, por lo que esa persona habrá elegido a Ahura Mazda. En este caso, la persona tendrá como recompensa la inmortalidad. En cambio, quienes deciden llevar una vida llena de mentira, se entenderá que han elegido el camino de Ahriman. Esta idea dualista fue interpuesta después de la reforma de Zoroastro.

Cuando el hombre muere su alma debe pasar por el Puente del Chinvat, el cual todos miran con temor y ansiedad. Después del juico el alma es pasada por Ahura Mazda, donde el bueno entra al reino de luz y el malo entra el reino de la oscuridad. No obstante, Zoroastro incluye algo más donde el reino de Ahriman será finalmente destruido por Ahura Mazda y el mundo será renovado y habitado por el bien. Esto tiene una fuerte conexión con la resurrección que también forma parte de la reforma de Zoroastro.

Zoroastro prohibió absolutamente todas las adoraciones a Ahriman y a todas sus representaciones adherentes a él. En efecto, todas las adoraciones a Ahriman se daban en el período anterior zoroástrico, quienes incitaban a las gentes de ese tiempo a detestarse los unos a los otros. Esto quedó zanjado por Zoroastro.

El zoroastrismo se basa en cinco principios: Igualdad: no hay diferencias entre hombres y mujeres; Respeto: se condena la crueldad a los seres vivos, aunque sí comen carne; Familia: se vela por la unidad familiar; Trabajo: se venera el trabajo, valoran el esfuerzo del ser humano; Ecología: respeto por los elementos naturales.

La predicación de Zoroastro tiene como punto de partida es la revelación de la omnipotencia de la santidad y de la bondad de Ahura Mazda.

 

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[1] Enrique  SomavillaRodríguez,  OSA,  es  doctor  en  Teología  Dogmática,  Derecho  Civil  y  Ciencias  Económicas  y Empresariales; licenciado en Teología Sistemática, máster en Doctrina Social de la Iglesia; máster en Relaciones Internacionales y Protocolo, máster en Derecho de la Unión Europea; Diploma de Estudios Avanzados en Derecho (DEA). Es Profesor ordinario de Teología en el Centro Teológico San Agustín (afiliado a la Pontificia Universidad de  Salamanca),  donde  imparte  diversas  asignaturas:Análisis  Político  y  Económico;Sacramentos  de  Iniciación cristiana,Misterio  de  Dios,Cristología,Ecumenismo,Iglesias  Orientales,Doctrina  social  de  la  Iglesia.  Profesor deTeología  cristiana  de  las  religiones:  relaciones  interreligiosas  y  Teología  de  la  Comunicaciónen  el  Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid (Centro Agregado a la Facultad de Teología del Norte, sede de Burgos). En el Real Centro Universitario Escorial-María Cristina,  Centro Adscrito a la Universidad  Complutense de Madrid,  es Rector  y  profesor deDerecho  Eclesiástico  del  Estado.  Es  profesor  Ordinario  del  CTSA  y  profesor  Agregado  de ETAV.