Extrema derecha en Brasil: análisis de sus ideas y de sus partidarios tras la dictadura militar
Far right in Brazil: nalysis of his ideas and his supporters
after the military dictatorship
Nilson Dias de Assis Neto[1]
Universidad de Barcelona
nilsondiasdeassisneto@hotmail.com
Recepción: 27/03/2023 Revisión: 26/04/2023 Aceptación: 26/04/2023 Publicación: 30/06/2023
DOI: https://doi.org/10.5944/eeii.vol.10.n.18.2023.37224
Resumen (máximo 300 palabras)
El artículo tiene como objetivo analizar la ideología política del gobierno del presidente Bolsonaro, más específicamente verificar el cambio de paradigma representado por el cambio de un modelo de la “derecha avergonzada” tras la dictadura militar en Brasil que llevó a la elección de un candidato abiertamente de derecha. En tal investigación, se estudiará cómo se produjo ese nuevo escenario político y social, que es compartido incluso en muchas partes de mundo, así como cuáles son sus ideas centrales, a partir de ideólogos como Olavo de Carvalho, y cómo sus partidarios realizaron tal cambio de paradigma a partir de diferentes referencias culturales con distintos apoyos sociales internos e internacionales.
Palabras claves: ideología, derecha, liberalismo conservador, ideas, apoyos y cambio de paradigma.
Abstract (maximun 300 words)
We aim to analyze the political ideology of the government of President Bolsonaro, more specifically to verify the paradigm shift represented by the change of a model of the “right wingers shame” after the military dictatorship in Brazil that led to the election of an openly right-wing candidate. In such research, we will study how this new political and social scenario was produced, in which is shared even in many parts of the world, as well as what its central ideas are, from ideologues such as Olavo de Carvalho, and how its supporters carried out such a paradigm shift based on different cultural references with different internal and international social supports.
Keywords: ideology, right, conservative liberalism, ideas, supports and paradigm shift.
Sumario
1. Introducción
2. Ideas Fuerza del Gobierno del presidente Bolsonaro
2.1. Análisis de las Características de los Ideólogos y la Centralidad de Olavo de Carvalho
3. Referencias Culturales de la Ideología de la Derecha Brasileña
4. Apoyos Sociales para la Nueva Derecha Reorganizada
5. Relaciones Internacionales Disputadas entre Ideológicos y Pragmáticos
6. Conclusiones
7. Fuentes de investigación
Summary
1. Introduction
2. Strong Ideas of the Government of President Bolsonaro
2.1. Analysis of the Characteristics of the Ideologues and the Centrality of Olavo de Carvalho
3. Cultural References of the Ideology of the Brazilian Right
4. Social Support for a the New Reorganized Right
5. Disputed International Relations between Ideological and Pragmatic
6. Conclusions
7. Research sources
1 - INTRODUCCIÓN
Conocer la historia es fundamental para saber dónde estamos y cuál camino nos ha llevado a ese sitio. De hecho, existe una frase atribuida al filósofo y político irlandés Edmund Burke, en la cual él tendría dicho que “un pueblo que no conoce su historia está obligado a repetirla” (BURKE, 2021).
Esta investigación tiene como tema la ideología política del gobierno Bolsonaro. En especial, delimitando al tema, se estudiará y se debatirá cómo se desarrolló el cambio de paradigma entre el modelo de la “derecha avergonzada” de la Constituyente de Brasil en 1988 y de la elección del presidente Jair Messias Bolsonaro.
Por lo tanto, el objetivo no es hacer un recorrido de la historia de todas las ideologías que pautaron la actuación reciente de Brasil, sino estudiar y debatir específicamente cómo se produjo la superación del modelo de la “derecha avergonzada” que generó un ambiente político y social que propició la elección de un gobierno abiertamente de derecha.
Se pregunta: ¿cómo se configuró el paradigma de la “derecha avergonzada” en Brasil tras la dictadura militar? Sin embargo, principalmente se investigará: ¿cómo fue posible aquel cambio de paradigma que de un rechazo de antaño produjo la elección de una autodeclarada y orgullosa derecha liberal conservadora?
El crecimiento de ideologías de derecha, incluso de extrema derecha, es un fenómeno que está siendo observado casi simultáneamente en muchas partes del mundo en lo que está siendo llamado de verdadera ola del conservadurismo mundial, como bien identificado ya por el profesor Joan Antón Mellón:
A partir de los años ochenta del siglo XX los partidos comúnmente conocidos como “de extrema derecha” han desempeñado un creciente y relevante papel en la vida política europea. Tanto por sí mismos como por la influencia que ejercen en las agendas y en los programas de otros partidos de los sistemas de partidos en los que actúan (Van Spanje, 2010). Los resultados obtenidos por algunas de estas formaciones en las elecciones europeas de mayo del 2014 han situado este fenómeno en el centro de la agenda mediática europea (ANTÓN-MELLÓN, 2016: pp. 17-28).
Inmersos en tal contexto de la nueva derecha en Brasil, será importante investigar la influencia de ideólogos, en especial Olavo de Carvalho, “gurú” del gobierno Bolsonaro recién fallecido, que es caracterizado como intelectual liberal y “orgánico de un conservadurismo popular y místico” (SILVA, 2022).
La metodología de la investigación de ese trabajo teórico de revisión bibliográfica consistió en la búsqueda por los términos “derecha”, “Bolsonaro” y “Brasil”, en portugués, español e inglés, en la base de datos Web of Cience, durante el curso de la asignatura Sociedad y Teoría Sociológica Contemporánea en la Universidad de Barcelona.
Entre noviembre y diciembre de 2021, fueron seleccionados alrededor de diez artículos que componen la bibliografía central del presente estudio con fundamento en el criterio de la relación con sus objetivos, sin perjuicio de que otras fuentes fueran añadidas por su pertinencia y representatividad para el tema.
Para tanto, a partir de la revisión bibliográfica de autores como ANTÓN-MELLÓN, FUKS, QUADROS, SARAIVA y FORTI, se tiene la hipótesis de que aquel cambio inicialmente identificado de forma abrupta en verdad forma parte de un proceso paulatino de cambio.
De este modo, partiendo de la aplicación del instrumental teórico hallado en los estudios semejantes, se realizará la aplicación de esas herramientas en caso específico del cambio ideológico de Brasil, para verificar si hubo o no un proceso progresivo en el que dichas ideas fueron siendo impuestas como centrales a partir de diferentes manifestaciones.
Tomando en cuenta ese marco teórico, se estudiará la ideología del gobierno del presidente Bolsonaro y, para tanto, se dividirá la investigación en cuatro partes de un análisis complementario: I) ideas fuerzas; I.1) análisis de las características de los ideólogos con énfasis en el estudio del pensamiento olaviano; II) referencias culturales; III) apoyos sociales; y IV) relaciones internacionales.
2 – IDEAS FUERZA DEL GOBIERNO DEL PRESIDENTE BOLSONARO
La distinción entre derecha e izquierda es un objeto de estudio que resulta en profundos debates teóricos a respecto de sus significados y valores de esas diferentes corrientes político-ideológicas investigadas por la Ciencia Política. Para identificar las ideas fuerzas del gobierno de presidente Bolsonaro, antes de tratar de sus desarrollos ulteriores, es necesaria una explicación conceptual previa que será breve sobre el conservadurismo liberal, principalmente debido a la complejidad del tema.
El objetivo no es presentar una exhaustiva distinción entre ideología de derecha e ideologías de izquierda que no es el objeto de estudio, sino una explicación conceptual breve que permita la mejor comprensión del análisis posterior. Para tanto, se recorren a los estudios del profesor Norberto Bobbio, quien siempre de forma muy didáctica y reconociendo el pluralismo existente en las dos corrientes, identifica criterios capaces de caracterizar la esencia de cada uno de los polos ideológicos.
De conformidad con BOBBIO (BOBBIO, 1995: p. 150), mientras la derecha enfoca valores como la tradición y la jerarquía, la izquierda se centra en las ideas de emancipación e igualdad. La izquierda busca la rectificación del orden social, para cambiar el status social hacia la minimización – o quizás la abolición – de las desigualdades sociales. Por otro lado, la derecha es escéptica en relación con los cambios rápidos y temerosa de que las transformaciones resulten en desorden y disminución de las libertades.
Aunque sea una definición genérica, BOBBIO afirma que "necesitamospartir desde la convicción de que la clásica distinción entre derecha e izquierda todavía tiene razón de existir” (BOBBIO, 1995: p. 150). Eso, porque, "a pesar de los viejos y nuevos rechazos, seguimos utilizando las palabras derecha e izquierda en el lenguaje político actual como si todavía significara alguna cosa. Y está claro que, si seguimos entendiéndonos cuando los usamos, es porque tienen algún significado” (BOBBIO, 1995: p. 150).
Del concepto de derecha surgen los significados de conservadurismo liberal. De hecho, se verifican los principios de orden y jerarquía en contra de un cambio social fuerte en las ideologías del conservadurismo liberal, incluso en el conservadurismo que se identifica en el gobierno del presidente Bolsonaro. Sin embargo, aunque el conservadurismo sea de derecha, no toda derecha puede venir a ser cualificada como siendo una derecha conservadora.
Conforme a QUADROS (QUADROS, 2018), pueden existir derechas que no son conservadoras como, por ejemplo, los liberales más radicales, pero no es posible hablar de un conservadurismo ideológicamente de izquierda. De ese modo, de la distinción inicial entre derecha e izquierda, es posible seguir a la diferenciación ahora entre macro ideologías (liberalismo, conservadurismo, socialismo y fascismo) y micro ideologías (democracia cristiana, socialdemocracia, franquismo entre otras).
En ese escenario, el conservadurismo, que va a ser identificado en el gobierno del presidente Bolsonaro y del cual se tratará más adelante, tiene su origen en la derecha. Tal conservadurismo puede ser identificado inicialmente ya en su forma moderna en autores como Edmund Burke, político irlandés, que desarrolla su teoría en reacción a lo que pasó con la Revolución Francesa, en lo que es caracterizado por el profesor Joan Antón-Mellón con una contrarrevolución.
Con BURKE, empieza el conservadurismo en reacción a la Revolución Francesa. En su libro Reflexiones sobre la Revolución en Francia, el pensador irlandés defiende a la idea de política no como una ciencia abstracta, racionalista y universalista, sino como un arte para resolución de problemas prácticos. Entonces, el conservadurismo nace en contestación a aquel principio de redistribución de bienes para la disminución de la desigualdad social entre las personas que va a guiar a las ideologías de izquierda.
El conservadurismo va en contra de las doctrinas revolucionarias del iluminismo francés de autores cualificados por BURKE como “teólogos políticos y políticos teólogos” (BURKE, 2014). En contraposición, el conservadurismo es escéptico y, por ello, intenta preservar el orden, la justicia, la libertad y la tradición, la cual es un elemento central para la continuidad entre pasado y futuro considerando el sentido de continuidad histórica.
Además, otra idea central es que la desigualdad entre las personas es natural, porque “el conservadurismo también asume que la desigualdad es natural y que los movimientos políticos no son responsables por el reclamo destinado a eliminarla. Para los conservadores, excepto en un último sentido moralmente, los hombres son desiguales. La organización social es compleja y siempre incluye una variedad de clases, órdenes y grupos" (QUADROS, 2018).
Para el conservadurismo, la diferenciación, la jerarquía y el liderazgo son características inevitables de cualquier sociedad humana, por lo que no son posibles ni útiles las políticas retribucionista. Por ello, mientras las ideologías de izquierda intentan reconfigurar el status social con fundamentos de mayor igualdad a partir de políticas retribucionistas, los conservadores consideran las políticas de redistribución como un robo de derechos fundamentales, como nos informa profesor MELLÓN a partir de NOZICK.
Finalmente, otra característica importante del conservadurismo es la llamada “tesis de amenaza” (QUADROS, 2018), en conformidad con la cual los conservadores consideran que los costos sociales de determinadas reformas son elevados en demasía para poner en peligro preciosas conquistas de antaño. Así, delante de las propuestas de posibles cambios sociales, como inclusive ocurrió con la Revolución Francesa en su inicio, el conservadurismo tiende a reaccionar en contra de ellos.
Por lo tanto, se concluye que la ideología del conservadurismo está basada en algunos fundamentos como las ideas de: I) tradición (manutención del orden); II) jerarquía (oposición a la igualdad); y III) escepticismo (teoría de las amenazas). Sin embargo, es importante tener en consideración que esa presentación arriba representa una simplificación de un modelo ideológico que podría ser analizado con mucha más profundidad si fuera el objeto de estudio.
La Revolución Francesa quizás sea el punto de inflexión en que habrá ulteriormente la distinción entre liberales radicales y conservadores. El liberalismo fue una ideología unitaria hasta antes de la filosofía de Constant, para después ser dividido por la reacción a la Revolución Francesa. Tras ese evento histórico con el cual empieza la Edad Contemporánea, habrá ahora tanto un liberalismo radical, cuanto también un liberalismo conservador.
Por un lado, hay el liberalismo radical relacionado al pacto entre el pueblo y la burguesía, lo que es considerado la vía excepcional de la Revolución Francesa (vía francesa). Por otro lado, hay el liberalismo conservador a partir de la unión entre la aristocracia y la burguesía, lo que es considerado el camino más común en Europa, la llamada vía prusiana de Alemania (vía prusiana). En conclusión, del liberalismo unitario de antaño, se pasa a tener el liberalismo radical y el liberalismo conservador (neoliberalismo).
De conformidad con profesor Joan Antón-Melón, mientras el liberalismo radical va a defender el camino de la Revolución Francesa, el liberalismo conservador va a abogar por la ruta del pacto entre la aristocracia y la burguesía. Es exactamente en ese camino de los liberales conservadores, que van a ser llamados de neoliberales tras la crisis del petróleo de 1973, conforme ANTÓN-MELÓN, en el cual está la ideología liberal conservadora orientadora del gobierno del presidente Bolsonaro.
No obstante, como el objeto de estudio no es el conservadurismo en si, sino su clasificación con idea fuerza del gobierno del presidente Bolsonaro, se considera que la presentación arriba sea suficiente para tener su comprensión general. Tal liberalismo conservador, conservadurismo o neoliberalismo son aquí comprendidos en igualdad, a partir de las observaciones de profesor Joan Antón Mellón[2], con la finalidad de mejor comprender las ideas fuerza que están presentes en el gobierno estudiado.
Así, tal liberalismo conservador va a caracterizar el gobierno del presidente Bolsonaro como su verdadera ideología política de conducta. Específicamente, existen una actuación ideológicamente conservadora en relación con la pauta de las costumbres y una actuación más pragmáticamente liberal en relación a la pauta económica, aunque ésta no sea tan bien uniforme como la primera.
Tal liberalismo conservador es la ideología de miedo al cambio que orienta el gobierno del presidente Bolsonaro, aunque no lo haga de manera uniforme. Por un lado, existe un conservadurismo muy claro de una parte del gobierno considerada más ideológica en las pautas morales de las costumbres que una aristocracia intenta mantener, y, por otro, no se verifica la misma fuerza por la parte liberal considerada más pragmática por una burguesía en la economía.
Esa ideología, a veces valorando enormemente las tradiciones de una aristocracia de antaño y a veces representando la filosofía política del capitalismo, conjugará diferentes sectores en el gobierno Bolsonaro. Incluso, a partir de tal conjugación de fuerzas con sus distintas ideas principales, existen partes del gobierno que son más importantes para un sector que para otro y hay más influencia de un sector que de otro, a medida que se presenta más conservador o liberal, entre otras idiosincrasias.
2.1 - Análisis de las Características de Ideólogos y la Centralidad de Olavo de Carvalho
En relación con las ideas fuerza, es importante hablar de algunas personas que se convirtieron en los verdaderos intelectuales orgánicos del gobierno de Bolsonaro en Brasil. Uno de ellos es seguramente Olavo Luiz Pimentel de Carvalho o solamente Olavo de Carvalho, nacido en 29 de abril de 1947 en Campinas/Brasil y fallecido en 24 de enero de 2022 en Richmond/Estados Unidos, ideólogo, periodista, astrólogo y auto-proclamado filósofo brasileño.
De conformidad con SILVA (SILVA, 2021), profesor de Ciencia Política en Brasil, el contexto de difusión del pensamiento de Olavo de Carvalho es parte de un marco teórico mayor marcado por cinco características fundamentales de las cuales su ideología sea, quizás, la mejor representante. La primera característica (SILVA, 2021) para comprender la ideología de Olavo de Carvalho es la estrategia de priorización de la disputa cultural como precondición para la conquista del poder político.
En ese punto, una cuestión que se considera muy importante es la centralidad de la actuación de intelectuales, principalmente del propio Olavo de Carvalho, para la conquista de la opinión pública por parte de la derecha. De hecho, CARVALHO fue el principal responsable de ofrecer una interpretación de la realidad capaz de brindar los fundamentos para una cohesión ideológica entre distintos grupos sociales, asumiendo así la función gramsciniana (GRAMSCI, 2017) de ideólogo del movimiento político.
La segunda cualidad (SILVA, 2021) es el anti-intelectualismo, lo cual es comprendido como una desconfianza en relación con las instituciones tradicionales de producción y legitimación de los regímenes de la verdad. En cuestionamiento a la intelectualidad establecida, CARVALHO fue reconocido por la opinión pública y por la intelectualidad del campo de la derecha como su intelectual orgánico.
La tercera característica (SILVA, 2021) es el anti-elitismo, representado por la valorización ética, estética y epistemológica del hombre medio y del sentido común. Como el pensamiento intelectual ya no es central, es cada vez más importante la difusión del pensamiento de la derecha por medios populares de comunicación como la internet y las redes sociales, principalmente vinculados a las lecturas de los libros de Olavo de Carvalho, así como a la asistencia a sus clases en línea.
La cuarta cualidad (SILVA, 2021) es la adopción de una narrativa performativa y disruptiva, sostenida en el discurso políticamente incorrecto. A partir de un cambio de dirección en el mercado editorial brasileño que permitió más publicaciones de autores de la derecha, fue posible la producción de todo un revisionismo historiográfico de la historia mundial y brasileña mezclado con tonos de humor que, con ello, tuvo un grande poder de difusión y de convencimiento, como la propia obra olaviana.
Finalmente, la quinta característica es la síntesis entre el conservadurismo moral y la defensa del libre mercado. En verdad, el título del artículo de profesor SILVA ya sería un buen resumen de la posición general del ideólogo Olavo de Carvalho, cuya traducción libre sería: “liberal en la economía y conservador en las costumbres”. Tal frase puede ser instrumentalizada para resumir el posicionamiento ideológico olaviano que se describe más abajo.
Olavo de Carvalho no desarrollo ninguna teoría propia, pero se convirtió en el grande “gurú” intelectual del gobierno Bolsonaro principalmente por dos grandes éxitos en concreto: I) logró tornar accesible en Brasil la producción intelectual conservadora producida en Estados Unidos y en Europa desde el final del siglo XX; y II) elaboró un discurso sencillo y fuerte que fue fácilmente reproducido en la sociedad brasileña consolidando ideales de la nueva derecha.
Tal discurso fue instrumentalizado principalmente para reproducir dos argumentos considerados fundamentales: I) por un lado, la afirmación de que la izquierda brasileña consolidó la hegemonía gramsciniana de la producción cultural y del debate académico con el objetivo de conquistar el poder; y II) por otro, la concepción de que el Partido de los Trabajadores (PT) sería la causa de todo el mal nacional, al promover la instrumentalización del Estado con la finalidad de un proyecto autoritario de perpetuación.
De hecho, tras su conversión ideológica a mediados de la década de 1980, Olavo de Carvalho fue un de los primeros ideólogos que hizo en Brasil, aún después del síndrome de la derecha avergonzada por la dictadura militar brasileña, la defensa de una conjugación del libre mercado con el conservadurismo moral. En verdad, tras ese trabajo inicial, CARVALHO fue seguido por otros autores como Luiz Felipe Pondé, João Pereira Coutinho y Denis Rosenfield, entre otros.
En tal dirección, en cuanto a su posición en relación con el mercado, Olavo de Carvalho afirmaba lo siguiente: “en economía, soy francamente liberal. Creo que la economía de mercado no sólo es eficaz, es intrínsecamente buena desde el punto de vista moral, y que la competencia es saludable para todos. Hay dos tipos de personas a las que no les gusta la competencia: los comunistas y los monopolistas. A veces es difícil distinguirlos” (CARVALHO, 1998).
En relación con su posición sobre las costumbres, Olavo de Carvalho aseguraba que, en su concepción, la derecha “favorece a la libertad de mercado, defiende a los derechos individuales y a los poderes sociales intermediarios frente a la intervención estatal, y sitúa el patriotismo y los valores religiosos y culturales tradicionales por encima de cualquier proyecto de reforma social” (CARVALHO, 2013: p. 84).
Por lo tanto, el pensamiento olaviano comprende necesariamente la conjugación del libre mercado con las libertades negativas sumado a la defensa de valores religiosos y tradicionales contra el reformismo social, por lo que CARVALHO se define como un “conservado tradicionalista” (CARVALHO, 1998). En consecuencia, hay una defensa de rescate ontológico de la transcendencia, una crítica al conocimiento científico y una valorización epistemológica del sentido común.
La primera consecuencia, la transcendencia, defiende “la perfecta homogeneidad de las estructuras y contenidos de la experiencia mística entre los grandes espíritus de todas las religiones, en épocas y civilizaciones más lejanas y diversas” (CARVALHO, 1999: p. 58 ), por lo que el pensamiento olaviano cree que la verdad puede ser hallada en los estudios de Religión Comparada, que fueron desprestigiados por el Renacimiento y principalmente por la Ilustración que alejó la humanidad de la verdad con la secularización científica.
La principal influencia de esa concepción olaviana es la obra del intelectual y esotérico francés René Guénon, estudioso de religiones comparadas. De conformidad con GUÉNON, hay una verdad universal, por lo que es necesaria la defensa de la centralidad ontológica de un principio transcendental, así como también es fundamental la validez epistemológica de la autoconciencia individual. Consecuentemente, hay una fuerte crítica al conocimiento científico y académico.
La segunda consecuencia, la crítica al conocimiento científico, tienen origen en la primera consecuencia, porque para valorizar la transcendencia es necesario combatir la producción académica. Por ello, CARVALHO considera que las universidades brasileñas realizan un proceso de adoctrinamiento con el objetivo de cambiar los pilares morales y culturales del país, para preparar la población para la conquista del Estado por parte de la izquierda en un considerado pragmatismo utilitarista y colectivista de la revolución.
En tal punto, la principal influencia ahora, conforme el propio Olavo de Carvalho, es Ortega y Casset, principalmente en su texto Misión de la Universidad, a partir del cual se fundamenta la hipótesis de que las universidades brasileñas, desvinculadas de las tradiciones, trabajan para la creación de una nueva elite inculta e iletrada: “los nuevos bárbaros” (SILVA, 2021) , los cuales perderían toda la herencia humanística de las tradiciones culturales occidentales.
Finalmente, la tercera consecuencia, la valorización epistemológica del sentido común, a su vez, es consecuencia de la valorización de las dos anteriores. En ese sentido, sin control académico, hay un gran contenido de teorías conspirativas en la obra de Olavo de Carvalho como, por ejemplo, la validación de teorías de la tierra plana, en contra de las vacunas, entre otras, y también hay una presencia de ideales considerados académicamente políticamente incorrectos.
En relación con el conspiracionismo, según SILVA, son características comunes del olavismo “el apriorismo de su éxito epistemológico – creencia de un acceso privilegiado a la verdad, por parte de la derecha, que permite el revisionismo (histórico, conceptual o analítico) y teorías de la conspiración” (SILVA, 2021). Tal concepción permitió a CARVALHO afirmar, por ejemplo, en defensa de la tierra plana, que “no hay nada que desmienta que la tierra es plana” (CARVALHO, 2019).
En cuanto a las pautas consideradas políticamente incorrectas, CARVALHO afirmó, por ejemplo, que “los homosexuales van más allá en sus requisitos: piden que sus doctrinas y preferencias sean enseñadas a los niños, para que puedan ‘hacer libremente su elección’. Resulta que un niño de ocho años no es fisiológicamente apto para una relación heterosexual completa (incluyendo la perspectiva de embarazo), pero nada le impide de experimentar conductas homosexuales” (SILVA, 2021).
Por ello, Olavo de Carvalho defiende un poder epistemológico del conocimiento común fundamentado en evidencias intuitivas, lo que se ha convertido en una característica fundamental del bolsonarismo, es decir, la exaltación gnoseológica del hombre común como fuente de validez de la verdad. Así, el gobierno de Bolsonaro sería el gobierno de un líder no por su virtud, sino por su modelo de ciudadano mediano y popular.
3 – REFERENCIAS CULTURALES DE LA IDEOLOGÍA DE LA DERECHA BRASILEÑA
Tradicionalmente, en Brasil, hubo estudios en las décadas de 1960, 1970 y 1980 que comprobaban la ausencia de posiciones ideológicas en relación con los regímenes políticos del país. Los estudios de CARREIRÃO (CARREIRÃO, 2018) demuestran una baja de la asociación entre la ideología y el partidismo, así como entre la ideología y el voto hasta los años 2000. En conclusión, a menudo no había una relación íntima entre los electores y una ideología en Brasil.
La explicación más aceptada es que la historia reciente de Brasil se hizo a partir de la disminución de las diferencias ideológicas entre los partidos desde la percepción de los electores, principalmente en función de la continuidad de la misma política económica entre los gobiernos de los partidos PSDB y PT, lo que hizo con que la ideología tuviera menos influencia en el voto principalmente a partir del año 2010, a partir del cual hubo un nuevo cambio de paradigma hacia la dirección contraria.
Sin embargo, ahora está en curso en Brasil un verdadero cambio de paradigma en el contexto político representado por el crecimiento de la influencia de la ideología en las conductas políticas de la población. En ese contexto, la derecha brasileña tuvo espacio para su reorganización, lo que no ocurría expresamente desde la dictadura militar (1964-1985), por medio de un proceso de autoidentificación como derecha y de mayor presencia en los órganos electivos y en la sociedad en general.
En 2018 en Brasil, hay un cambio hacia una mayor influencia de la ideología. En ese nuevo contexto, es electo el presidente Jair Messias Bolsonaro, en un ambiente en que la ideología, principalmente de derecha en áreas como las costumbres y la seguridad pública, pasa a ser central para la política, a partir de una reorganización de la derecha que no hubo en años anteriores, en los cuales no había una percepción fuerte por la población de la distinción ideológica en la política.
Antes de 2018, el escenario era de ausencia de la importancia de la ideología, principalmente de la de derecha. En conformidad con ZUCCO JÚNIOR (ZUCCO JÚNIOR, 2011): I) la orientación ideológica de los parlamentares importaba menos que su pertenencia o no al gobierno; II) los principales partidos del Parlamento brasileño hicieron un movimiento hacia el centro, especialmente los de izquierda; y III) los parlamentarios y partidos de derecha no se caracterizaban así públicamente.
En realidad, después de la redemocratización de Brasil por la Constitución de 1988, tras 21 años de dictadura militar de extrema derecha (1964-1985), Brasil vivió lo que la doctrina llama de “síndrome de la derecha avergonzada”, en razón de la asociación entre la derecha y la dictadura. Por ello, desde las elecciones de 1990 hasta las elecciones de 2016, los candidatos y partidos en Brasil estaban, en metáfora de profesor Joan Antón Mellón, algunos pasos más a la derecha de lo que decían a los electores.
El cambio ocurre con la elección de 2018, en la cual hay una reorganización de la derecha en la política y en la sociedad, a partir de la cual la cuestión ideológica pasa a ser central. Ahora se estudiará cómo se configuró el apoyo a tal cambio que resultó en la elección del presidente Bolsonaro, así como investigar cuáles son las referencias centrales que posibilitaron la modificación del modelo anterior de la derecha avergonzada para el actual de la reorganización de la derecha.
Conforme FUKS (FUKS, 2018), quizás el punto inicial de ese cambio sea en el inicio de la década de 2010, cuando los partidos y parlamentarios brasileños empiezan a caracterizarse cada vez más como derecha, alejándose del modelo de la derecha avergonzada. Ese cambio fue posible, según QUADROS y MADEIRA (QUADROS, 2018), debido a la larga permanencia del partido PT en el gobierno, lo que dejo la memoria del régimen autoritario de la dictadura de derecha ya con algún olvido.
Entonces, fue una oportunidad de la derecha reorganizarse con una nueva ideología no relacionada con los militares ni tampoco con los partidos tradicionales de derecha de la agenda económica de los años 1990. Ahora, surge una nueva derecha con una ideología relacionada a posiciones conservadoras en el campo de las costumbres con posiciones liberales en el área económica, en lo que se puede calificar como una ideología liberal conservadora.
En el área de las costumbres, la ideología de esa nueva derecha tiene fuerte oposición a la unión civil entre personas del mismo sexo y a las discusiones de teorías de género en las escuelas. Por otro lado, manteniendo un perfil liberal en las políticas económicas del gobierno, ya el en campo de la seguridad pública, esa nueva derecha defiende la reducción de la mayoría de edad, más armas para la población y penas más elevadas en la aplicación del derecho penal.
Tal cambio paulatino reconfiguró la presencia de la derecha en Brasil, porque, para MELO, “la derecha salió del armario” (MELO, 2020) y de avergonzada ya no tiene nada. La nueva derecha pasó a expresarse ahora no sólo en las esferas de las instituciones políticas, sino también como expresión de movimientos sociales. A partir de 2013, movimientos de derecha van a la calle con una agenda que, aunque heterogénea, comparte el conservadurismo moral.
De hecho, desde 2013 con los gobiernos de los presidentes Dilma y Temer, hubo un aumento del enfrentamiento ideológico con la creación y el crecimiento de grupos y organizaciones de derecha como Movimiento Brasil Libre (MLB), Movimiento Venga a la Calle, Movimiento Revueltos en Línea. Eses movimientos a menudo, además de una pauta en contra de la corrupción, comparten una ideología que representa aquella nueva derecha. Para FUKS, fundamentado en ACRITZER, eso fue fruto de un movimiento que:
A partir de 2013, se produjo una profunda transformación en el patrón de participación política, inaugurado con la Constitución Federal de 1988 e intensificado en los gobiernos de PT, cuyo sello serían los foros de discusión de políticas públicas y los espacios de deliberación integrados por el gobierno y la sociedad civil. El nuevo patrón, en cambio, estaría marcado por las protestas de las clases medias, predominantemente conectadas con las ideologías de derecha. Como resultado de ese cambio, la izquierda habría perdido el monopolio del campo participativo en Brasil, ahora polarizado (FUKS, 2018).
Además, esta nueva derecha no se presentó sólo en el escenario político y social, sino también en el medio académico, porque hubo el surgimiento de intelectuales de derecha. En ese nuevo tiempo, intelectuales como Olavo de Carvalho, Reinaldo Azevedo y Diogo Mainardi, entre otros, empezaron sus trabajos o ganaron espacio en el debate público del país, principalmente a partir de nuevas herramientas de comunicación tecnológicas como redes sociales en internet y cursos en línea.
En esa reorganización de la derecha, un sitio fundamental fue la red mundial de ordenadores, la internet, en la cual las páginas, grupos y perfiles en redes sociales tuvieron un enorme alcance. La internet fue donde aquella nueva derecha buscó nuevos adeptos como demuestra el gran crecimiento de canales y perfiles de derecha en YouTube, blogs, entre otros, todo eso sin que ella se olvidara de los medios convencionales en prensa o la televisión.
A consecuencia de ese cambio social, las elecciones de 2018 fueron muy distintas de las anteriores. Desde 1994 hasta 2014, las elecciones presidenciales en Brasil fueron caracterizadas por la estructuración entre los partidos no ideológicamente tan lejos de PT de centroizquierda y de PSDB de centroderecha, porque sus candidatos siempre estuvieron en la segunda vuelta presidencial en aquel período.
Ello cambió, en las elecciones de 2018, en las cuales el presidente Bolsonaro, que se declaraba expresamente de derecha y en una lucha contra la izquierda, no sólo fue al segundo turno con PT, sino que además ganó las elecciones presidenciales, lo que no ocurría desde la dictadura. En esa elección, la campaña del entonces candidato Bolsonaro fue pautada por elogios a la dictadura y por posiciones conservadoras en relación con las costumbres, como prohibición de drogas, y con la seguridad pública, como más armas.
Por lo tanto, en 2018, fue la primera vez desde la redemocratización de Brasil que un candidato de extrema derecha no sólo fue a la segunda vuelta, sino que ganó las elecciones presidenciales, en consecuencia, de aquella reorganización de la nueva derecha. La elección de 2018 fue decidida a partir de criterios ideológicos que, a partir de una mayor polarización entre izquierda y derecha, pasaron a ser determinantes para la selección del candidato.
La producción de una estructura ideológica de derecha en el debate público brasileño produjo aquella reorganización de la nueva derecha que, consecuentemente, conllevó a más influencia de la ideología. A seguir, se observa un gráfico de los profesores FUKS y MARQUES (FUKS, 2018), elaborado con fundamento en datos de Datafolha de los años 1989, 1993, 1999, 2000, 2003 y de LAPOP de los años 2007, 2008, 2010, 2012, 2014, 2017, 2019, en el cual es posible comprobar aquel movimiento social de reorganización de la derecha, veámoslo:
Tal
movimiento de crecimiento de la derecha fue generalizado, pero hubo un enfoque
mayor entre hombres y entre evangélicos, que son personas adeptas de religión
cristiana protestante tradicional, pentecostal o neopentecostal. Ese movimiento
de crecimiento de la nueva derecha fue caracterizado por una pauta de dos
dimensiones principales: primero y más importante, una pauta de conservadores
de costumbres; y, segundo, una pauta más flexible de liberales en la economía.
La investigación de FUKS (FUKS, 2018), que estudió la relación entre el voto y la posición ideológica, concluyó que, en la dimensión de las costumbres sociales, las personas que votaron en el presidente Bolsonaro tienden a no aceptar la unión civil entre personas del mismo sexo, a ser favorables a la aplicación de la pena de muerte, a ser favorables a la preservación de las funciones tradicionales de los géneros y a ser favorables a condenas más largas.
Por su turno, al contrario de la dimensión de las costumbres en que hubo una clara y fuerte relación entre el gobierno de presidente Bolsonaro y el elector, lo mismo no pasó en relación a la economía. En la dimensión económica, aquella investigación de FUKS (FUKS, 2018) no verificó la misma identificación entre la posición neoliberal del gobierno Bolsonaro y su elector, que sigue considerando que una política pública para combatir la desigualdad es importante para la reducción de la pobreza.
Además, todavía en la dimensión económica, QUADROS y MADEIRA (QUADROS, 2018) consideran que ni el propio gobierno de presidente Bolsonaro puede ser considerado uniforme, porque tendría que conjugar las posiciones estadistas de la campaña, cuando estuvo más cerca de los militares, con las posiciones más recientes más neoliberales, cuando estuvo más cerca del mercado por la influencia de su considerado “superministro” de economía Paulo Guedes – incluso planeando la venta de empresas estatales tradicionales.
Por ende, en 2018, la nueva derecha reorganizada superó la “síndrome de la derecha avergonzada” (QUADROS, 2018) y logró éxito con la oferta de un candidato de extrema derecha a partir de una pauta ideológica en el debate público de las elecciones, en el cual la cuestión del orden y de las costumbres fueron temas centrales, a los cuales fueron añadidos otros temas que son fundamentales al gobierno del presidente Bolsonaro, como el neoliberalismo económico, sin que se tengan la misma representatividad.
4 – APOYOS SOCIALES PARA UNA NUEVA DERECHA REORGANIZADA
Hasta ahora, se verificó un cambio de paradigma que resultó en la elección del presidente Bolsonaro a partir de la reorganización de una nueva derecha en Brasil. Se investigaron ya sus ideas fuerzas de un conservadurismo liberal o neoliberalismo, que de conformidad con el profesor Joan Antón Melón son conceptos intercambiables y que van a pautar tanto sus relaciones internas con las fuerzas políticas del país (apoyos socioculturales) cuanto con las fuerzas del exterior (relaciones internacionales).
En mediados de la década de 1980, cuando Brasil pasaba por la constituyente, tras 21 años de dictadura, el doctrinante RODRIGUES afirmó que, en tal período, “la izquierda (‘extrema-izquierda’, ‘izquierda’ más ‘centroizquierda’) [tenía] más de la mitad de la Constituyente, mientras la derecha (‘extrema-derecha’, ‘derecha’ y ‘centroderecha’) prácticamente desapareció […]. A juzgar por la autodefinición política de los diputados, Brasil sería un país sin derecha” (RODRIGUES, 1987).
Tal fenómeno fue producto de la asociación de la derecha con el régimen militar (1964-1985), lo que generó el sentimiento, que se estudió en el capítulo de las ideas fuerzas, de la derecha avergonzada. Lo que se estudiará ahora es exactamente cómo fue posible ese cambio de paradigma, es decir, cómo las ideas fuerzas ya estudiadas fueron configuradas como dominantes y qué apoyos sociales fueron fundamentales en ese proceso de transformación del modelo cultural.
En tal camino, se verifica el origen de una ola conservadora en Brasil. Del tiempo de la derecha avergonzada hasta la elección del presidente Bolsonaro, hubo un proceso de concentración de votos que eligieron cada vez más parlamentarios conservadores desde las elecciones de 2014. Esos parlamentarios fueron de los grupos evangélicos, ruralistas y policías, lo que resultó en el crecimiento de la bancada BBB (B de biblia de los evangélicos, B de buey de los ruralistas y B de bala de los “policías”).
Tal bancada conservadora en el Parlamento, fruto de una ola social, empezó a crecer en 2014 conjugando la defensa de valores cristianos por los evangélicos, la protección del status quo en las zonas rurales por los ruralistas y el aumento de la represión a la criminalidad por los “policías”. Importante notar que los “policías” dentro de la bancada BBB son considerados así no mucho por su integración a cuerpos policiales del Estado, sino por el tipo de adhesión a la pauta para combatir la criminalidad.
Delante del cambio presentado ya en 2014, el entonces presidente del Departamento Intersindical de Asesoría Parlamentar (DIAP) afirmó, un día después de la elección de octubre de 2014, que “el nuevo Congreso [brasileño] es el más conservador desde 1964 [año de implantación de la dictadura en Brasil]” (QUEIROZ, 2014), tamaña fue la reacción conservadora que preparó la resistencia articulada y sistemática para la elección del presidente Bolsonaro. Analicemos ahora tales fuerzas.
En relación con la bancada evangélica, en conformidad con el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) en 2010, la cantidad de brasileños declarados católicos sigue en disminución, mientras el porcentaje de brasileños declarados en otra iglesia cristiana sigue aumentando. Algunos estudios afirman que, todavía en la primera mitad de este siglo, el número de evangélicos va a superar el número de católicos, pero, conforme IBGE, lo que hay oficialmente es que:
El 22,2% de los brasileños se declaraban “evangélicos” (la cifra era del 15,4% diez años antes, lo que representa un crecimiento del 61,4%, y hay que agregar que en 1991 el porcentaje de fieles de esta matriz religiosa constituía el 9% de la población, y solo el 6,6% en 1980) (QUADROS, 2018).
Sin embargos, no sólo el aumento de su representación en la población fue importante para la mayor influencia del conservadurismo evangélico. En verdad, también fueron muy importantes las actuaciones articuladas y sistemáticas del grupo con un perfil militante, que exigen apologéticas religiosas y acciones de conversión y que pueden ser muy bien caracterizados por lemas emblemáticos como “hermano vota en hermano”, a partir de la cual la política social y parlamentaria pasó a ser un campo en disputa.
Entre los intereses evangélicos que justificaron la entrada en la política están: I) pautas conservadoras como prohibición del aborto, prohibición de la unión civil entre personas del mismo sexo, además de mayores concesiones de radio y de televisión a las iglesias para facilitar la difusión de su mensaje; II) pero también pautas consideradas más económicas como proyectos de leyes que permiten exenciones fiscales para transacciones financieras de las instituciones religiosas y de sus líderes.
Entonces, la justificativa es racional, según QUADRO: “si el juego político puede llegar a poner en peligro los valores e intereses evangélicos, depende de los ‘hermanos’ (creyentes pentecostales) votar en ‘hermanos’ (pastores y otros líderes designados por las iglesias) para representar sus deseos en el Parlamento y en el marco legal” (QUADROS, 2018). Por lo tanto, la política, que ya llegó a ser considerada del “diablo”, pasó a ser objetivo del lema “hermano vota en hermano” (MARIANO, 2011).
Aunque no se pueda afirmar que haya siempre una actuación uniforme, fuerte y segura de la bancada evangélica en la sociedad y en el Parlamento brasileños, porque esa bancada a menudo puede representar diferentes concepciones política de distintas regiones del país e incluso teológicas de distintas iglesias, es innegable que hubo un cambio de paradigma en la posición evangélica anterior de aislarse de la política sucia hacia hacer de la política una herramienta de su manifestación ideológica.
Por su parte, no existe sólo un conservadurismo moral de la bancada evangélica, hay también un conservadurismo sociopolítico con los ideales de tradición y jerarquía (orden) de la bancada de la bala, grupo parlamentario creado con apoyo social que defiende el combate a la criminalidad en Brasil. Quizás, así como la bancada evangélica sea una concepción religiosa del conservadurismo, la bancada de la bala sea su concepción laica.
También como ocurrió con la bancada evangélica, la bancada de la bala tubo un grande crecimiento en 2014, lo que resultó incluso en la creación del Frente Parlamentario de Seguridad Pública[3] compuesta por 287 parlamentarios dedicada exclusivamente a la formulación de políticas de promoción de seguridad pública, especialmente relacionadas a intentos de fortalecimiento de la ley penal y de la represión a la criminalidad.
Así como los pastores, los policías y los militares se convierten en parlamentarios en la bancada de la bala que muy a menudo van en contra de pautas de derechos humanos debido al conservadurismo. Las pautas de este grupo parlamentario, que incluso fue integrado por presidente Bolsonaro mientras fue diputado, son relacionadas a la revocación de Estatuto del Desarmamiento, que impuso un control sobre la circulación de armas, a la defensa del régimen militar y al combate a los comunistas.
Los proyectos de normas de la bancada de la bala, una parte del conservadurismo del gobierno, así, tienen estrecha conexión con la protección de los agentes de las policías, con la facilitación de la propiedad de armas para los civiles y con la reducción de la mayoría de edad penal. Además, y principalmente la actuación es en general fundamentada en ataques a los derechos humanos como se percibe en la justificación del Proyecto de Ley 387/2015 de la bancada de la bala que explica que:
La sociedad brasileña ha visto cómo el crimen organizado atrae a los menores a la práctica de crímenes bárbaros; los adolescentes de 12, 14 y 16 años son utilizados como testaferros de estas organizaciones. Hemos visto a jóvenes de 17 años participar en robos y cuando cumplen 18 son puestos en libertad. ¡Esta situación absurda no existe en ningún lugar del mundo! Quienes dicen ser defensores de menores hacen una declaración distorsionada diciendo que quienes piden justicia quieren meter a un niño en prisión. Esa farsa tiene que acabar ... Lo que se quiere es una medida justa para que los jóvenes, padres y madres no sean masacrados bajo el manto de un supuesto menor, ¡un ser en evolución! Los falsos defensores de los derechos humanos no adoptan a estos menores, no construyen refugios para acogerlos a través de sus ONGs, ¡pero quieren dejarlos en la calle drogándose y matando! ¿Basta de impunidad, porque estos “eruditos” no reclaman las cosas más modernas del mundo? En Europa y América del Norte, así como en América del Sur, ¡el menor es responsable! […] ¡La sociedad ya no aguanta y la prueba es que los militares y los profesionales de la seguridad pública fueron los más votados en el país! Fueron votados y elegidos para dar respuesta, y ella pasa por este proyecto y otros que reclama el pueblo. Es de destacar que, en las encuestas de opinión y sondeos de Cámara y Senado, la reducción de la mayoría de edad tuvo el sí de más del 83% de la población, y la democracia es la voluntad de la mayoría representada [4].
Por fin, mientras las bancadas de la biblia y de la bala están más relacionadas a la pauta conservadora del liberalismo conservador, la bancada ruralista o del buey está en conexión tanto con la pauta conservadora de la manutención del status quo en la zona rural cuanto con los intereses pragmáticos y liberales de facilitación y adecuación de normas a la explotación rural. La actuación de esa bancada muy a menudo está conectada con el Frente Parlamentario de la Agropecuaria (FPA)[5].
Aunque se pueda considerar, así como las bancadas de la biblia y de la bala, que la bancada del buey es diversificada, porque defiende distintos sectores de la agropecuaria, se pueden identificar algunas pautas comunes de la bancada del buey que en general van en contra de la reforma agraria, del combate al trabajo análogo a la esclavitud, de los intereses de la preservación ambiental y de las pretensiones de demarcación de tierras de los pueblos indígenas.
Sin embargo, se verifica un dominio mayor en la bancada ruralista de los intereses pragmáticos y liberales en su liberalismo conservador, como se puede comprobar a partir de la verificación de su presión junto al Poder Ejecutivo brasileño que resultó en concesiones para pago de deudas rurales con plazos alargados, con reducción o exenciones de interés, así como también en concesiones de líneas de crédito favorables en los bancos oficiales de Brasil (SABOURIN , 2007).
5 - RELACIONES INTERNACIONALES DISPUTADAS ENTRE IDEOLÓGICOS Y PRAGMÁTICOS
El gobierno de Jair Messias Bolsonaro surgió proponiendo diferentes cambios en las relaciones internacionales de Brasil. Desde antes de la elección presidencial de 2018, el entonces candidato ya criticaba la política exterior brasileña, principalmente aquella establecida por los gobiernos del Partido de los Trabajadores de antaño. Sea en la campaña, sea ya ulteriormente en el gobierno, se puede verificar la existencia de dos corrientes muy claras en el mismo gobierno: los ideológicos y los pragmáticos.
En conformidad con GARDINI, una política externa ideológica es aquella que parte de un mapa cognitivo y es enfocada en doctrinas y principios, priorizando la compatibilidad de alternativas a los principios defendidos en perjuicio de las consecuencias prácticas de ese principio. Por lo tanto, una política exterior ideológica es más relacionada a personalismos y a administraciones específicas y no con la agenda de prioridad del Estado (GARDINI, 2011: pp. 13-33).
Aún conforme GARDINI, una política externa pragmática es aquella fundamentada en la utilidad, necesidad y practicidad de sus ideas, en la cual el peso de las consecuencias de cada conducta supera el valor de uno u otros principios. Por lo tanto, una política exterior pragmática es relacionada a un planeamiento de medio o largo plazo, configurando una verdadera política pública del Estado en contraposición a los demás modelos (GARDINI, 2011, pp. 1-11).
Así, aunque toda posición humana sea una posición ideológica, porque, como afirma el profesor brasileño Freddie Diddier, “neutral es un adjetivo para jabón”, se usarán los términos ideológicos para la parte más conservadora del gobierno de presidente Bolsonaro y pragmáticos para la parte más liberal del mismo gobierno. Sin embargo, es importante no perder la observación de la caracterización de un gobierno liberal conservador, aunque haya algunos matices en su interior.
El gobierno Bolsonaro vivió, en sus relaciones internacionales, en la tensión entre los ideológicos conservadores y los pragmáticos liberales, en que hubo múltiples actores intentando influenciar la política externa del gobierno. Entre los actores de la corriente ideológica están los llamados en Brasil “olavistas”, seguidores influenciados por escritos y clases en línea de Olavo de Carvalho, y también, en menor proporción, los grupos religiosos evangélicos.
Por otro lado, los actores de la corriente pragmática son representados por los militares y aun por políticos relacionados a grupos económicos especialmente influyentes en Brasil como los agropecuarios, que podrían sufrir grandes pérdidas económicas con el avance de pautas ideológicas. Así, se verifica que, dentro del mismo gobierno de perfil liberal conservador, hubo a menudo una tensión contradictoria entre los más conservadores ideológicos y los más liberales pragmáticos.
Los ideológicos son representados por el propio presidente Bolsonaro, por el entonces Chanciller de Brasil Ernesto Araújo, entre otros. Esa corriente tiene una íntima relación con Estados Unidos y percibe el presidente estadounidense Donald Trump como defensor de los valores del Occidente en contra de terrorismo islamista radical, de la ausencia de fe y de la burocracia, considerados causa del abandono de la propria identidad cultural y una amenaza a toda la civilización occidental, según Ernesto Araújo (ARAÚJO, 2017: pp. 323-358.).
Una de las principales pautas de los ideológicos es la lucha contra lo que llaman globalización-“globalismo”[6], porque esa ideología representaría una amenaza a los valores de las naciones, al “homogeneizar las naciones”[7]. Los ideológicos argumentan que es necesario compatibilizar la política exterior de Brasil con los valores de libertad indicados por la población brasileña con la elección de Bolsonaro en 2018, sin que se pueda caracterizar eso como contrario al interés nacional.
Tal grupo ideológico tubo diversas acciones en el gobierno. Algunas de ellas fueron más simbólicas como la sustitución de los patrones del pasaporte brasileño, en el cual el símbolo del Mercosur, una unión aduanera entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay fue sustituido por el escudo de armas de Brasil. Incluso, esa era una de las metas de los 100 primeros días de gobiernos, exactamente para valorar los símbolos de la nación en contra de los símbolos del “globalismo”.
Sin embargo, otras acciones son menos simbólicas y más fuertes como la indicación de Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, por su padre al cargo de Embajador de Brasil en Washington. Sin experiencia diplomática y sin ser fluyente en inglés para el nivel del cargo, Eduardo Bolsonaro tuvo su nombre criticado por muchos sectores pragmáticos y su indicación no tuvo éxito para ser aprobada por el Senado Federal de Brasil.
En oposición, ahora con una influencia mayor del liberalismo que de los conservadores en un gobierno liberal conservador, los pragmáticos también fueron un grupo compuesto por muchos actores en el gobierno Bolsonaro. Fueron integrantes del grupo pragmático el vicepresidente Hamilton Mourão y muchos otros políticos como el entonces presidente de la Cámara de los Diputados, que fueron en general relacionados al mercado de agricultura y de ganadería.
Una de las grandes preocupaciones de los pragmáticos fue mantener una buena relación con China. Desde la campaña, el presidente Bolsonaro ya había visitado Taipei, capital de Taiwan, donde había afirmado que ese viaje objetivaba demonstrar “con quien nosotros queremos ser amigos, estándonos con gente buena” (MAGALHÃES, 2018). Después de tal viaje, el periódico chino Global Times, conocido por reproducir la posición oficial del gobierno de Pequín, afirmó que eso representó una violación de la política de una China sólo.
La relación con China siempre fue importante para los pragmáticos liberales, porque China es el principal parcero comercial de Brasil desde 2009 y la balanza comercial es positiva para Brasil, situación muy distinta de lo que ocurre con EE.UU., país con el cual la balanza comercial brasileña es mayoritariamente de déficit. Quizás esa relación de Brasil entre China y Estados Unidos sea el principal punto de tensión entre los ideológicos conservadores y los pragmáticos liberales.
Dentro de la relación problemática entre ideológicos y pragmáticos y sus preferencias por China o EE.UU. respectivamente, una cuestión importante fue la implantación de la tecnología 5G en Brasil. Los pragmáticos como el vicepresidente verificaron una oportunidad de Brasil ganar algo con la guerra comercial entre chinos y estadounidenses. Por otro lado, ideológicos como Ernesto Araújo defendieron la relación con Estados Unidos, porque son países que tendrían valores cristianos compartidos.
Otro punto importante de problema entre ideológicos liberales y pragmáticos liberales fue la ubicación de la embajada de Brasil en Israel. Desde antes, todavía en la campaña, presidente Bolsonaro ya afirmaba la intención de transferir la embajada de Brasil en Israel de Tel Aviv para Jerusalén, siguiendo los deseos de los grupos evangélicos liderados por el pastor Silas Malafaia[8], inclusive reproduciendo una misma e igual pretensión del gobierno del presidente Donald Trump.
Mientras los ideológicos “olavistas” buscaban una guerra a los “comunistas” de China, los ideológicos más religiosos evangélicos tenían la pretensión de una alineación con Israel. Las dos posturas preocupan a los pragmáticos. La postura “olavista” por los motivos arriba. Y la postura evangélica por las posibles pérdidas en los mercados islamitas de carne. De hecho, los países de mayoría musulmana son importantes destinos de las exportaciones brasileñas de pollo.
La carne halal, que posee una técnica de muerte de animal que respeta las tradiciones musulmanas, es un importante producto de exportación para países islamitas que no recibirían bien la noticia de cambio de la embajada brasileña de Tel Aviv para Jerusalén. Por ello, los pragmáticos fueron en contra de esa propuesta, lo que contribuyó para que el cambio no tuviera éxito, siendo abierta en Jerusalén solamente una oficina de comercio.
Otro importante punto de tensión entre ideológicos y pragmáticos fue la relación con los países vecinos en América del Sur, especialmente Argentina. Mientras los pragmáticos intentan mantener una buena relación para fines comerciales, los ideológicos están de espaldas para el resto del continente. En verdad, los ideológicos no sólo están de espaldas, pero también empeoraron las relaciones locales, principalmente con los países vecinos con gobiernos más a la izquierda.
Un ejemplo muy claro de la postura contra el “globalismo” fue la relación con Argentina. Desde antes de la elección del presidente de Argentina Alberto Fernández, ya no había una buena relación entre él y Bolsonaro, el cual públicamente demostraba su preferencia por el candidato a la reelección Mauricio Macri. Sin embargo, después de la confirmación de las urnas, la situación empeoró, llegando el Chanciller Ernesto Araújo a decir que “las fuerzas del malo están celebrando” (OLIVEIRA, 2019).
Una polémica en la relación del presidente Bolsonaro con el presidente Fernández fue una publicación de uno de los hijos del presidente Bolsonaro, Eduardo, en relación al hijo del presidente de Argentina, Estanislao Fernández, que es reconocido por realizar cosplays y por vestirse como drag queen. Eduardo Bolsonaro compartió un tweet con dos fotos: una de Estanislao haciendo cosplay y otra suya con armas, una publicación con connotación homofóbica (COLOMBO 2019).
Finalmente, otra cuestión problemática con los pragmáticos fue que los ideológicos consideraban la pauta ambiental como parte de una agenda “globalista”. Presidente Bolsonaro, después de que los incendios en Amazonia ya estaban en la prensa, llegó a afirmar que Brasil no necesitaba de la ayuda en dinero de Alemania (FOLHA DE SÃO PAULO, 2019). Por su parte, el Chanciller Ernesto Araújo afirmó que Brasil era víctima del “climatismo” (ZANINI, 2019), es decir, por la captura de los estudios sobre mudanzas climáticas por una ideología de izquierda “globalista”.
Por lo tanto, en las relaciones internacionales de Brasil, se verifica la existencia de conflictos internos en el gobierno de presidente Bolsonaro, porque, dentro de un mismo gobierno de perfil liberal conservador, los diferentes matices a veces más conservador (llamados aquí ideológicos) o a veces más liberal (llamados aquí pragmáticos) apuntan hacia caminos distintos. La política exterior brasileña se volvió en producto de esa tensión entre ideológicos y pragmáticos de una forma muy sorprendente (SARAIVA, 2019: pp. 117-137).
6 - CONCLUSIONES
“Soy de derecha mismo y no me avergüenza decirlo. Voy a ser candidato al Planalto [Palacio Presidencial en Brasil]. [...] Es una candidatura de derecha, sin vergüenza” (BOLSONARO, 2014). Eso fue lo que dijo el presidente Jair Messias Bolsonaro, entonces diputado en el Congreso brasileño en 2014, al ser preguntado si iría ser candidato a la Presidencia a un de los principales periódicos del país, lo que vino a concretarse cuatro años más tarde en 2018.
La afirmación del presidente a partir de 2018 sobre el proyecto del entonces diputado en 2014 es muy olvidada por un análisis apurado que piensa que lo que pasó en 2018 fue un hecho aleatorio y sin antecedentes históricos. En verdad, a partir de la presente investigación, se verifica que el cambio de paradigma, que resultó en la elección del presidente Bolsonaro en 2018, fue algo parte de una transformación hacia la ideología de derecha del liberalismo conservador ejecutada por un proyecto de reorganización.
De hecho, tras la dictadura militar, Brasil vivió el modelo de la “derecha avergonzada” caracterizado por la disminución de la presencia de las ideologías de la derecha en la política y principalmente por la dificultad de los partidarios de tal ideología de presentar su identificación pública. Eso cambió paulatinamente a partir de una reorganización de la derecha con fundamento en las ideas fuerza de un liberalismo conservador.
De una alianza en Brasil entre los representantes de los valores de la tradición conservadora, defensora de valores de la familia cristiana, por ejemplo, y de la burguesía liberal, abogando por políticas de Estado mínimo sin actuación redistributiva, surgió una nueva derecha. Ese cambio de paradigma que es una “manifestación local de realidades globales” (ANTÓN-MELLÓN, 2016: pp. 17-28), produjo lo que en Brasil fue llamado peyorativamente de “Estado Mínimo Hilo Dental”, en alusión al bikini brasileño, que sólo cuida de las tradiciones morales y nada más.
Esa “neo-barbarie” (ANTÓN-MELLÓN, 2016: pp. 17-28) fue una construcción realizada en muchas manos y producida en una verdadera guerra cultural, en la cual fueron luchadas batallas en distintos campos como, por ejemplo: en el medio político, con más manifestaciones de partidos de derecha; en el medio social, con más acciones de movimientos sociales de derecha; y, en el medio académico, con más divulgaciones de contenido producido por intelectuales relacionados a la derecha.
Un de los principales responsables por esa transformación del paradigma fue el ideólogo recién fallecido Olavo de Carvalho, el cual, para superar el modelo de la derecha avergonzada, afirmó que la izquierda, en una guerra cultural, tendría por objetivo destruir los fundamentos de la civilización occidental consistentes en la familia patriarcal y en la libertad de mercado. Contra tal proyecto, CARVALHO defendió la valorización de la transcendencia y del conocimiento del hombre común como fuentes de la verdad.
Sin embargo, quizás la grande distinción de la reorganización que produjo tal cambio de paradigma fue la introducción de un nuevo y fundamental campo de batalla: la internet. Verdaderamente, la red mundial de ordenadores representó una nueva y eficaz forma de conseguir adeptos y de hacer la reproducción de la ideología, la cual fue mucho más instrumentalizada por la derecha con lives, cursos en línea desde Estados Unidos, entre otros, en comparación con lo que hicieron los otros campos ideológicos.
En tal camino, eses nuevos referentes culturales tuvieron apoyos tanto internos internacionales. Internamente, se verifica que el gobierno tuvo múltiples apoyos sociales, que en el Parlamento brasileño fueron representados por grandes bancadas: la bancada de los evangélicos relacionada con pautas de tradición y de costumbre; la bancada de los “policías” conectada con pautas de seguridad pública; y la bancada de los ruralistas con pautas de manutención del status quo y económicas.
Ya en el plano internacional, también hubo una reorientación de Brasil en sus relaciones exteriores. De un país conocido por la representatividad de su diplomacia para solucionar cuestiones e intermediar acuerdos, el gobierno de presidente Bolsonaro pasó a una alineación automática con el entonces gobierno de presidente Donald Trump de Estados Unidos, en contraposición a China, que produjo un conflicto dentro del gobierno brasileño entre los conservadores anticomunista y los liberales pragmáticos.
Finalmente, considerando los cambios de paradigma que se produjeron en Brasil, como nos afirma profesor Steven Forti en su genial Extrema Derecha 2.0, es importante atención a tales transformaciones ideológicas que, “bajo una retórica supuestamente democrática, solamente pretenden vaciar la democracia de su contenido y destruirla desde dentro”. Hay, por lo tanto, una antigua cuestión para continuar una nueva investigación: ¿hasta qué punto se debe ser “tolerante con el intolerante” (POPPER, 2010)?
7 - REFERENCIAS
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ZUCCO JÚNIOR, C. “Esquerda, direita e governo. A ideologia dos partidos políticos brasileiros”. In: O Congresso por ele mesmo: autopercepções da classe política brasileira. Belo Horizonte: Editora UFMG, 2011.
7.1 – Otras Fuentes
BRASIL. Congresso Nacional. Câmara dos Deputados. Disponible en http://www.camara.gov.br/proposicoesWeb/prop_mostrarintegra?cod-teor=1301052-&file-name=PL+38-7/201-5. Sitio consultado en 01.12.2021.
BRASIL. Ministério das Relações Exteriores. Discurso del ministro Ernesto Araújo en laconferência “La Cooperación entre Brasil y África”, por ocasión da celebración del Día de África en Brasília en 27 de mayo de 2019. Disponible en http://www.itamaraty.gov.br/pt-BR/discursos-artigos--e-entrevistas-categoria/ministro-das--relacoes-exteriores-discursos/20456--discurso-do-ministro-ernesto-araujo-
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[1] Magistrado del Tribunal de Justicia del Estado de Paraíba/Brasil. Coordinador Adjunto de Educación a Distancia en la Escola Superior da Magistratura da Paraíba. Director Adjunto del Departamento de Derechos Humanos de la Associação de Magistrados da Paraíba. Profesor con Posgrado Lato Sensu en Derecho Constitucional y en Derecho Civil, cursando máster en Derecho en la Universidad de Barcelona.
[2] Muchas de las observaciones hechas a respecto del liberalismo conservador tienen origen en las clases impartidas por profesor MELLÓN el Máster de Criminología, Política Criminal y Sociología Jurídico-Penal entre noviembre y diciembre de 2021 en la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona.
[3] En el mismo camino, también hubo la creación de los llamados Frente Parlamentario por el Derecho de la Legítima Defensa, creada en diciembre de 2012 y que en ese momento contaba con 202 parlamentarios, y el Frente Parlamentario de Apoyo a la Familia Militar, que aun en ese momento contaba con 206 diputados.
[4] BRASIL. Congresso Nacional. Câmara dos Deputados. Disponible en http://www.camara.gov.br/proposicoesWeb/prop_mostrarintegra?cod-teor=1301052-&file-name=PL+38-7/201-5. Sitio consultado en 01.12.2021 (traducción nuestra) (énfasis nuestra).
[5] El mejor antecedente histórico del Frente Parlamentario Agropecuario (FPA) fue la Unión Democrática Ruralista (UDR), que fue creada en Brasil en la época de su Constituyente en 1988 para defender los intereses ruralistas en contra de la reforma agraria.
[6] En portugués, así como en español, hay el término globalización. Sin embargo, las manifestaciones de los ideológicos usan es concepto “globalismo” con el sufijo ismo indicador de enfermedad, como en botulismo, así como a menudo también prefieren “homosexualismo”.
[7] BRASIL. Ministério das Relações Exteriores. Discurso del ministro Ernesto Araújo en laconferência “La Cooperación entre Brasil y África”, por ocasión da celebración del Día de África en Brasília en 27 de mayo de 2019. Diponible en http://www.itamaraty.gov.br/pt-BR/discursos-artigos--e-entrevistas-categoria/ministro-das--relacoes-exteriores-discursos/20456--discurso-do-ministro-ernesto-araujo-na--conferencia-a-cooperacao-entre-o-brasil-e-a-africa-por-ocasiao-da-celebracao—do-dia-da-africa-brasilia-27-de-maio—de-2019. Sitio consultado en 01.12.2021 (traducción nuestra).
[8] BRASIL. Ministério das Relações Exteriores. Discurso do Presidente da República, Jair Bolsonaro, durante almoço com participantes da edição 2019 do Encontro do Conselho Interdenominacional de Ministros Evangélicos do Brasil (cimeb). Disponíble en https://www.gov.br/planalto/ pt-br/acompanhe-o-planalto/discursos/2019/discurso-do-presidente-da-republica- jair-bolsonaro-durante-almoco-com—participantes-da-edicao-2019-do-encontro-do-conselho-interdenominacional-de--ministros-evangelicos-do-brasil-cimeb. Sitio consultado en 01.12.2021.